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Red Internacional
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Campaña electoral. Lula proclama al reaccionario Geraldo Alckmin como su vicepresidente

Se espera que el PT oficialice la fórmula por estos días, aunque el anuncio causó disgusto en algunos sectores de su base. El derechista ex gobernador de San Pablo ahora será el "compañero Alckim" según el líder petista.

Domingo 10 de abril de 2022 17:38

Cuando Alckmin arrojó bombas contra profesores y estudiantes de secundaria, o se reunió con la población pobre sin hogar de São Paulo, en oposición, el PT llamó a Alckmin “fascista". Ahora, Lula lo llama un “compañero".

La postulación fue formalizada en un documento del PSB al PT: "Esta proposición no se limita sólo al aspecto electoral e involucra una dimensión programática", dice el documento. Además, el actual partido de Alckim (al que se afilió luego de pertenecer durante largos años -y ser cofundador- del tradicional partido de la derecha neoliberal PSDB, uno de los partidos que llevó adelante el golpe institucional contra Dilma Rousseff) participará en el diseño del programa del futuro eventual gobierno de Lula.

La clase trabajadora y los más pobres enfrentan una situación cada vez más difícil en el país, por las políticas de Bolsonaro y ahora porque las consecuencias de la guerra en Ucrania está provocando un fuerte aumento de los precios del combustible y la gasolina, elevando aún más la inflación para todas las necesidades básicas.

Los embates siguen pasando, al igual que el despliegue de la reforma laboral, que profundizó mucho la precariedad del trabajo, y que el ex presidente Temer vendió con la promesa de reducir el desempleo. Como ocurre con los recientes decretos del Gobierno Federal de Bolsonaro y Mourão en relación al trabajo a distancia, profundizando la flexibilidad laboral.

No es posible derrotar las políticas de Bolsonaro y la extrema derecha con Alckmin porque en política nunca se puede separar contenido y forma. Alckmin, para gobernar con Lula, querrá avanzar con ataques y privatizaciones (porque esa ha sido siempres su orientación) y quienes seguirán pagando, como lo hacen hoy en el gobierno de Bolsonaro, serán los trabajadores.

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El diario Folha de São Paulo reproduce extractos de los dichos de Lula: " Vamos a necesitar mi experiencia y la experiencia del Alckmin para reconstruir el país, hablando con toda la sociedad (...) Estoy seguro de que el Partido de los Trabajadores aprobará su nombre como candidato a vicepresidente”, dijo el expresidente. "Serás recibido como un viejo camarada dentro de nuestro Partido de los Trabajadores".

Recordemos algunas de las principales experiencias con el “compañero Alckmin” después de gobernar el Estado de SP y dirigir el PSDB en São Paulo durante 13 años:

No podemos olvidar la masacre del PSDB en Pinheirinho (São José dos Campos), contra 1.800 familias, se cumplieron recientemente 10 años de cruel desalojo y la tierra aún no tiene función social ni paga impuestos. "El tucán" también es responsable de la precariedad del trabajo de docentes y empleados en São Paulo, enfrentó huelguistas y docentes reprimidos.Reprimió a estudiantes que luchaban contra la corrupción en las licitaciones de las meriendas escolares y precarizó las estructuras de la educación estatal. Además, llegó a proponer la privatización de la educación pública.

Fue aliado del mal llamado "Centrão" para continuar los ataques del gobierno de Temer contra los trabajadores y base de apoyo del golpe institucional de 2016 en San Pablo. Coordinó una fuerte represión contra manifestantes, jóvenes negros, trabajadores y estudiantes de secundaria en el momento de la toma de escuelas, implementó una política de encarcelamiento y exterminio de jóvenes negros y pobres. Fue el primer ministro de Alckmin quien reprimió las protestas contra el aumento de tarifas en junio de 2013 en São Paulo junto a Fernando Hadadd (alcalde por el PT).

