Viernes 18 de noviembre de 2016
Para Luciana Genro del MES, corriente interna del PSOL, la exigencia de más militarización y la propuesta reaccionaria de integración de la Guardia Municipal a la Brigada Militar, que entre otras derechadas la llevó a la aplastante derrota en las recientes elecciones municipales de Porto Alegre, no dejó lecciones.
En medio de los ataques del gobernador de Rio de Janeiro (PMDB) contra los empleados públicos de ese estado, Luciana aplaude a los agentes de las fuerzas represivas.
“Los trabajadores de seguridad pública han sido fundamentales en este proceso de lucha. Los policías militares y bomberos están en rebelión contra los proyectos del gobierno. Hoy mismo dos policías del batallón de choque, designados para reprimir las protestas, se rehusaron a obedecer y se juntaron a los manifestantes”, escribió Luciana en su cuenta de Facebook.
Docentes, trabajadores de la salud, estudiantes que se enfrentaron a la represión policial del gobierno, el parcelamiento de salarios y lasprecarias condiciones de enseñanza desaparecen del escenario. Para Luciana Genro, estos son los “fundamentales trabajadores de la seguridad pública” (llevaron incluso un camión de sonido en el que levantaron la bandera de “Intervención militar ya!”), que de trabajadores no tienen nada: son canes de guardia de la propiedad privada exigiendo mejores condiciones materiales de represión, y debilitan la lucha de empleados públicos.
La moda de aplaudir todo tipo de organización policial fue parte de la derechización del discurso político del MES, que en la figura de Genro defendió además la tercerización del trabajo y las sociedades público-privadas con empresarios en Porto Alegre, donde fue candidata a concejal.
Los policías que protestaban contra el paquete de ajustes de Pezão exigen ser tratados con privilegios corporativos diferenciados de los demás empleados públicos, dejando en claro que están a favor de que se concreten los ataques a trabajadores de la educación, la salud y demás sectores desde que ellos “queden fuera del paquete” del PMDB.
Esta división de la corporación policial, entre “fieles” e “infieles” al gobierno del estado, muestran dos facetas contrapuestas a los trabajadores y la población. La represión en la Asamblea Legislativa del Estado de Rio de Janeiro (ALERJ) no vino solo de la policía que hacía el cerco, sino también por parte de los que se estaban “manifestando”, como un policía jubilado que agredió a docentes con un spray de pimienta y otros que amenazaron a personas con banderas de organizaciones políticas de la izquierda.
Un complemento adecuado a la policía golpista del MES, por la vía de la reivindicación del juez de la “Lava Jato”, Sérgio Moro, como héroe nacional y la defensa religiosa de esa operación judicial, e incluso de las “Diez medidas contra la corrupción del MPF [fiscalía]” que busca generalizar las prácticas arbitrarias y represivas, atacando incluso el derecho a habeas corpus. O sea, un apoyo a la práctica de las prisiones preventivas, sin condena y sin posibilidad de defensa efectiva, de las condenas armadas sobre testimonios de “arrepentidos” que obtienen beneficios en sus condenas, sin necesidad de prueba material, métodos que hoy se vuelven en contra del PT y sectores de la casta política, pero que recaerán con aun más fuerza contra la clase trabajadora y los movimientos sociales.
En otro posteo, Luciana escribe que “Es preciso defender la continuidad de la Lava Jato, que investigue a todos!”, apoyando al juez de la Corte Suprema (STF) Luiz Roberto Barroso, jefe de campaña en la Corte de la reforma laboral y el fin del derecho a huelga de los empleados públicos.
Con esta secuencia de posiciones, Luciana Genro pone de manifiesto cómo su posición considera en primer lugar un “oposicionismO” abstracto, sin pensar en las clases sociales y programas. De esta manera dan lo mismo los procedimientos y objetivos de la operación Lava Jato, da lo mismo que los policías sean represores y quieran una intervención militar, lo que importa es ser oposición al gobierno. Esa posición se relaciona con su matriz teórica en la corriente conocida como morenismo, es continuidad de la absurda posición de su corriente que aplaudía a manifestantes facistas en Ucrania porque protestaban contra el gobierno. No considerar los sujetos, las clases y el programa lleva a abrazarse no solo con Moro sino con personajes de la extrema derecha.