La “coronacrisis” se ha metido en todos los rincones de la educación, son nuestros estudiantes y sus familias los más afectados por las medidas de hambre y precarizadoras que ha tomado el gobierno de Piñera y los grandes empresarios. Pero los y las trabajadores de la educación no nos quedamos sentados esperando, podemos dar una respuesta.
Viernes 22 de mayo de 2020
La pandemia por coronavirus ha expuesto cruelmente la desigualdad social que se vive en nuestro país, mostrando cada día cómo se agudiza esta situación a medida que a más familias se les ha visto atacado su sustento, tanto por despido o suspensión como por rebaja salarial, quedando sin ingresos tras las decisiones de empresarios de muchos comercios, obras de construcción, minería y demás sectores laborales. También por responsabilidad de la mal llamada “ley de protección del empleo”, que es profundamente anti-trabajadores y que fue aprobada en el parlamento por la derecha y sectores de la oposición como el Partido Comunista, que ha permitido el despido y suspensión de miles de trabajadores y trabajadoras.
La ampliación de la cuarentena obligatoria en Antofagasta y otras regiones del país ha hecho que esta situación se vuelva más insostenible, con ejemplos como los levantamientos de las poblaciones en la comuna de El Bosque en Santiago y otros puntos del país, que reclaman tener hambre, exigiendo pan, salud y trabajo o los mineros de Guanaco y Franke que están en huelga contra el abuso patronal y para no llegar a “tener hambre”, y que a cambio el gobierno responde con represión y criminalización a todos los que se levantan. Esta situación de escasez y no tener qué comer repercute directamente en nuestros alumnos y alumnas, que son vulnerables, y sus familias que ya fueron afectadas con los despidos o suspensiones.
En este escenario, se les impone a los estudiantes una educación online, en la educación municipal la gran mayoría de ellos, no cuentan con acceso a internet, celular, computador ni menos plataformas digitales. Muchos ni siquiera cuentan con un lugar para hacer sus tareas. Y lo peor ahora nos vemos en la terrible posición de tener alumnos pasando hambre, literalmente, sin nada que comer. A éstos mismos niños nos piden que les exijamos cumplir con tareas.
El gobierno de Piñera está lejos de empatizar con esta realidad. Figueroa y Mañalich aseguran que se retomarían gradualmente las clases presenciales con el famoso plan de “retorno seguro”, que presionados por la realidad no pueden concretar, pero es parte de sus intenciones de instalar una “nueva normalidad” siniestra y brutal, una realidad que pretende que nuestros estudiantes, muchos de ellos de campamentos, que ni siquiera tienen acceso al agua potable vuelvan a clases.
Desde nuestra vereda como profesores y demás trabajadores de la educación, es imperante que nos involucremos e impulsemos iniciativas de unidad con las y los apoderados y estudiantes, donde generemos coordinación con otros sectores de trabajadores y pobladores que comienzan a organizar la resistencia como ahora también se sumaron los despedidos de LATAM que se proponen pelear la reincorporación a su trabajo.
Si nos organizamos podemos responder desde lo más básico: canastas de alimentos, colecta de dinero. Así como lo están haciendo distintos trabajadores de liceos como en el Liceo Comercial ISCA, el B13, el Liceo Técnico y otros. Y esto también se lo propusieron diversos delegados del comunal del Colegio de Profesores de Antofagasta al votar en la última asamblea gremial crear una “comisión social” que se ha activado y ha ido en ayuda de las familias de nuestros estudiantes.
Frente a esto Patricia Romo, presidenta del comunal del Colegio de Profesores y parte de la agrupación Nuestra Clase, nos comenta: “La Comisión Social, se conformó en la última asamblea virtual del Colegio de Profesores y ha estado ayudando a distintas iniciativas, en distintas ocasiones, en esta última fuimos, tres veces, llevando alimento, mercadería, ropa de cama, cosas para la cocina y otros elementos necesarios, a las familias afectadas por el incendio en la población Osvaldo Muñoz. Esta recolección de ayuda, tuvo que ser a domicilio, debido a la cuarentena y por las medidas sanitarias impuestas por el gobierno. Como Comisión Social, nos activamos para ir a recolectar esta ayuda, donde colaboraron Profesores, Trabajadores del PIE, del área Psicosocial, Co docentes o Asistentes de la Educación y Asistentes de Aulas. Lo que buscamos hacer, es poder realizar un trabajo más sistemático y tener un lugar de acopio permanente, que nos ayude a enfrentar, todo lo que se viene producto de la cesantía y la pobreza a la que nos somete el gobierno de Sebastián Piñera en esta crisis sanitaria.”
Comisión social en apoyo a las familias víctima de un incendio en Antofagasta, donde hay algunos que son parte de distintos liceos de la educación municipal
Además necesitamos medidas urgentes en un plan de emergencia, como incluir el acceso libre y gratuito a internet para todas las familias y docentes, que se rehabiliten todas las líneas que han sido bloqueadas por falta de pago y se postergue el vencimiento de esas cuentas, junto a la condonación de las cuentas de todos los servicios básicos que son empresas multimillonarias. Pero todo esto tiene que partir porque se prohíban los despidos, las rebajas salariales y las suspensiones, y que se entregue un sueldo de emergencia de 500 mil pesos para todas las personas cesantes y pensionadas. Esto también tenemos que exigir las y los docentes, unir nuestras demandas junto a las del conjunto de las familias trabajadoras.
Todo esto es importante financiarlo con el impuesto a las grandes fortunas de al menos las 10 familias más ricas del país que el gobierno ha blindado y que se han enriquecido los bolsillos todos estos años. Solo de esta manera podremos tener una continuidad pedagógica y un proceso real de enseñanza-aprendizaje para nuestros estudiantes.

Nancy Lanzarini
Profesora de Lenguaje y Comunicación.