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Red Internacional
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CRISIS ZONAS DE SACRIFICIO. Los trabajadores y la comunidad podemos dar una solución ante las crisis de contaminación

En medio de la crisis de Quintero y Puchuncaví, los dardos se disparan contra Luksic y la contaminación en la ciudad de Antofagasta.

Viernes 14 de septiembre de 2018

El año 2015 el Colegio Médico de Antofagasta presentó un informe a la cámara de diputados, denunciando la contaminación y el impacto en la población, del trasvasije de concentrados de metales pesados a la hora de embarcar en el puerto de Antofagasta Terminal Internacional (ATI), que se encuentra en medio de la ciudad y donde el grupo Luksic es el accionista mayoritario. En dicho informe, se denuncia la alta tasa de mortalidad por cáncer bronco pulmonar, vesical y renal.

En 1998 se declaró zona de catástrofe, producto del acopio de plomo que se mantuvo en el patio del ferrocarril. El Mercurio de Santiago, consignó que 206 niños contenían en su sangre un nivel de 10 microgramos de plomo por 100ml, los cuales mayoritariamente vivían en las inmediaciones del Ferrocarril Antofagasta Bolivia, también del grupo Luksic.

Desde ese tiempo, es decir, hace 20 años atrás, que se exigen medidas mínimas, como la pavimentación de los patios de FCAB, ratificadas en el informe emitido el 2015 por el Colegio Médico, pero que aún no se hace efectivo. Al grupo Luksic le importa tan poco la salud de la población de Antofagasta y los trabajadores de sus empresas, que se toma "todo el tiempo del mundo" para implementar medidas tan básicas y urgentes como ésta.

A inicios del presente año, el gremio planteó medidas contingentes para enfrentar la contaminación ambiental y sus efectos en la salud de la población, entre ellas “1.- Que se requiera a la Municipalidad de Antofagasta, el lavado de calles del sector centro de la ciudad, dos a tres veces al día, en camiones con regaderas finas, en su parte posterior, para impedir la resuspensión de polvo metálico en el aire de la comuna. 2.- Solicitar a la población, que en sus hogares, principalmente en el centro de Antofagasta, se mantengan cerradas puertas y ventanas, para evitar el ingreso de las partículas metálicas. 3.- Disposición de guarda polvos bajo la puerta de acceso a las viviendas. 4.- Lavado constante de manos, sobre todo en los niños, como asimismo en sus juguetes, para evitar complicaciones en salud en los menores de edad. 5.- Aseo húmedo de pisos y superficies, tanto internas como externas de las viviendas, cuyos elementos de aseo posteriormente deben ser eliminados en contenedores sellados, manipulación de dichos artículos, que debe evitar el contacto con la piel, vías respiratorias y ojos. 6.- Disposición, en lo posible, de purificadores de aire al interior del hogar, centros de salud, salas de clase y oficinas públicas, que impidan el aumento de cuadros obstructivos pulmonares y el ingreso de partículas metálicas a las vías respiratorias. 7.- Evitar el consumo de cigarrillos. 8.- Consumo de alimentación sana, que privilegie verduras, frutas y líquidos. 9.- Uso de mascarillas para evitar el polvo, sobre todo si se va a circular por el sector cercano al puerto de la ciudad. 10.- La eliminación total de todo tipo de actividades de espectáculo, culturales, recreativas y visitas escolares al puerto de Antofagasta y el Ferrocarril Antofagasta a Bolivia, por su calidad de zonas de operacionales de alto riesgo por maniobras con concentrados. 11.- Que las autoridades y empresas aceleren la pavimentación de todas las zonas de tierra, principalmente en los patios del Ferrocarril Antofagasta a Bolivia y zonas cercanas al puerto”. A su vez denuncian que “cada día circulan al puerto de Antofagasta, 115 camiones encargados no herméticos y cada noche 54 vagones de tren, con concentrado de cobre ultrafino y polimetálico, cuya constitución química resulta cancerígena, de ser inhalada por el ser humano”. (Fuente: Soy Chile)

Si bien estas medidas son importantes, cabe preguntarse, si realmente son las y los trabajadores, las familias, quienes deben hacerse responsable de financiar un plan de descontaminación, pues llevar adelante una alimentación saludable y la limpieza a fondo de casas y lugares aledaños, se hace complejo con sueldos bajos, en una las regiones más caras y con mayor desempleo, con tiempos acotados entre el cuidado de los hijos y los quehaceres del hogar.

