El Secretario de Seguridad Sergio Berni está recorriendo los canales en su cruzada “anti-inmigrantes”. Sin embargo, este martes en un canal de noticias volvió a justificar la salvaje represión del jueves 23 frente a Lear. Además, se permitió confesar quienes son sus ídolos.

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Jueves 30 de octubre de 2014
Fue tan conocido como repudiado. El jueves pasado, el Carancho en Jefe de Gendarmería, teniente Sergio Berni, comandó una dura represión a los trabajadores despedidos de Lear y las organizaciones que se solidarizaban que dejó un saldo de más de 50 heridos, 13 de ellos hospitalizados, y 2 detenidos. El desalojo fue reflejado en todos los medios, y generó un amplio repudio que incluyó organizaciones sociales y sindicales enroladas en el kirchnerismo.
Aterrizado de su helicóptero de combate (pero siempre listo para nuevas incursiones represivas), el ex carapintada comenzó su raid mediático en defensa del Código Procesal Penal que impulsa junto a la Presidenta.
Ayer estuvo, entre otros canales, en “Palabras más, palabras menos”. El programa se transmite por Todo Noticias y lo conducen Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotowiazda. Cuando uno de los periodistas le preguntó por la represión en la Panamericana, “con heridos y balas de goma”, Berni se puso firme, como le enseñaron en el Ejército Argentino. “Les presentaremos batalla” pareció decir su rostro, que además de carapintada demostró que puede ser bastante caradura.
El diálogo es imperdible.
Aunque haya cambiado el cuartel por la oficina, el hombre no reniega de su pasado militar. El artículo 194 fue decretado por Onganía en 1968, ratificado por el General Perón y confirmado por todos los gobiernos posteriores. El objetivo siempre fue atacar las movilizaciones obreras y populares.
Sigue Berni: Al motochorro (sic). El motochorro ese que robó a un turista y fue filmado. Pasó por un juez, fue detenido por tener 500 gramos de droga en su poder, y luego fue detenido por la presión mediática. ¿Sabe que estaba haciendo? Estaba en una protesta, porque exigía justicia. El motochorro exigía justicia. Su ejemplo es lo mismo. Usted me está poniendo en el banco de los acusados, porque estamos haciendo lo mismo. Estamos ante la presencia de un delito. El problema es de la gente que va a la Panamericana, que avanza sobre los derechos de los demás, para defender una posición sindical, en una empresa que fueron echados… Está mal informado.
La comparación entre “el motochorro” que atracó a un turista en La Boca y los trabajadores en la Autopista Panamericana supera la imaginación de cualquiera. En un momento el funcionario kirchnerista parece darse cuenta de que su amalgama es desopilante, y vuelvo a posición militar.
Como denunció el diputado nacional Nicolás del Caño (PTS-FIT), con los manifestantes que cortaban dos carriles no hubo ningún tipo de diálogo. El único protocolo que se utilizó fue aquel que ordena la represión feroz a los trabajadores y militantes que reclaman. Lleva su firma, la del gerente de Lear y el secretario general del SMATA.
El periodista, por una vez, transmite lo que muchos decíamos ante el televisor.
El televidente ya no entiende si el carancho quiere hacerse el gracioso o ciertamente está investigando nuevas técnicas policiales. Berni insiste con los chistes:
Insólito. El arsenal de Gendarmería, un cuerpo militarizado desde que el kirchnerismo la transformó en su fuerza mimada, habría sido utilizado para proteger a los acorazados caranchos de los banderines y cuerpos de los manifestantes que resistieron el ataque. Lo de las tumberas es una infamia repudiable. El mismo método que usaron Daniel Hadad y Eduardo Feinmann en junio de 2002, la mañana que mataron a Maximiliano Kostecki y Darío Santillán.
Le faltó decir que “la crisis causó 50 heridos”.
Onganía, Duhalde, Coperfield. El kirchnerismo en su versión más derechosa y rídicula.

Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.