En 15 dias empiezan las clases. En pleno plan de ajuste del gobierno, la educación es uno de los principales focos a las cuales el macrismo sigue atacando. El gobierno pretende crear una universidad que reemplace a los 29 institutos de formación docente de CABA. Si ellos se la pasan haciendo campaña con los supuestos planes que tienen para mejorar la educación, ¿por qué no atacan sus problemas de fondo?
Martes 20 de febrero de 2018 10:00
A fines del año pasado, los estudiantes de los Institutos de Formación Docente de CABA, se enteraron que el macrismo presentó un proyecto de ley en la legislatura que implica el cierre de sus 29 profesorados, para crear una universidad: la UniCaba, rápidamente comenzaron a organizarse para tirar abajo la reforma.
El principal argumento del macrismo para lanzar este proyecto es el de “jerarquizar” la formación docente, para esto propone un proyecto bastante escueto con muy pocos detalles donde se señalan algunos cambios en cuanto al funcionamiento de los institutos, de aspectos pedagógicos ni hablar y de poner en debate qué formación docente necesitaríamos para “jerarquizarla” mucho menos. Pero si faltan docentes habría que preguntarse qué pasa con los miles de estudiantes que año a año se inscriben para hacer la carrera y no llegan a terminarla, ¿es como dice la ministra Acuña que falta “vocación”? ¿cual es la realidad de los profesorados a la cual el proyecto del macrismo no da respuesta?
¿Quienes estudian en los profesorados?
Según un informe realizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 56% de los estudiantes residen en el primer y segundo cordón del Conurbano y el 44% en la Ciudad de Buenos Aires. Además un 77,5 % trabaja, y en condiciones precarias. Trabajos de muchas horas y que no cubren la canasta básica. El 26% de los estudiantes de profesorado de este grupo se desempeña laboralmente en la docencia. Con un sueldo que no alcanza, con trabajos precarios de ocho, nueve horas o más. Esta es la realidad a la que se enfrentan muchos estudiantes, dificultades que muchas veces ponen en duda la continuidad de su formación.
Pero hay otra realidad a la que el macrismo no da respuesta con su proyecto. En los profesorados de educación primaria la composición femenina es mayoritaria, llega hasta el 80%, mientras que en los profesorados de educación media la relación es más proporcional. Muchas de las estudiantes son madres, algunas sostenes de hogar, deben hacer malabares para poder estudiar o terminan abandonando la carrera. Es una demanda necesaria para todos los institutos, que cuenten con juegotecas como espacios para que todos esos niños y niñas puedan pasar tiempo ahí de manera didáctica, recreativa y educativa, para que sus madres y padres puedan seguir cursando.
El Gobierno insiste con su idea de modernización de la educación, el trabajo con TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y la educación de tipo virtual. El problema radica en que las condiciones de cursada y la escasa o nula cantidad de recursos imposibilitan el desarrollo de las tics que el gobierno propone. El plan Sarmiento le otorgaba computadoras a estudiantes avanzados de las carreras o estaban en los establecimiento a disposición de los estudiantes para que pudieran usarlas en las horas de clases o como préstamo para utilizar en la institución y hacer los trabajos, en los últimos meses las computadoras escasean, los servicios que las desbloquean tardan meses y ya no se entregan más computadoras nuevas ¿cómo pretenden lleva adelante esta modernización?
Pero esto no es todo, si a pesar de trabajar muchas horas, vivir lejos y tener un sueldo de miseria los estudiantes terciarios logran llegar al final de la carrera deben enfrentarse a las prácticas y residencias que son a contraturno, es decir que muchos no pueden hacerlas porque trabajan y cursan, sin contar que esto incluye tiempo extra que cada estudiante tiene en su casa donde debe preparar las planificaciones y materiales que utilizara. Muchos dejan las prácticas para el final de la carrera, otro directamente se ven imposibilitados y terminan abandonando. Los materiales que cada estudiante utiliza es solventado por sus propios sueldos-. No se contempla en la formación docente la falta de material pedagógico ni tampoco, los precios de las fotocopias y materiales que no pueden costear los y las estudiantes.
Jerarquizar…..La educación privada
Algunos datos interesantes: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el distrito donde más porcentaje de estudiantes cursan en la educación privada. Mientras que el promedio nacional en la educación común del sector público es del 70,7 %, en CABA es de solo un 48,9 % del total de estudiantes. Si hacemos referencia al nivel superior no universitario, en particular, en CABA, en el año 2015 había registrados 253 establecimiento terciarios de formación docente de los cuales 55 son públicos y 198 privados (por cada institución pública hay 3,6 privadas).
Cada vez son más los institutos de formación docente privados, y esto se debe al aumento de los subsidios que reciben. Según el registro REFFOD, del Instituto de Formación Docente, del año 2014, los establecimientos privados en Buenos Aires, 83 están subsidiados al 100%, 16 entre el 75% y el 100% y 15 institutos reciben subsidios de más del 50% y menos del 75%. En total cerca del 57% de los establecimientos privados tienen fuertes subsidios estatales. Pero ¿qué formación tienen estos institutos? En su gran mayoría, son institutos religiosos. Para muestra basta un botón, un instituto de enseñanza superior católico que tiene un 100% de subsidio, recibe hoy alrededor de 50 millones de pesos al año.
Según datos del Observatorio de la UniPe, en 2017 el gasto público destinado a Educación fue de 160.155 millones de pesos, mientras que para Deuda pública, el gasto fue de 247.632 millones de pesos. Además, para los Servicios de la Deuda, se destinarán 10.406 millones, que representan el 4,7 % de los gastos totales.2. En 2017, el presupuesto para la Ciudad de Buenos Aires, fue el más bajo de la historia, sin embargo, el gasto en deuda pública sigue aumentando. Las jerarquías están claras.
Para el año 2018 el presupuesto destinado a subsidiar la educación privada sería de unos 6.500 millones de pesos (es decir, del 2013 -3- cuyo presupuesto era de 1.600 millones, se incrementó para este año en un 400%). ¿Cuántas becas podrían otorgarse con este dinero para que los estudiantes no tengan que dejar la carrera? ¿Cuántos recursos podrían entregarse en cada instituto para las materias y actividades que lo requieren? Por ejemplo, con el impuesto del 1% a los sectores más ricos con los que el Gobierno hace negocios, cada uno de los estudiantes terciarios podría recibir una beca integral equivalente a la mitad de la canasta familiar. Esto evitaría la deserción por falta de dinero para los apuntes, comida, alquileres para vivir cerca de las cursadas, y transporte, en donde se hace indispensable un boleto educativo universal.
Quienes a pesar de todas estas trabas, sostienen dia a dia la educación pública y la formación de futuros educadores son los docentes y estudiantes, justamente quienes no fueron consultados por el gobierno para elaborar este proyecto que no da respuesta ni a una sola de todas problemáticas. El macrismo se propone impulsar una universidad al estilo PRO, cada vez más elitista y meritocrática donde quienes no tengan las posibilidades materiales van a seguir afrontando las mismas dificultades o incluso ni logren acceder. Pero los últimos meses del 2017 dejaron en claro que la comunidad educativa no está dispuesta a dejar pasar esto.