La portavoz de la CRT y militante de la agrupación de mujeres Pan y Rosas denuncia el doble discurso del Gobierno PSOE – Unidas Podemos, que no le importa que las mujeres trabajadoras estén en la primera línea contra la pandemia, pero impide que estén en la primera línea de la lucha por sus derechos.
Martes 2 de marzo de 2021
Lucía Nistal: "El gobierno progresista prohíbe la manifestación del 8M" - YouTube
Primero vimos a la ministra de Sanidad diciendo que “no ha lugar” las movilizaciones del 8M. Después, luego, se concretó la prohibición en Madrid para manifestaciones de más de 500 personas. ¡Al aire libre! Ojalá les preocuparan tanto las aglomeraciones en el transporte o centros de trabajo y estudio.
Es increíble esta obsesión con prohibir las manifestaciones de la izquierda y los movimientos sociales, podemos hacer ya una lista: la del 14F en defensa de los servicios públicos, la de los pensionistas, ahora las del 8M. Sin embargo, a la extrema derecha le legalizan homenajes a la división azul.
Pero la ofensiva va más allá, este gobierno no solo prohíbe movilizaciones, también manda a la policía a cargar contra nosotras y detenernos, como estamos viendo en las movilizaciones de la juventud a raíz del caso Hasél, o ayer mismo en una manifestación en Madrid en defensa de la sanidad (en la que se cargó contra los manifestantes y se protegió a los nazis que habían ido a provocar).
Nos quieren arrebatar las calles, y desactivar la fuerza del movimiento de mujeres con medidas antidemocráticas que vulneran el derecho de manifestación y que, además, dan rienda suelta a la criminalización y ataques que sufre el movimiento de mujeres por parte de la derecha.
No podemos permitir que el Gobierno se arrogue el poder extraordinario de prohibir manifestaciones, según le plazca, con la excusa de la sanidad pública, mientras descargan la crisis sobre las trabajadoras.
Por eso, nos parece un grave error que desde la organización del 8M se acepten, sin dar la más mínima pelea, las directivas autoritarias de la delegación de gobierno, un retroceso para el movimiento de mujeres que se suma a la renuncia a impulsar una huelga estatal.
Compañeras, trabajadoras, migrantes, jóvenes, este 8M tenemos que tomar las calles, contra la violencia, por el cierre de los CIEs, por la derogación de la reforma laboral, contra la represión y contra la gestión policial de la pandemia, no podemos permitir que ese feminismo ministerial que tan lejos queda de nosotras desactive las calles. Nos sobran los motivos. Las mujeres trabajadoras han sido la mayoría en la primera línea durante la pandemia, nos toca estar en la primera línea de la lucha.