No a los despidos. Los trabajadores de Cabo Vírgenes luchan por su reincorporación

Empieza este domingo 3 de abril, el quinto día de lucha contra los despidos en la empresa Cabo Vírgenes. Se mantiene el acampe en los portones de la empresa y los despedidos con el apoyo de sus compañeros y compañeras de trabajo están decididos a sostener la lucha hasta lograr la reincorporación a sus fuentes de trabajo.

El día viernes 1° de abril se realizó la audiencia entre la patronal y los tres despedidos, por los despidos efectuados por la patronal de cabo Vírgenes el miércoles 30 de marzo. Antes de la audiencia, otra trabajadora (que había sido reincorporada en febrero) recibió también un telegrama de despido, elevando la cantidad de despidos a 4, todos referentes de la lucha de diciembre que logró la reincorporación de los 20 despedidos en febrero pasado, luego de 45 días de lucha.

Como nos decían los mismos trabajadores en el acampe, que en las reuniones de febrero y cuando se logró la reincorporación, la empresa venía y nos decía que estaba abierto al diálogo, que no quería más conflicto, que quería tener una buena relación con los trabajadores, que iba a tomar medidas con sus empleados de recursos humanos, y bla, bla bla, pero esas palabras se las llevó el viento y esta semana que terminó los volvió a despedir.

La respuesta de esta patronal con empresas en España, Comodoro Rivadavia, que acaba de inaugurar un muelle propio en Rawson es clara, quiere avanzar y ratificó los despidos de los 4 trabajadores. Su plan es despedir a las y los efectivos, que son entre 20 y 30 en la planta y aumentar sus ganancias, sobreexplotando a las y los trabajadores contratados, avanzando en la precarización de los 400 trabajadores en esta situación.

Recordemos que la industria vinculada a la explotación ictícola en la provincia es una de las actividades más importantes luego de la explotación del petróleo en la zona sur de la provincia en la cuenca del golfo de San Jorge. La explotación principal es del langostino, pero también se explota el calamar y la merluza en el extenso litoral marítimo de la provincia.

Estos despidos se dan a días de haber finalizado la primera parte de la temporada de langostino y un parate de la producción hasta junio, donde se inicia la segunda parte de la temporada 2022.

Hasta el día de hoy, la subsecretaría de trabajo de la provincia se niega a declarar que es un conflicto colectivo, jugando a favor de los despidos a cuenta gotas que está efectuando la empresa como parte de su plan de guerra contra las y los trabajadores.

El sindicato de alimentación, STIA, al cual está afiliados y/o hacen aportes “solidarios” los trabajadores viene acompañando la demanda de reincorporación que levantan los despedidos. Hay que poner toda la fuerza de este importante sindicato industrial de la provincia para lograr la reincorporación de los 4 despedidos.

Un paro provincial de todas las fábricas de la alimentación que agrupan a más de 10 mil trabajadores sería un importante punto de apoyo para derrotar este ataque en Cabo Vírgenes y pelear por acabar con el contrato que aplican las patronales, similar al de la zafra, donde durante los meses de temporada de pesca son sobreexplotados y reciben salarios en pesos, mientras los empresarios amasan fortunas en dólares y cuando termina la temporada le rescinden el contrato y se quedan sin salario los contratados y los efectivos solo reciben una garantía salarial.

Con la fuerza que demostraron las y los trabajadores de la alimentación en la rebelión popular de diciembre, junto a los portuarios y marítimos, cuando se derrotó la zonificación minera de Arcioni, con la fuerza de la lucha que le ganó una batalla al plan de guerra de la patronal de Cabo Vírgenes y logró la reincorporación de los despedidos en febrero, sumando al importante movimiento ambiental de la provincia se puede derrotar este nuevo ataque y lograr la reincorporación de los despedidos.