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Red Internacional
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Venezuela. Luego del Consejo Electoral pactado: Maduro y oposición avanzan en las negociaciones con el aval de la Unión Europea y EE. UU.

Las negociaciones y los acuerdos han avanzado de manera acelerada. Ya venían desde antes la elección del nuevo CNE, pero una vez definido el ente electoral, las declaraciones y los gestos políticos salen a la luz pública. Y no solo de factores políticos nacionales y hasta empresariales sino también desde la Unión Europea y Estados Unidos. Hasta Guaidó, para no quedarse atrás dio un giro en su política proponiendo negociar con Maduro, quién ha aceptado la propuesta.

Miércoles 12 de mayo de 2021 23:39

Lo que ya se conocía era que el sector representado por Capriles Randoski venía en un proceso de encuentros con el Gobierno por la elección del nuevo CNE con cierto respaldo de la Unión Europea, pero muchas más cosas se movían en los entretelones. El propio Guaidó dejaba una ventana abierta sobre todo porque más escisiones afloraban en su bloque y dependiendo de los giros de Estados Unidos. En otras palabras, ya no era aquel sector minoritario de oposición que ya hace tiempo ha venido en acuerdos con el chavismo, sino ya de fuerzas más importantes e incluso internacionales.

El nuevo CNE, anunciado el 4 de mayo, ha quedado compuesto por cinco miembros, tres del chavismo y dos de la oposición. Pedro Enrique Calzadilla Pérez, del chavismo será el nuevo presidente del ente electoral, quedando designado el opositor Enrique Márquez como vicepresidente. Además, lo integrarán Tania D’Amelio y Alexis Corredor por el oficialismo, así como Roberto Picón por la oposición. Para este año se convocarán las elecciones en las que se escogerán gobernadores y alcaldes.

La primera declaración de apoyo del exterior vino de la Unión Europea, lo que era de esperarse, pues venía de una participación activa en los encuentros discrecionales. Representaciones de Noruega no dejaron de hacerse presente en el país. "La designación del Consejo Nacional Electoral (CNE) es un primer paso y parte de un proceso que seguiremos evaluando", dijo el portavoz principal del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Peter Stano. Por su parte el alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, señaló que "este proceso debe ser liderado por los venezolanos y debe incluir otros elementos que garanticen un proceso electoral creíble, inclusivo y transparente, como piden los propios venezolanos".

Estados Unidos no faltó a la cita. Apoyamos "una solución integral y negociada" a la crisis en Venezuela, que aborde todos los aspectos para que se den las condiciones de unas "elecciones libres y justas". Así lo hizo saber la subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung, destacando que "depende de los venezolanos decidir si el nuevo Consejo Nacional Electoral contribuye a este fin". Toda una puerta abierta y un cambio en la política de Biden, mientras aún mantiene las sanciones económicas de la época de Trump.

Hasta el principal gremio empresarial del país, Fedecámaras, que ha sido típicamente opositora, no dejó de mostrar su apoyo. Los representantes de esta entidad patronal rápidamente a respaldar el nombramiento de los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) y aseguraron que es el resultado de "meses de esfuerzos" de sectores sociales y líderes políticos. "La juramentación de los nuevos rectores que estarán al frente de los procesos electorales por un periodo de 7 años, es solo el inicio de un proceso que busca la reinstitucionalización democrática de Venezuela", declararon en un comunicado.

El canciller Jorge Arreaza quiso dar realce al “buen recibimiento internacional”. "El nuevo CNE fue producto de un sincero ejercicio de diálogo político por la reconciliación. Fue bien recibido por el pueblo, gobiernos del mundo y diversos actores nacionales e internacionales. Esperamos que el intervencionismo realmente cese y no obstruya nuestra ruta de paz", escribió en su cuenta de Twitter.

Crónica de movimientos anunciados bajo una nueva coyuntura latinoamericana. Todos estos movimientos ya los veníamos analizando desde La Izquierda Diario, pues las negociaciones se daban desde hace varios meses en los entretelones. Es evidente que la nueva coyuntura abierta en América Latina, pero sobre todo por los acontecimientos de la rebelión en Colombia han acelerado las movidas políticas.

Si ya las oscilaciones en la superestructura de la política burguesa latinoamericana venían marcando movimientos entre la derecha neoliberal y algunas de las variantes posneoliberales tal como vimos en los últimos procesos electorales, la eclosión del pueblo colombiano contra las políticas de Duque hace desplegar toda una nueva situación en el continente.

Lo que acontece en dicho país adelanta todo un pronóstico hacia el conjunto del continente en lo que hace a la lucha de clases, pero también como un freno a las políticas más ofensivas que estaría pensando la derecha más neoliberal en los gobiernos, tanto con Bolsonaro, como para el recién llegado al palacio de Carandolet, Guillermo Lazo, para solo mencionar algunos.

Colombia ha sido el bastión de Estados Unidos, mucho más que el neoliberal Chile desde Pinochet, con bases militares y Plan Colombia de por medio. Por eso lo determinante en lo inmediato es que lo que se desarrolla en el vecino país complica la política del nuevo gobierno de Biden hacia Venezuela. Hasta el momento Colombia, con sus gobiernos, pero sobre todo los últimos de Uribe y Duque, ha venido siendo el pivote directo para una política muy agresiva al país por parte del imperialismo tal como vimos durante todo el 2019. En este marco hay que entender los bruscos cambios en las negociaciones, como el giro del propio Guaidó, por ejemplo.