Entonces ¿quiénes son los responsables?

Este 6 de septiembre el Colegio Médico se volvió a pronunciar contra la empresa de Luksic, esta vez para rechazar el nuevo método de trasvasije de cobre y metales pesados anunciados por AIT y FCAB con la preocupación del aumento de casos de cáncer broncopulmonar. También denunció al gobierno regional y nacional y a la municipalidad quienes no han aplicado aún el plan sanitario de contingencia propuesto a inicios de año.

El Colegio Médico, ha impulsado una investigación independiente, la cual ha sido omitida por los gobiernos, tanto de la Nueva Mayoría como de la derecha de Piñera, siendo importante para abordar esta problemática, que más sectores de profesionales y trabajadores de la salud, desarrollen investigaciones y estudios independientes, que cuestione las mediciones que hoy permiten que las empresas sigan contaminando.

Hoy Luksic agita el cierre total del puerto, amenaza, como lo hizo con los trabajadores despedidos de FCAB que luchan por su reincorporación, con dejar a cientos de trabajadores en la calle, no le basta con ser uno de los agentes de la contaminación ambiental, además busca convertirse en el baluarte del desempleo, otro de los grandes problemas de la región minera.

¿Qué es necesario?

Es necesario un plan de emergencia sanitario, discutido con los trabajadores y la comunidad para decir No + zonas de sacrificio, porque si hasta el día de hoy no se ha cumplido el mínimo plan sanitario impulsado por el Colegio Médico, muestra que no se puede tener ninguna tipo de confianza en los gobiernos de turno ni en los empresarios, que lucran con la vida de miles, que la única salida estará en mano de los trabajadores y la comunidad.

Las empresas se han negado a cambiar sus prácticas altamente contaminantes, evitando invertir en tecnología y en los planes de descontaminación necesarios, enriqueciéndose a costa de la salud de las personas. Para asegurar el financiamiento de todas las modificaciones tecnológicas y productivas, es necesario que luchemos porque las empresas pasen a ser propiedad del Estado y a ser controladas por las y los trabajadores, en coordinación con la comunidad, ya que esta es la única forma que las necesidades sociales, como el cuidado del medio ambiente y el trabajo, sean garantizadas y no estén sometidas a los intereses empresariales del gobierno de turno.

Medidas propuestas por el Colegio Médico como el cierre temporal del galpón RAEC o cualquier otra decisión que implique planificar la producción y el transporte de minerales priorizando la salud humana y el entorno, es imposible sin chocar con Luksic, que lava su imagen mientas nos mata de cáncer y nos deja sin trabajo como en FCAB, y sólo puede realizarse bajo el acuerdo de las y los trabajadores y la discusión colectiva con la comunidad asegurando que no haya despidos, ni suspensión del salario, asegurando también su reapertura en una zona alejada, donde los empresarios se hagan cargo de los costos asociados a las enfermedades y contaminación ambiental.

Además, la contaminación aumenta exponencialmente con la sobreexplotación de los recursos naturales, provocada por la sed de ganancia de los capitalistas extranjeros y nacionales, que mantiene a la población expuesta a la intoxicación con metales pesados.

El Estado debe garantizar tecnología de punta, y la gestión de la producción, debe recaer en manos de trabajadores y la comunidad, los únicos realmente interesados en que la producción sea compatible con la salud y el entorno, asegurando cambios tecnológicos necesarios y planes de salud preventivos, curativos y paliativos para que no haya más niños de plomo, para que no haya más zonas de sacrificio. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.