El Círculo Rojo. Los números de la “inseguridad” en el conurbano bonaerense

Las últimas semanas se observó la agudización de la “razón punitivista” que se despliega a cotidiano en las empresas de comunicación masiva y en redes sociales digitales. Se llama a reforzar a la policía, a encarcelar a los “pibes chorros”, cuando no directamente a “cagarlos a tiros”, como hizo el jubilado “justiciero”.

La función de estos discursos es establecer un sentido común donde la degradación social no es explicada como consecuencia de las políticas económicas que concentran la riqueza en unos pocos, no es explicada como consecuencia que los Lobos de Wall Street y el FMI se llenan de guita especulando en el país, no es explicada como consecuencia que los bancos la siguen levantando en pala.

Por el contrario, todo parece ser culpa de los “pibes chorros”: se criminaliza la pobreza. Al extremo que esta semana en Quilmes, detuvieron y torturaron a tres jóvenes carreros, por el crimen de salir a cartonear para poder vivir: sí, por el crimen de juntar basura.

Por eso, para cambiar totalmente el foco de la atención, es importante graficar con algunos números la degradación social que se vive en el conurbano bonaerense:

• En los 24 partidos del Gran Buenos Aires viven más de 12 millones personas, de las cuales 712 mil estaban desocupadas en el primer trimestre (enero-marzo) del año. La tasa de desocupación, que se mide en relación a la población activa (los que tienen trabajo y los que buscan) fue de 12,4 %.
• Cuando uno observa el Gran Buenos Aires, que comprende no sólo a los partidos del Gran Buenos Aires, sino también CABA, la desocupación de las mujeres hasta 29 años es de 26,2 % y entre los varones hasta 29 años de 21,4 %. Es decir, es muy alta la desocupación entre los jóvenes.
• Los trabajadores informales (en “negro”) en el GBA alcanzaban el 35 % del total.
• En el segundo semestre de 2019, la pobreza alcanzó al 40,5 % de las personas.
• A principios de 2019, el 46% de las viviendas eran inadecuadas en toda la Provincia de Buenos Aires, aunque es más que seguro que esas viviendas se concentran en el conurbano: son viviendas que no tienen conexión a la red pública de desagüe o cloacas; o no tienen red de agua corriente; o no poseen un baño adecuado; o no poseen techos adecuados; o no tiene pisos interiores de materiales durables.
• Todos estos números son previos a que empeore la situación con la pandemia.

¿Cómo impactó la pandemia?

Según un informe de junio (que releva la situación de mayo) del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA:

• El 58% de los hogares del AMBA perdieron ingresos, en algunos casos con una caída mayor al 50 %. Con esta caída, muchos, incluso en el Gobierno, estiman que la pobreza podría rondar el 50 % en este momento.
• Las asistencias adicionales dadas por el Estado, como el IFE y la tarjeta Alimentar, así como la asistencia alimentaria directa, alcanza en total el 53,1% de los hogares del AMBA.
• El informe aclara que las ayudas “brindaron un piso mínimo de ingresos”. Sin embargo, no sólo fueron insuficiente, sino que además “no llegaron a todos los que sufrieron caídas de ingresos”.
• Otro informe de la UCA indica que el 30 % de los hogares con niños y adolescentes declara que comen menos que hace un año.

El cínico show de Sergio Berni, Patricia Bullrich y todos los medios que reproducen el discurso punitivista, que montan ese “teatro antidisturbios”, busca esconder la verdadera inseguridad de los pibes, de los jubilados y de la mayoría de la población pobre del conurbano: es la inseguridad de no tener un empleo, de no tener para comer, de no tener para llegar a fin de mes.

Muchos motivos, demasiadas muestras, de porqué al sistema capitalista hay que tirarlo al basurero de la historia.

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