La última colección de bolsos “Mexicaba” de Chistian Louboutin ha generado indignación.
Miércoles 12 de julio de 2017
La última colección de bolsos “Mexicaba” de Chistian Louboutin ha generado indignación. Esconde en su “colaboración” el trabajo artesanal de mujeres indígenas con muy bajos sueldos: se llama explotación.
Christian Louboutin, “celebra la cultura mexicana” diseñando un bolso con mujeres indígenas de la península de Yucatán, pagando 237 pesos por un bolso que en el mercado se vende en 28 mil pesos.
Las fotos en redes que comenzaron la campaña publicitaria de la colección de bolsos “Mexicaba”, mostraban al diseñador francés Chistian Louboutin hincado ante una mujer indígena en “agradecimiento y reconocimiento del virtuoso y creativo trabajo” realizado en el taller Maya, en Yucatán, durante su estancia para trabajar las piezas de su última colección. Más de 40 comunidades de la península yucateca participaron en la elaboración de los 2 mil bordados que el diseñador encargó con sueldos miserables.
Cuando la noticia escaló en redes por el pago que recibieron las indígenas mayas por su trabajo, 12 euros por 1,300 euros en que se vendió cada pieza, Graciela Zavala, coordinadora entre la firma y los artesanos, aseguró que el beneficio de los artesanos se reflejaba en el 10% que “donaba el diseñador francés por su labor”.
Graciela Zavala, perteneciente a la Organización Mundial de Comercio Justo (WFTO), asegura que en el proyecto de bolsos “Mexicaba”, los 150 artesanos que participaron, recibieron un pago justo por el trabajo realizado. Así también, Chistian Louboutin, señala que “a nadie se le obligó a realizar ningún trabajo, la marca les dio los materiales y recibirán un donativo para apoyar el Taller Maya y preservar su trabajo”.
La WFTO presente en 70 países con 324 organizaciones registradas, trabaja sobre todo en América Latina, África y Asia que representan poco más de dos terceras partes, con la misión de mejorar las condiciones de vida y bienestar de los productores”.
No obstante, la realidad contrasta con sus objetivos. Un claro ejemplo de ello, son la colección de bolsos “Mexicaba”, ya que los productores se quedan con una ínfima parte de las ganancias de firmas de lujo como Louboutin, que adquieren precios en el mercado exorbitantes con el trabajo artesanal y la cultura de comunidades indígenas. A estos trabajos de las indígenas mayas se suma el trabajo de artesanas africanas que trabajan con la firma desde la colección Aricaba, mediada por la WFTO.
La red de WFTO coordina el trabajo con comunidades y marcas, cuyo mayor beneficio lo tiene las empresas que controlan la importación, distribución y venta de los productos elaborados en comunidades, vendidos en el mercado bajo el eslogan “artesanal y orgánico” por lo que alcanzan un mayor valor en sus ventas.
«Explotación y la cultura indígena como mercancía»
Si el folklore reduce las culturas a una simple pantalla de atracción, en estos tiempos de neoliberalismo y crisis, se convierte en una mercancía más: con mucho color y exuberancia generadora de altas ganancias.
Colores, bordados, elementos simbólicos de la cultura maya trabajados por mujeres artesanas, ahora alcanzaron una venta total en el mercado de 2 mil bolsos con un precio de 28 euros, mientras las trabajadoras aseguraron recibir alrededor de7 mil pesos durante 5 meses de trabajo y nunca supieron en cuánto sería vendido su trabajo. Entre el hambre y la pobreza, las trabajadoras agradecen haber recibido este dinero para contribuir en el gasto de sus casas y aseguran que nunca se les dijo en cuánto sería vendido su trabajo.
Sin embargo, no hay ningún reconocimiento ni trabajo justo para las indígenas mayas que reciben un sueldo como “ensambladoras” cuando son quienes producen y cuyo beneficio es altamente redituable para la firma Louboutin quien se queda con casi el total de las ganancias y la WFTO también como responsable de perpetuar la subordinación de artesanos y campesinos a las grandes firmas y multinacionales.
Los pueblos indígenas son explotados en México. Ellos requieren la solidaridad de organizaciones de derechos humanos, organizaciones sindicales democráticas y el movimiento estudiantil.