La reforma laboral próxima a aprobarse en el senado, expresa la subordinación a EE UU al ser un requisito para dar inicio al T-MEC como continuidad de la política de precarización laboral y ataques a nuestras conquistas como trabajadores.
Lunes 22 de abril de 2019
Contrario a la propaganda que se le hace desde la presidencia y otras instancias de gobierno, esta reforma no garantizaría la democracia sindical de las y los trabajadores.
La verdadera democracia sindical será la que pueda emanar desde las bases y garantice que los sindicatos se vuelvan herramientas de lucha, haciendo a un lado a los charros corruptos y sin ninguna confianza en la intervención del Estado en los sindicatos, como buscan hacer AMLO y su secretaria del Trabajo María Teresa Alcalde.
Por el contrario, bajo la supuesta “libertad sindical” de la 4T lo que se busca es
dividir nuestras filas y atomizar la fuerza de los sindicatos. Quieren evitar así que se pueda forjar una unidad obrera (con libertad de tendencias) para enfrentar al charrismo y al Estado capitalista y sus planes antiobreros.
dividir nuestras filas y atomizar la fuerza de los sindicatos. Quieren evitar así que se pueda forjar una unidad obrera (con libertad de tendencias) para enfrentar al charrismo y al Estado capitalista y sus planes antiobreros.
la reforma laboral deja intacto el régimen de outsourcing que priva de estabilidad laboral, seguridad social y derechos sindicales a millones de trabajadores, para ser contratados de manera temporal sin generar antigüedad, imponiendo así una nueva división (sindicalizados y subcontratados) y pone en bandeja de plata la mano de obra precarizada para las grandes transnacionales que saldrán beneficiadas del T-MEC.
Para nosotros como trabajadores universitarios, la reforma continúa siendo restrictiva para nuestras maneras organizativas ya que restringe a los sindicatos universitarios para conformarse como sindicatos de docentes, administrativos o mixtos únicamente al interior de una sola institución, violando el acuerdo 87 de la OIT que contempla libertad de asociación como los trabajadores consideren conveniente.
Esto es expresión del apriete imperialista en la vida económica y laboral del país, que a su vez es parte de la ofensiva estadounidense en toda Latinoamérica que se lleva a cabo a través de los gobiernos de derecha, entre los que destacan los Jair Bolsonaro (Brasil), Sebastián Piñera (Chile) y Mauricio Macri (Argentina). Estos testaferros del imperialismo, a la par de acrecentar la deuda externa vía prestamos del Fondo Monetario Internacional -de cuyos intereses son "pagadores adictos"- aprueban tratados similares al T- MEC y se hacen parte de las amenazas de intervención militar y masacre sobre el pueblo de Venezuela.
Este nuevo apriete de Estados Unidos tiene como objetivo afianzar su dominio de la región para dar la batalla comercial contra China que viene teniendo inversiones importantes en distintos países del cono sur y en nuestro país.
Este nuevo apriete de Estados Unidos tiene como objetivo afianzar su dominio de la región para dar la batalla comercial contra China que viene teniendo inversiones importantes en distintos países del cono sur y en nuestro país.
Es por esto que desde la agrupación clasista Desde las Bases creemos que es clave repudiar esta reforma laboral. Nada bueno puede venir para los trabajadores de la mano de Estados Unidos. Es necesario que así como Agustín Rodríguez llamó a un mitin para este martes en el senado y al cual se suma la Nueva Central de Trabajadores,
salgamos de manera combativa y unificada con los sindicatos que se reclaman democráticos para echar atrás esta reforma. En la movilización del próximo 1 de mayo los trabajadores tenemos que decir fuerte y claro: ¡Abajo la reforma laboral! ¡Fuera yankees de América Latina!
salgamos de manera combativa y unificada con los sindicatos que se reclaman democráticos para echar atrás esta reforma. En la movilización del próximo 1 de mayo los trabajadores tenemos que decir fuerte y claro: ¡Abajo la reforma laboral! ¡Fuera yankees de América Latina!
A su vez y en el marco de casi 80 días de huelga de los trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, es clave que peleemos por un plan unificado de lucha que impulse un paro en solidaridad con el SITUAM y a su vez organizarnos llamando a un Encuentro Nacional de Lucha, para articular todas las luchas y los sindicatos democráticos para pelear por la caída de la reforma laboral y sus planes de precarización laboral y injerencia en las filas sindicales.