Tras el femicidio de Emma Córdoba miles de estudiantes buscaron hacer oír su bronca. De forma inmediata convocaron a una marcha que fue multitudinaria. Las autoridades de la facultad, en cambio, pretendían seguir con clases y parciales.
Viernes 14 de julio de 2017 10:25
El sábado a la madrugada la noticia de un nuevo femicido estremeció a la ciudad. Esta vez tocó de cerca a la facultad de Ciencias Médicas. Emma era estudiante de 4to año y ayudante de biología. Sus amigos encuentran en su sonrisa el rasgo más distintivo, también aseguran que hubiese sido de las primeras en haberse hecho presente el lunes si le hubiese tocado a otra compañera.
Tras enterarse de la triste noticia, a través de las nefastas coberturas de los grandes medios de comunicación, donde una vez más las mujeres son doblemente víctimas, cientos de estudiantes denunciaban la situación y comenzaban a organizarse mediante mensajes que inundaban las redes sociales. El reclamo de justicia por Emma se acompañaba de una gran denuncia de la situación que viven las mujeres. El "Todas somos Emma" se enraizó en la violencia que se sufre a diario las mujeres, la cual lleva a la cifra atroz de un femicidio cada 18hs.
Sus amigos y sus compañeros, los más allegados y también quienes no la conocían, tras la bronca y un profundo dolor, buscaron los medios para transformar la angustia en fuerza por justicia por Emma. En pocas horas estaba convocada la marcha, la cual se difundía con rapidez.
En medio del dolor apareció el comunicado de la facultad de Cs. Médicas. Las autoridades nucleadas en la agrupación Hoja de Roble una vez más mostraron de que madera están verdaderamente hechos. Entre condolencias y brindando una oración para Emma, declaraban asueto desde las 16.30. Pretendían que el lunes se trabaje, se curse y hasta se rinda parciales con total normalidad por encima del dolor de la pérdida de una compañera.
Aunque no deja de llamar la atención la historia no muestra otra actitud posible. Son las mismas autoridades que hicieron que Emma se movilice en las calles para que la facultad no sea un privilegio para unos pocos.
Son los mismos que pretendieron también mantener las actividades con normalidad tras la inundación del 2 de abril, donde una de las decenas de víctimas fue un trabajador No Docente de nuestra facultad. También ese día los estudiantes impusieron hacer de la casa de estudios un centro de solidaridad.
La partida de Emma nos deja un profundo dolor, una bronca que desborda el cuerpo. También nos muestra una vez más que a esta facultad le dan vida sus estudiantes, docentes y no docentes, los que levantaron las clases y le pusieron el cuerpo a la exigencia de justicia y marcharon dejando en claro que cada vez que toquen a una, miles nos organizaremos. Transformar la bronca en fuerza, y organizarse, porque la facultad no va a ser la misma sin Emma. Exijamos que se entienda la violencia de género también como un problema de salud, peleemos porque no haya NiUnaMenos, porque vivas y libres nos queremos. Por todas, por Emma.