Luego de intentar desalojar los piquetes docentes contra el ajuste, ahora apoyan el reclamo de las empresas que amenaza con despidos para voltear el congelamiento que dispuso Macri. A la derecha, la pared.
Ulises Valdez @CLAVe
Viernes 27 de septiembre de 2019 11:06
"Por las pérdidas que tienen las operadoras por la firma del decreto 566, que establece el congelamiento de precios de los combustibles, decidieron dejar de invertir en la provincia. Dejaron de invertir 90 millones de dólares por los alcances de los decretos firmados por Mauricio Macri".
¿Adivine quién habla?
Habla Carlos Gómez, secretario adjunto del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut y diputado provincial del FPV. Su jefe es Jorge “Loma” Ávila, el dirigente petrolero amigo de Alberto Fernández que hace poco mandó las patotas del sindicato a desalojar los piquetes docentes.
Gómez además reprodujo las palabras de CEO de YPF en la Expo Argentina Oil & Gas. Miguel Angel Gutiérrez dijo que por el DNU de Macri se veía en la obligación de reducir casi 120 millones de dólares de inversión y restructurar todos sus contratos en el país. Para justificar sus declaraciones, Gómez eligió remarcar que “varias pymes” se verían afectadas y se podrían perder 850 puestos de trabajo.
La burocracia petrolera no tiene ninguna intención de separar sus intereses de los de sus patrones. La defensa de cada puesto de trabajo es indiscutible. Se trata de empresas que con la suba de combustibles y los subsidios han ganado millones en estos años, y chantajean ahora con los despidos para torcer la decisión desesperada de un gobierno en crisis.
Por eso amenaza con usar su poder de fuego para romper el congelamiento. “Estamos en condición de llevar adelante medidas de acción directa pero privilegiamos actos reflexivos y de alguna manera contribuir a la paz social en un momento muy delicado”.
Para Gómez la clave es mantener la paz social y los negocios petroleros. En vez de unirse a los petroleros que mueven las principales palancas de la provincia con las miles de maestras y estatales en lucha, se convierte en vocero de las petroleras y bombero de Arcioni.
Son todos amigos de las petroleras: Mauricio, Alberto y sus sindicalistas amigos.