El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes celebraba una manifestación por las calles de la ciudad contra el racismo institucional y en memoria de Mmame Mbage, muerto el día anterior tras ser perseguido por la policía.

Arsen Sabaté Barcelona | @ArsenSabate
Sábado 17 de marzo de 2018

Foto: Antonio Litov/ ED
Este viernes el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona junto a todo el colectivo de manteros de la ciudad convocaba a una gran manifestación en repudio contra el racismo institucional y en memoria del compañero Mmame Mbage, muerto 24 horas antes durante el transcurso de una persecución policial.
Y es que el jueves por la tarde, Mbage se encontraba vendiendo con su manta en el centro de Madrid, lo que hacen cada día para sobrevivir miles de inmigrantes, hasta que la policía municipal inició una persecución que terminó con la muerte del joven de origen senegalés, desplomado por un fallo cardíaco en plena calle. Su trágica muerte encendió la ira entre sus compañeros manteros, los inmigrantes de Lavapiés, vecinos y jóvenes que se encontraban en ese momento en el barrio, desatando una protesta espontánea que terminó con duras cargas policiales.
A raíz de los hechos del día anterior, el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, colectivo que lleva años luchando por el fin de la criminalización hacia uno de los sectores más desprotegidos de la sociedad como son los inmigrantes, convocaba a una manifestación.
[VIDEO] #aramateix #Barcelona Manifestació per la mort de #MmameMbage en #Madrid. #MmameMbaye #manteros #manters @sindicatomanter pic.twitter.com/b5ibB1tpEp
— EsquerraDiari.cat (@EsDiariCat) 16 de marzo de 2018
En la protesta, que cruzó algunas de las calles más céntricas de la ciudad, se pudo escuchar a cientos de manteros junto a diferentes colectivos sociales y organizaciones de izquierda gritar cánticos como “Ningún ser humano es ilegal”, “Ni un mantero menos” o “Policía asesina”.
#aramateix #Barcelona Manifestació per la mort de #MmameMbage en #Madrid Prou racisme institucional! #manteros #manters @sindicatomanter pic.twitter.com/68MFVURbpC
— EsquerraDiari.cat (@EsDiariCat) 16 de marzo de 2018
En Madrid, a la misma hora, también se convocó a una multitudinaria manifestación con miles de personas pidiendo justicia por la muerte de Mmame Mbage y contra la criminalización de la protesta de la noche anterior.
Avui a Lavapiés #JusticiaMameMbaye (1/2) pic.twitter.com/IAGkBqMfEo
— EsquerraDiari.cat (@EsDiariCat) 16 de marzo de 2018
A continuación reproducimos el comunicado del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona en solidaridad con sus compañeros de Madrid leído al término de la manifestación.
Desde el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona denunciamos otra muerte de uno de nuestros compañeros por la brutalidad y el abuso policial.
Esta vez le ha tocado a un compañero llamado Mame Mbaye Ndiaye. Nuestro compañero perdió su vida ayer en Madrid a causa de una parada cardíaca tras una brutal persecución policial. Si en este país se respetaran los derechos humanos de los inmigrantes, su muerte podría haber sido evitada.
Mame Mbaye era un compañero de 35 años. Senegalés como nosotros, trabajaba en la venta ambulante, como nosotros. Llevaba catorce años residiendo en España, como muchos de nosotros, y no tenía papeles, como la mayoría de nosotros. Él, por desgracia, no tuvo tanta suerte como nosotros y ayer perdió la vida tras correr delante de la policía.
La actuación policial fue la responsable directa de la muerte de nuestro compañero. Pero hay un responsable superior a la policía: la Ley de extranjería, el gobierno y las instituciones que la aplican. Su racismo es el asesino. Su racismo hace que seamos siempre ilegales a ojos del sistema, que seamos delincuentes.
Mame Mbaye era una persona más que inmigró para ganarse la vida dignamente como todos nosotros. Él no cometió ningún delito, pero la policía le acosaba cada día. Como a tantos otros. En Madrid, en Barcelona, en Valencia... En todo el territorio.
El Ayuntamiento de Madrid ya ha anunciado que iniciará una investigación rápida. Habla de que se hará justicia. Pero, ¿cómo podemos confiar en su justicia? Una justicia que ampara leyes discriminatorias como la de Extranjería que condena a las personas, refugiadas y migrantes, a vivir sin poder trabajar regularmente, que las margina socialmente, que les impide reagrupar a su familia, y que les priva de un techo y de sus legítimos derechos.
Solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas, en la movilización de toda la sociedad. Si los inmigrantes ven cada día pisoteados sus derechos, la sociedad entera carece de derechos y no puede considerarse ni justa, ni libre, ni democrática.
NI UN MANTERO MENOS.
LA VIDA MANTERA IMPORTA.