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Red Internacional
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Medio Oriente. Los palestinos de Beit Dajan, en Nablus, resisten la colonización israelí

Los viernes son días de protesta en gran parte de Palestina. Así fue este viernes en Beit Dajan, Beita, Qilqadiya, Sheik Jarrah y Hebron.

Santiago Montag

Santiago Montag @salvadorsoler10

Viernes 18 de marzo de 2022 22:36

¿Contra qué pelean los palestinos? Enfrentan las condiciones cotidianas, los cacheos, los checkpoints, el robo de tierras, la implantación de colonias en Cisjordania, las (auto)demoliciones de casa, y la lista sigue, por parte del Estado de Israel.

En Nablus la resistencia popular es fuerte. Las cosas cambiaron desde mayo del 2021 cuando se dieron los mayores enfrentamientos en todo el territorio contra el colonialismo y el apartheid israelí.

Particularmente en Beita un movimiento juvenil ha tomado el guante y se convirtió en modelo de resistencia. Por sus métodos de lucha callejera, auto organización y por no responder al liderazgo tradicional de Al Fatah o de Hamas. Además han logrado construir una enorme red de resistencia en todas las aldeas en los alrededores de Nablus. Durante meses las protestas fueron diarias. Hoy se han reducido a los viernes, pero están tomando cuerpo hacia el Ramadán.

Para el Islam los viernes son días santos, y luego de la oración del mediodía la concentración de adultos, jóvenes y niños se convierte en una demostración de fuerza contra los asentamientos. En la aldea de Beit Dajan, al este de Nablus, respondieron contra la represión de los soldados que defienden un puesto de avanzada de una granja que se instaló hace un año y medio llamado Evyatar. Estas granjas son una vía barata del Estado de Israel para colonizar tierras, ya que las protegen, los colonos pastorean y utilizan grandes extensiones de territorio. Sin embargo, los palestinos de la zona han hecho que esto se vuelva costoso, no dejaran de luchar hasta lograr que ese asentamiento se retire.

Nos bajamos del auto. Issam de Anadolu Agency dice "tomá, ponete esto, que los soldados están disparando a la prensa con fuego real" Y me da casco blindado seguido de una máscara de gas. "Hace poco mataron a uno, e hirieron a varios últimamente, tengo 6 balazos en el cuerpo". Trago hondo y lo miro a Hassan de RT y de la TV Palestina y le pregunto: "y vos tenés balazos también?", me responde con sonrisa orgullosa "obvio, si no tenes balazos no sos periodista acá". Les dije "bueno, quizás hoy sea mi bautismo".

Mención a parte, el trabajo de estos periodistas es muy peligroso, arriesgan sus vidas en cada enfrentamiento para poder comunicar al mundo, de primera mano, lo que sucede en Palestina.

El día fue lluvioso desde el principio. La llovizna molestaba de distintas maneras. El suelo era un chiquero, los palestinos marchaban sobre el barro, pero nada importaba. Luego de caminar desde la mezquita hasta la línea roja hecha con escombros de los soldados, cantando contra Israel, por Palestina y a Dios, los soldados comenzaron a lanzar bombas de estruendo y gases lacrimógenos. Y ahí fue donde todos rogábamos que pare de llover, el gas se vuelve más agresivo con el agua. Mientras tanto hostigaban a los periodistas con poderosas bombas de estruendo y balas de goma. Al principio nos quisieron sacar del lugar empujando, pero luego de una larga discusión nos quedamos.

Los jóvenes luchaban en primera línea en distintos frentes. Los soldados estaban en altura en las dos montañas que custodiaban. Dispararon fuego real, pero a decir por los francotiradores profesionales apostados en al menos tres puntos visibles, diría que erraban a propósito. El combate duró un par de horas. Los niños tiraban con la honda como el resto de los jóvenes, también devolvían las bombas de gas. Estaban furiosos porque pocos días atrás habían matado a un amigo de ellos en un enfrentamiento y solo en el último año alrededor de 10 jóvenes. Esta vez no hubo heridos graves.

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Al irnos estuvimos viendo los enfrentamientos en Hebrón y Qilqadiya. Allí fueron mucho más violentos. En Hebrón donde se vive una opresión particular ya que la ciudad está partida por la mitad, con rutas y calles donde los palestinos no tienen derecho a pisar. A diferencia de Beit Dajan, fueron de combate urbano.

Ahí la lluvia era de piedras sobre los soldados en los checkpoints, según los videos estaban totalmente desconcertados, e incluso algunas piedras hicieron justicia divina. Mientras tanto en Sheik Jarrah, Jerusalén este, hubo una nueva jordana de protesta contra los desalojos y la política de demolición de casas.

Según estiman distintas fuentes el próximo Ramadán será una nueva fuente de enfrentamientos por combinar distintas festividades religiosas judías y musulmanas.

Lo interesante es que estos nuevos jóvenes están llegando con una experiencia de lucha a casi un año desde el último bombardeo a Gaza y la huelga general que fue una demostración de fuerzas unificada no vista desde la primer Intifada. La situación actual es sumamente compleja para lograr una unificación de fuerzas debido a la separación real que impone el apartheid (los muros, leyes, distintos derechos dependiendo la región, etc.), las resistencias responden a distintos ataques haciendo difícil responder con un solo puño. A pesar de estas dificultades, un ex prisionero me dijo "lo que no quieren entender los israelíes es que hagan lo que hagan, resistir es nuestra forma de vida, nunca nos rendiremos".


Santiago Montag

Escribe en la sección Internacional de La Izquierda Diario.

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