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Red Internacional
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RECLAMOS. Luego de 10 meses se levantará el acampe qom

En una conferencia de prensa realizada el viernes los miembros de la organización Qopiwini anunciaron que este domingo levantarán el acampe que desde hace 10 meses sostienen en la Ciudad de Buenos Aires.

Sábado 5 de diciembre de 2015

En una conferencia de prensa realizada ayer viernes el qarashé Félix Díaz, junto a su compañera Amanda Asijak y otros miembros de la organización Qopiwini anunciaron que levantarán el acampe que desde hace más de 10 meses sostienen en el centro porteño.

En la mesa se encontraba también Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires y quien asumirá el 10 de diciembre como Secretario de Derechos Humanos a nivel nacional. También se encontraba Nora Cortiñas, madre de plaza de Mayo Línea Fundadora que durante estos meses acompañó incansablemente el acampe.

“Nos levantamos voluntariamente porque hay un compromiso con este gobierno nuevo, que va a resolver nuestros problemas, pero si no se resuelven, volvemos nuevamente a acampar” señaló Félix Díaz en relación a las causas por las que el acampe se levanta y aclaró que el funcionario “se comprometió a dialogar con los líderes indígenas cuando asuma Mauricio Macri y a partir de ahí vamos a proponer qué políticas queremos (…) Se comprometió a que el INAI será ocupado por indígenas, los pueblos indígenas tienen que consensuar quien ocupará la presidencia”. Aclaró que aunque el acampe se levanta, no están entregando la lucha a nadie, los que los preocupa es lo que está pasando en el territorio donde no hay agua ni acceso a la salud, y agregó que “una vez que asuman vamos a tener que insistir en el diálogo”.

Falsas promesas

En la campaña por el balotaje, Mauricio Macri visitó el acampe qom y prometió diálogo y recibirlos en la Rosada. Por su parte Claudio Avruj señaló que fue a reafirmar el compromiso de recibir a los pueblos originarios en casa de gobierno como primera medida. Anunció además la decisión política de que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) que hoy depende del Ministerio de Desarrollo Social, pase a la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos “porque entendemos que definitivamente los reclamos y los derechos de los pueblos originarios compete a los derechos humanos y no a una política asistencialista” y agregó que buscan “compromiso con los derechos humanos, sin cooptación, buscando el dialogo, el encuentro, la convivencia y el respeto…”

Fiel al estilo macrista, el funcionario habló de “dialogo, encuentro y convivencia”, pero evitó hablar del principal problema que afecta hoy a los originarios formoseños y que los llevó a montar el acampe en el centro político del país: el territorio. Félix Díaz mencionó que “el objetivo principal de los indígenas es la seguridad jurídica de los territorios, hay pueblos indígenas que tienen problemas con las empresas petroleras, con las sojeras, con las mineras, con las salineras, problemas que afectan al territorio”. Los pueblos originarios son expulsados y desalojados de sus territorios para favorecer a las grandes industrias extractivas, como la soja, la minería y el petróleo, entre otras.

Pero el problema del territorio no se puede resolver a favor de los pueblos originarios más que afectando los intereses de estas grandes empresas. Y todo indica que con el gobierno entrante eso no sucederá. El plan económico del macrismo favorecerá la llegada de la inversión extrajera, beneficiando al agropower, el petróleo y la minería entre otras ramas, donde quienes saldrán ganando serán los empresarios amigos y no los trabajadores y pueblos originarios.

Culpas

“Ojala que este gobierno que venga nos escuche y podamos construir, que no seamos perseguidos por la justicia, tenemos causas judiciales que nos imputan por usurpación y eso no tenemos que permitir”. Las palabras de Félix Díaz, que muestran un cierto grado de confianza y esperanza hacia el gobierno entrante, pueden sorprender a más de uno.

Sin embargo, el rol que jugó el gobierno nacional y el kirchnerismo en general en este conflicto, fue claro: durante los 10 meses que duró el acampe, pedían ser recibidos por la presidenta, pero el gobierno nacional se negó a recibirlos o darles algún tipo de respuesta. “Hemos tenido acercamiento al presidente del INAI, Daniel Fernández, pero nunca nos dio una solución al igual que el secretario de derechos humanos Martín Fresneda que nos mentía a cada rato de que iba a resolver problema”. “Este gobierno ha hecho muchas cosas por los ciudadanos argentinos, pero tiene una deuda con los pueblos indígenas. Han creado derechos indígenas pero no han llegado a nuestros territorios (…) no nos dieron la oportunidad de hablar directamente, de estrecharnos la mano”.

La política de ninguneo oficial, de promesas y acuerdos incumplidos, no se limitaron a los 10 meses de acampe, sino que fue una constante desde que el caso de la comunidad la primavera trascendió con la represión de noviembre de 2010. La falta de respuestas en estos 5 años demostraron que el kirchnerismo no tiene ningún interés en resolver el problema del territorio. Priman los intereses de las empresas y los gobernadores amigos.

Ante este panorama la visita de Macri al acampe y las promesas de diálogo muestran un horizonte que se presenta como más amigable para los originarios, aunque escondan un doble discurso.

Nora Cortiñas pidió estar alertas y controlar al nuevo gobierno: “que la lucha no haya sido para un ranchito o para los servicios que los gobiernos tienen obligación de dar a todos los habitantes de nuestro país. Están por el territorio y por su tierra. Si no lo consiguieran nosotros somos testigos en este momento de que vamos a seguir acompañando para que eso lo logre (…) Así que ese es el compromiso, para que acá no haya ninguna negociación para un cargo donde van a estar anulados y no van a poder luchar, que sea para que les den las tierras y los territorios, para eso los acompañamos. Acá hace falta que este gobierno que se compromete dé pruebas. Todos estamos comprometidos para seguirlo muy de cerca y espero que no nos llevemos ninguna desilusión porque sería muy doloroso.”

Tanto el kirchnerismo como el macrismo tendrán la oportunidad de mostrar sus buenas intenciones para con los pueblos originarios, con la discusión del proyecto de Ley de propiedad comunitaria indígena, presentado el jueves en el senado y en el cual se instrumenta y regula los derechos a la posesión y a la propiedad comunitaria de las tierras.

“No queremos ser mendigos ante el Estado, queremos ser sujetos de derecho para que se respete nuestra vida, para que la gente del monte no se siga muriendo de hambre, de enfermedades que son curables como la tuberculosis, neumonía, diabetes, etc. No queremos seguir mendigando a los municipios para que nos den agua, estar agradeciendo al gobierno por levantar un ranchito, un pozo, un aljibe porque son derechos humanos que nos corresponden”. Los reclamos de los pueblos originarios son sencillos pero profundos. Es el agua, es la vida, es el territorio. Son derechos humanos. Si los gobiernos salientes y venideros no lo garantizan, vendrán nuevos tiempos de lucha.