Por la derogación total de la reforma laboral y de todas las reformas, y por el no pago de la deuda pública

Necesitamos poner freno a los ataques, que sirven para descargar la crisis de los capitalistas sobre nuestras espaldas, y esta crisis no es nuestra, sino de ellos. La clase obrera en su conjunto, uniendo asalariados efectivos y tercerizados, trabajadores regulares y precarios, ocupados y desocupados, así como estudiantes, los sectores oprimidos y los pobres, necesita dar su propia respuesta, que es la única que podría luchar hasta el final contra la reforma laboral y todos los ataques. Sólo esta fuerza organizada puede imponer la derogación total esa reforma (más bien una contra reforma) y de otras. Con la inflación devorando cada vez más nuestros salarios, debemos luchar por un reajuste salarial mensual igual a la inflación. Solo con el no pago de la deuda pública podremos enfrentar hasta el final los intereses imperialistas y acabar con la política de recorte de derechos de los trabajadores y de los pobres, haciendo pagar la crisis a los capitalistas. Para ello, es necesario exigir que salgamos de la traicionera tregua que mantienen las centrales sindicales y las entidades estudiantiles (CUT, CTB y UNE, encabezadas por el PT y el PCdoB) desde 2021 y hasta ahora, además de exigir que sus direcciones organicen la lucha en cada lugar de trabajo y estudio, unificando los focos de lucha que existen hoy (como, por ejemplo, los Profesores en MG y Garis en Rio de Janeiro) en una sola lucha.

Hace unas semanas Lula hizo unos discursos demagógicos mencionando una posible revisión de la reforma laboral de Temer y los golpistas institucionales de 2017, no fue de extrañar que Bolsonaro, como buen heredero de la implementación de las reformas, saliera a defender este ataque y mentir sobre sus impactos. Esta revisión se propone como inspiración de la reforma española, que surgió de un acuerdo entre el gobierno del PSOE-UP, empresarios y sindicatos, y en la práctica sigue permitiendo los despidos irrestrictos, sin compensación por parte del empleador, permitiendo también los despidos colectivos por “razones económicas, técnicas, organizativas y productivas”. Los mecanismos de reducción de salarios y jornadas laborales se perpetúan gracias a la participación activa de las burocracias sindicales y patronales en esta reformulación. Y, por si fuera poco, La tercerización también continúa debido a esta reforma exigida por Lula. Nada nuevo bajo el sol de los años de gobiernos del PT que triplicaron la tercerización en Brasil.

Lo que Lula no dijo es que en su gobierno las ganancias de los banqueros aumentaron más de 8 veces, empresas nacionales como Odebrecht, OAS, Camargo Corrêa se convirtieron en jugadores globales, ampliando su mercado y explotando mano de obra barata en toda África y América Latina, principalmente. También en los gobiernos del PT se profundizaron las APP (asociaciones público-privadas), las concesiones aeroportuarias para el sector privado y un aumento exponencial del trabajo informal y la tercerización.

Recientemente hemos visto gobiernos electos reformistas en América Latina llevar a cabo grandes ataques contra la clase trabajadora, con Alberto Fernández en Argentina subordinando el presupuesto del país directamente al FMI para garantizar el pago de la deuda pública fraudulenta, Boric en Chile reprimiendo violentamente a los estudiantes que protestan contra la precariedad , y , por estos días a Pedro Castillo sin poder implementar un estado de sitio en el país debido a fuertes movilizaciones en contra de una política económica que hace sufrir a los trabajadores una altísima inflación mientras los empresarios lucran a sus expensas. Estos ejemplos nos muestran algo importante: el reformismo en tiempos de crisis significa ataques, ajustes y privatizaciones. Lula deja claro al aliarse con el ex tucán Alckmin (representante de la burguesía) cómo manejará la crisis, bajo qué orientación.

Por todas estas razones, es necesario construir una alternativa de independencia de clase, basada en la movilización independiente , partiendo de los conflictos en curso, como la huelga de maestros en Minas Gerais. Ante el proceso de aceleración de la precariedad laboral, la inflación abusiva, el hambre y el desempleo, desde Diario de Izquierda y el MRT (Movimiento Revolucionario de Trabajadores), que junto al PSTU y activistas construimos el Polo Socialista y Revolucionario, planteamos la necesidad del conjunto de organizaciones de izquierda de levantar una fuerte campaña unitaria por la derogación total de la reforma laboral, articulando con la demanda de tirar abajo todas las reformas y privatizaciones. Este sería un primer paso en la batalla para reagrupar a los sectores críticos con la conciliación del PT y construir una alternativa independiente, con un programa que responda a las necesidades de las mayorías trabajadoras, teniendo el objetivo final de luchar por un gobierno de trabajadores y el pueblo pobre.

*Artículo traducido y editado, originalmente aparecido en Esquerda Diário