Se comunicó en la jornada de ayer la identidad de los últimos restos de detenidos desaparecidos, hallados recientemente en el Batallón 14 del Ejército. Se trata de Luis Arigón, militante del Partido Comunista y secuestrado por las fuerzas represivas a mediados del año 1977.
Miércoles 25 de septiembre
Recientemente el GIAF y la Fiscalía de derechos humanos, habían dado a conocer el hallazgo de restos de un detenido desaparecido, en las excavaciones del Batallón 14 del Ejército. En las últimas horas se comunicó la identidad mediante los estudios de ADN realizados. Se trata del militante del Partido Comunista Luis Arigón.
Luis era un empleado de comercio en una librería y militaba sindicalmente en la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria, al momento de su secuestro tenía 51 años de edad, una esposa y dos hijas. Una de sus hijas Sabina Arigón lo recuerda de la siguiente forma: “El detalle que tengo es de un padre común y corriente. Trabajaba de tarde y de noche. Hacía asados los domingos, tocaba el violín, leía mucho y le gustaba escribir poesía”.
El secuestro fue realizado el 13 de junio de 1977 por la patota de la OCOA (Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas), a altas horas de la noche en su propio domicilio frente a su familia. Se lo llevaron al centro de tortura de La Tablada, en donde de acuerdo al informe de los forenses recibió fuertes torturas que lo llevaron a la muerte. Al momento de la detención su esposa Sara Barrocas le preguntó a los secuestradores adónde se lo llevaban y le respondieron: “a partir de este momento queda a disposición de las Fuerzas Conjuntas.” De acuerdo al testimonio de la esposa de Luis los secuestradores se identificaban como integrantes de las Fuerzas Conjuntas, y estaban integrados por una persona vestida de civil y cuatro soldados.
Luis Arigón ya había sido detenido con antelación por el Departamento 6 de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia, en una represión contra militantes del Partido Comunista vinculados al sindicato de la empresa estatal de energía eléctrica UTE.
Los restos hallados de Luis en el Batallón 14, se encuentran en una zona cercana al arroyo Meireles, en donde se encontraron restos de otros detenidos desaparecidos. Se estima que hay una sistematización en los enterramientos y que existe una relación cronológica entre el momento de la detención y el lugar de enterramiento. En la misma zona se hallaron, por ejemplo, los restos de Amelia Sanjurjo, Julio Castroy Ricardo Blanco.
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La barbarie, el terrorismo de Estado
La barbarie de los represores de la dictadura, en parte se puede resumir con lo que dijo la propia Sabina Arigón: “Matar a una persona y esconderla es de cobardes, ni en las guerras se hace eso”.
Los restos de Luis dan testimonio de la brutalidad y violencia que sufrió por parte de los genocidas. Además del secuestro y desaparición forzada, la tortura y el asesinato, se repiten con cada cuerpo hallado. A pesar del silencio abyecto y cobarde, de los verdugos, de las fuerzas represivas que todavía los amparan y la complicidad de los políticos comprometidos con la impunidad.
Un reclamo básico de los familiares es que los responsables digan dónde están, que se dé la información precisa para tal fin. Si hasta ahora el hallazgo de restos es tan lento se debe al compromiso que mantienen las Fuerzas Armadas con la impunidad y su justificación de la dictadura y el terrorismo de Estado. Junto a los políticos cómplices con el pacto de impunidad, que la voluntad política que muestran es con el de mirar al costado y hacer lo menos posible.
Un ejemplo reciente de esto son las declaraciones, llenas de cinismo y de politiquería electoral, del ministro de Defensa Armando Castaingdebat, con relación a este caso, aseveró sin ningún pudor: “¿Por qué me venís a reclamar algo a mí que no se reclamó en los 15 años anteriores? La biología nos va jugando en contra a todos. Queda mucha gente que ya no está, eso sucede en los dos lugares (familiares de desaparecidos y militares)”.
Intentando de esta forma despreciar a los familiares de desaparecidos y usarlos como chicana electoral contra su partido rival. Este es el nivel de vileza e inmoralidad de muchos políticos que eligen abrazarse con la impunidad y hacer olvidar los crímenes del terrorismo de Estado.
El reclamo por el juicio y el castigo contra todos los genocidas civiles y militares, seguirá vigente hasta el último represor impune y mientras permanezca la criminal apología del terrorismo de Estado que sostienen las Fuerzas Armadas, junto a sus cómplices del sistema político.
El escándalo de seguir encontrando restos humanos de asesinados políticos en predios militares, no se condice con el ambiente de total normalidad política que sostienen todos los grandes partidos del régimen, es una auténtica banalización de los crímenes de lesa humanidad.
La memoria de los compañeros y compañeras detenidos desaparecidos, de los presos y presas, no se perderá mientras la lucha por la verdad y la justicia la sostengan las sucesivas generaciones. No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos.