El ministro de Economía viajó a la asamblea anual del organismo y busca un encuentro con Kristalina Georgieva. El Gobierno quiere retomar las negociaciones con el Fondo, pero el organismo exige eliminar el cepo, y la unificación cambiaria. Esto provocaría una devaluación que impactará en la suba de precios.
Martes 22 de octubre 20:58
El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, se encuentra en Washington para participar de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, de otras reuniones con inversores y esperan un encuentro con la titular del organismo Kristalina Georgieva. El Gobierno pasa la gorra en busca de dólares.
El Fondo festeja el ajuste fiscal de Milei y Caputo que recayó con fuerza en jubilados, estudiantes y trabajadores, pero los técnicos del organismo exigen eliminar el cepo, y la unificación cambiaria que implicará una devaluación que acelerará la inflación. El organismo también reclama por una suba de tasas de interés.
El Gobierno sobrecumplió con las metas de ajuste fiscal y monetario del acuerdo con el FMI en el tercer trimestre del año, pero incumplió la meta de acumulación de reservas del Banco Central. Es probable que el FMI conceda un waiver (dispensa). Para la negociación de un nuevo acuerdo con el Fondo Milei deberá esperar a las elecciones de su principal socio, Estados Unidos. Un nuevo pacto con el Fondo significará una nueva hipoteca para el país que incluirá mayor ajuste y contrarreformas.
Junto a Luis Caputo viajaron sus secretarios de Política Económica, el chileno José Daza, y de Finanzas, Pablo Quirno. Junto a Bausili, su vicepresidente, Vladimir Werning.
Caputo en el primer día en Washington tuvo dos eventos. El ministro participó de una reunión cerrada en las oficinas del Council on Foreign Relations (CFR), un think tank dedicado a temas de política internacional, donde expuso sobre el programa del Gobierno y mantuvo un encuentro con el vicepresidente del Banco Mundial Carlos Felipe Jaramillo, que después de esa reunión se anunció un respaldo por U$S 2000 millones para la Argentina “en las áreas de protección social y educación y en apoyar a los más pobres en su acceso al transporte y la energía”. Habrá que ver cómo destina estos fondos el Gobierno tras la motosierra a la educación y a los subsidios que significó una suba del precio del transporte público y de las tarifas de los servicios públicos.
El ministro de Economía volvió a repetir que no hay una fecha de salida para el cepo y que la única manera de acelerar esa apertura es con una inyección de dólares frescos, es decir necesitan divisas. En el mismo sentido, el presidente Javier Milei en dialogo con Alejandro Fantino declaró “si alguien pusiera plata” levantaría las trabas al acceso al dólar de manera instantánea.
Luis Caputo continuará su ronda por los organismos multilaterales este miércoles, cuando se espera que se reúna con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn.
El FMI proyecta una inflación mayor para 2025 de la que calcula el Gobierno
El Fondo mantuvo sus proyecciones para la Argentina y anticipa una inflación para 2025 de 45%, más de 26 puntos por encima de lo que calcula el Gobierno en el Presupuesto que se debate en el Congreso para el año próximo (18,3%).
El año pasado la inflación en Argentina se aceleró hasta el 133,5%, la cuarta mayor tasa de inflación en el mundo en 2023 después de Zimbabue (667,4%), Venezuela (337,5%) y Sudán (171,5%), según datos del FMI.
Además, el FMI prevé que la economía del país se contraiga este año un 3,5%, pero que logre una recuperación del 5% en 2025. Según el informe de “Perspectivas económicas mundiales” publicado este martes por el organismo, el producto bruto interno (PBI) de Argentina caerá este año un 3,5%, profundizando la contracción del 1,6% registrada en 2023.
La proyección de rebote de 5% de la economía para 2025 del FMI coincide con la incluida por el Gobierno en el proyecto de Presupuesto para el próximo año.
Las políticas del Gobierno frenaron la actividad económica y empujaron la economía a la recesión. Las consecuencias son un aumento de la pobreza y la desocupación. Con los ingresos por el piso no se reactivará el consumo y la falta de dólares también frenará la actividad. El Gobierno anticipó que seguirá el ajuste (deep motosierra), una política que seguirá asfixiando la economía y deteriorando las condiciones de vida de las mayorías populares.
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