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Red Internacional
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CRISIS EN EL PARTIDO SOCIALISTA. Los resultados electorales en el País Vasco y Galicia hacen estallar al PSOE

Los nefastos resultados en los comicios vascos y gallegos, de nuevo marcando suelos históricos del partido en unos comicios, en este caso autonómicos, dejan a tumba abierta la guerra interna del PSOE.

Ivan Vela @Ivan_Borvba

Martes 27 de septiembre de 2016

Foto: EFE

No hay marcha atrás, el tiempo del silencio, las metáforas y las alusiones veladas entre barones se acabó en las filas del partido socialista. La jornada electoral del pasado domingo terminó por derribar los cimientos de arena que hoy sustentan al PSOE.

Sánchez y los suyos buscan celebrar el 39º Congreso del Partido Socialista en Octubre, donde las bases voten al Secretario General. Sus opositores, nada menos que todos los presidentes autonómicos menos Francina Armengol de Baleares, apostarán porque ese Congreso no se celebre y la actual dirección asuma responsabilidades políticas.

La resaca de un mal trago

Ayer lunes y tras haber vuelto a cosechar los peores resultados en unas elecciones, esta vez en el País Vasco y Galicia, se reunían en Ferraz los 25 miembros de la comisión permanente - versión reducida de la dirección socialista de 36 miembros - con Pedro Sánchez a la cabeza.

Se anticipaban ya desde el domingo a medianoche las líneas que el actual ejecutivo del partido socialista tenía trazadas para el encuentro con parte de los miembros de la dirección. El Secretario de Organización, César Luena ya apuntaba ante los medios el mismo domingo que "No estamos satisfechos con estos resultados, que no son positivos para el PSOE" y agregó que "Es un resultado negativo en ambas comunidades autónomas, también les diré en una campaña con unas condiciones muy difíciles para el PSOE".

No obstante, en una batalla interna que ya nadie disimula, no hay margen para el autocastigo, y tras limitarse a definir lo que resulta una evidencia (los penosos resultados electorales), la estrategia de la ejecutiva socialistas pasa por tomar la iniciativa.

En este sentido Pedro Sánchez ha salido del encuentro, -que duró más de 4 horas en Ferraz-, con la intención de defender desde hoy mismo y hasta el próximo sábado, fecha de celebración del Comité Federal, su voluntad de seguir, por un lado, buscando las vías necesarias para alcanzar un pacto que evite que Rajoy vuelva a la Moncloa, y por otro lado la intención de convocar el 39º Congreso del PSOE el próximo Octubre, donde además se vote al Secretario General.

El actual líder socialista busca así que el impacto mediático y el alboroto interno no se centren en la debacle electoral. No se debe obviar que Pedro Sánchez ha tenido un rol protagonista en ambas campañas, con repetidas comparecencias en actos públicos. Más aún en el caso del candidato por el Partido Socialista Gallego, Xóaquin Fernández Laicega, apuesta directa de la actual dirección del PSOE y que se volcó tanto en el proceso de primarias como en la campaña electoral.

Parece difícil escurrir el bulto cuando se cosechan 7 escaños menos en el País Vasco que lo sitúan como cuarta fuerza (en comparación con 2012) y cuando en Galicia pierden 4 escaños, pasando de 18 en 2012 a 14. Además en el caso gallego hay un aspecto que agrava la situación, y es que En Marea, la coalición en la cual se integra Podemos, le alcanza en escaños y le supera en más de 16.000 votos.

Con este anuncio Sánchez busca tomar la iniciativa frente a los barones "de la oposición" y jugársela todo a una carta. Que las bases aprueben sin miramientos su estrategia de "no" a Rajoy olvidando la pésima gestión que ha llevado al partido a una situación electoral desconocida. Las encuestas de los últimos meses y los mensajes de las bases que se han escuchado en los actos públicos son su clavo ardiendo.

El hacha de guerra desenterrada

La derrota electoral del pasado 26J en Andalucía, feudo de Susana Díaz pareció debilitar al bloque opositor de Sánchez. Mientras el candidato frenaba el sorpasso de Podemos y veía como su estrategia del "no" a Rajoy calaba en las bases, los opositores veían a su particular líder perder en su feudo histórico.

Pero ayer los vientos electorales del norte trajeron tormenta para Sánchez y sol para Susana Díaz y los suyos. Los nefatos resultados en el País Vasco y Galicia han sido atacados por varios miembros del partido socialista con balances de una dureza digna de haber sido escritos en la calle Génova.

Uno de los más rápido en responder a la intención del candidato socialista de convocar el Congreso, ha sido Eduardo Medina, quién perdiera la secretaría general contra el propio Sánchez. Utilizando su cuenta de Twitter, Medina ha apuntado "Hundimiento electoral inmenso. Deben asumir sus responsabilidades y el PSOE cambiar el rumbo. Un Congreso ahora nos lleva a otras elecciones". La opinión de Medina no es ni mucho menos residual. En la Comisión Permanente no menos de 12 de sus miembros son críticos con el Secretario General y están en contra de la línea que propone.

Otros miembros relevantes del partido también se han pronunciado, como el número dos del partido socialista en Andalucía. Cornejo no se ha salido del guion, y ha vuelto a repetir que "no es el momento de celebrar Congresos, sino de tomar responsabilidades políticas", y recuerda que tras las primeras elecciones de diciembre fue Pedro Sánchez quién defendió no celebrar el Congreso hasta que hubiera un nuevo gobierno. Además ha definido sin paliativos que las derrotas electorales que viene acumulando la dirección de Sánchez "son históricas".

Cornejo no ha querido ser más explícito frente a la posibilidad de que el PSOE andaluz pida la dimisión de Sánchez, pero sí ha recordado las dimisiones de Almunia y Rubalcaba tras derrotas electorales. A buen entendedor, sobran las palabras.

En la línea de Medina y Cornejo se ha situado José Blanco, al compartir en su cuenta de Twitter "Desolado. Qué más tiene que pasar para que el PSOE reflexione". Del mismo modo el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha exigido "responsabilidad, racionalidad y responsabilidad".

Con el tiempo para las buenas caras agotado, ambas partes aseguran contar con la mayoría de apoyos y según fuentes internas los apoyos a Sánchez y Díaz pueden estar muy cercanos al 50%. El actual candidato se encomienda a las bases y a la líder andaluza a que la relación de fuerzas dentro del partido sea tan insostenible provoque definitivamente la marcha de Sánchez.

Ambas opciones cuentan con contradicciones que ahora mismo quedan sepultadas por la lucha personal entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. Unas nuevas elecciones podrían hundir aún más al partido socialista, pero un apoyo, aunque venga dado por la abstención, al Partido Popular podría ser el primer paso de la "pasokización" del PSOE.

La crisis del Régimen "por arriba", expresado en este caso por la crisis de gobernabilidad, ha golpeado al PSOE con dureza. Ayer lunes se produjo el primer paso hacia un camino de enfrentamiento y no retorno. Como quede la pata social-liberal del Régimen aún está por ver.