El jefe de Gabinete presentó un escenario artificialmente optimista del acuerdo con el FMI, y usó todo tipo de eufemismos para no hablar de las duras consecuencias sociales que tendrá el ajuste.
Viernes 8 de junio de 2018 14:25
Tras los anuncios de ayer, que implicarán un duro ajuste fiscal con tarifazos, recesión, reducción de partidas para salarios, salud, educación y obra pública, esta mañana habló el jefe de Gabinete Marcos Peña.
Como si se pudiera disimular la realidad, Peña opinó que el acuerdo se trata de "un paso muy positivo para la Argentina" y un respaldo internacional al rumbo económico.
Más aún. El funcionario opinó sin sonrojarse, en diálogo con Radio Mitre, que "fue una negociación impecable; fue un muy buen proceso y estamos contentos".
Para evitar la palabra ajuste, Peña afirmó que el acuerdo provocará "un cambio de la velocidad del programa económico" y se utilizará para "mejorar la calidad del gasto público".
A su vez, para disimular la sumisión y entrega al capital financiero internacional, dijo que las duras condiciones para obtener el préstamo "no son imposiciones, sino mostrar garantías de que estás en un camino para pagar tus deudas".
Finalmente, el jefe de Gabinete destacó que "lo más importante es estar convencidos de que la raíz del cambio está más fuerte que nunca".
El marketing sigue como si fuera campaña electoral, pero es probable que no le sirva a Cambiemos ante la dura realidad.