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¿Cambios en la política de Biden? Eso es lo que parece observarse. Aunque analistas de Bloomberg resaltan que “Ninguna de las medidas se tomó en coordinación con Washington y tendrían que pasar muchas cosas antes de que las dos partes puedan sentarse a dialogar”. Sí indican que “figuras estadounidenses con buen acceso a la Administración están hablando con Maduro y su círculo íntimo. Entre ellas, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Gregory Meeks, el exgobernador de Nuevo México Bill Richardson y el director del Programa Mundial de Alimentos, David Beasley.”

La Administración Trump confiscó los activos y cuentas líquidas de Venezuela en EE.UU., impuso un bloqueo en el sector petrolero con una prohibición de facto a las importaciones estadounidenses de petróleo venezolano, y sanciones a empresas que establecieran negocios con Venezuela y que al mismo tiempo lo hicieran en Estados Unidos, entre otras medidas.

Pero diversos movimientos han venido operando. Maduro ha hecho los suyos. En las últimas tres semanas ha aceptado “la ayuda alimentaria internacional” que había rechazado durante mucho tiempo en los términos que se lo proponían organismos internacionales sobre todo multilaterales, trasladó a seis ejecutivos de Citgo desde la prisión al arresto domiciliario y ha incorporado a dos figuras de la oposición al consejo electoral de cinco miembros del país como indicamos al principio.

Maduro y Guaidó. Este miércoles Maduro se dirigió a Guaidó, diciéndole que "Bueno, estoy de acuerdo. Con la ayuda de la Unión Europea, del Gobierno de Noruega, del Grupo de Contacto, cuando quieran, donde quieran y cómo quieran, listo para reunirme con toda la oposición para ver qué se saca de ahí, si se saca algo bueno".

Un día anterior también Maduro se había referido a Guaidó indicando que "hay diálogo en el país", que "no es noticia" que alguien lo plantee, después de que el autoproclamo presidente interino, lejos de la fuerza de comienzos del 2019, propusiera ese mismo día un proceso de negociación "entre las fuerzas legítimas democráticas, el régimen y las potencias internacionales". Señalando que “Hay una mesa de diálogo y Consejo Nacional Electoral surgió de una gran mesa de diálogo” le remarcó Maduro.

Incluso señaló que el opositor y exdiputado Freddy Guevara le pidió una reunión al parlamentario oficialista Francisco Torrealba, para abordar la posibilidad de un acercamiento, "y la reunión se dio". Fredy Guevara es miembro fundador y Coordinador Nacional Encargado del partido Voluntad Popular y exvicepresidente del Parlamento venezolano, el mismo partido de Guaidó. De ser cierto, Guevara se suma a Américo De Grazia que ha anunciado que participará de las elecciones marcando distancia con Guaidó, así como otros integrantes de la oposición dispuestos a participar.

Es que en un giro imprevisto Guaidó propuso un levantamiento progresivo de las sanciones de Estados Unidos a Venezuela como un incentivo al gobierno del presidente Nicolás Maduro para alcanzar un acuerdo nacional. Un hecho impensable hasta hace algunos meses.

En un video divulgado en su cuenta de Twitter, Guaidó planteó un “un acuerdo de salvación nacional” al propio Gobierno de Maduro con el que juraba que jamás se sentaría a negociar. “Todas las fuerzas democráticas por un lado y el chavismo también" dice más precisamente. Lo que estará proponiendo es “un cronograma de elecciones generales con todas las fuerzas políticas opositoras y del oficialismo, la liberación de detenidos y la aplicación de justicia transicional, entre otros aspectos”. El "incentivo" para que el gobierno acceda a cumplir todos esos puntos sería el levantamiento progresivo de sanciones, condicionado al cumplimiento de los objetivos del acuerdo, dijo Guaidó en la primera declaración pública en la que pide anular sanciones, que siempre defendió.

Maduro hasta invitó a Guaidó afirmando que “si él quiere incorporarse a los diálogos que ya están en curso, desarrollándose en todos los temas, bienvenido a que se incorpore a los diálogos que ya existen.” Sin dejar de remarcarle que se había quedado solo: "ahora anda desesperado por dialogar, porque se quedaron por fuera”. Aunque el giro de Guaidó está en consonancia con las declaraciones de la Casa Blanca, y es dudoso que lo diera sin el aval de la administración yanqui.

Movimientos lejos de los intereses de los trabajadores y el pueblo. En todos estos movimientos que se dan por arriba los trabajadores y el pueblo no tienen absolutamente nada que les pueda favorecer, todo lo contrario. Si Maduro viene con toda una política de destrucción del salario, la eliminación de conquistas contractuales y un curso privatizador y entreguista, por parte de la oposición de Guaidó como de los otros sectores, así como de los grandes sectores patronales, es avanzar también en el mismo sentido, tal como lo han hecho público, incluyendo el famoso plan País que levantaran los opositores.

Mientras esta situación sigue abierta el drama nacional de la catástrofe económica y social sigue castigando al pueblo con las grandes calamidades, una situación que ha empeorado con la pandemia. Para el pueblo trabajador se trata de avanzar en los niveles de organización para resistir a todos los ataques en curso y los que vendrán, y no caer en los cantos de sirenas de estos diálogos y pactos que se llevan a cabo por arriba. Solo un curso independiente de todas estas variantes políticas, al calor de las peleas que van librando, permitirá ir sentando las bases para dotarse de organizaciones obreras y políticas con clara independencia de clase.