Marco Enríquez Ominami, MEO, sube en las encuestas, apareciendo como carta competitiva para las próximas presidenciales. Falta, pero el debate está instalado, y con el debate, los esfuerzos prácticos. De “la Nueva Pillería” que habló en la última campaña presidencial, a las conversaciones con el PS y el PPD junto con los insistentes guiños a la DC.
Nicolás Miranda Comité de Redacción
Martes 10 de febrero de 2015
El presidencial
Todas las encuestas ubican a MEO como la figura mejor posicionada. La encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de diciembre, junto con Bachelet, ambos con un 50%. La encuesta de Plaza Pública Cadem también de diciembre, lo ubica primero entre las figuras de la centroizquierda: 39% para MEO, seguido de lejos con 8% de Isabel Allende, 7% de Lagos, 6% de Tohá y 5% de Lagos Weber, a la par de Piñera que encabeza la lista en la derecha: 22% de apoyo, seguido del 15% de Ossandón, 10% de Allamand y 9% de Matthei. La encuesta CERC-MORI de enero, lo muestra como “el político con más futuro” con 22%, seguido por Piñera con 10%.
Lo ayuda la debilidad de los demás. Si en las elecciones presidenciales del 2009 alcanzó el 20%, en las del 2013 cayó al 10,98% levemente por debajo, incluso, del ya olvidado Franco Parisi. Pero el irremontable descrédito de los partidos del régimen, agravado ahora por el caso Penta, lo vuelve a empinar.
Y así, con el presente repunte de las encuestas, no pasa indiferente.
Tendiendo puentes, cortando puentes
Desde inicios del 2014, el PS se ha dedicado a construir puentes. Así como la DC, a cortarlos.
El presidente del PS Osvaldo Andrade, declaró hace pocos meses que MEO "es bienvenido" si se quiere integrar a la Nueva Mayoría.
Por otro lado, la DC se opone en forma persistente. No le perdonan la pérdida de la elección de Frei ante Piñera, atribuyéndole haberles quitado votos. Recordemos que en las elecciones del 2009, Piñera obtuvo 44,03%, Frei 29,62%, MEO 20,12% y Arrate 6,21%. Así, pasaron a segunda vuelta Piñera con Frei, y MEO declaró que no llamaba a votar “al candidato del 29%”.
Hoy esto, para MEO, con las perspectivas abiertas, quedó atrás.
Afanes presidenciales: fortalezas y debilidades
Rápido de piernas, pronto MEO pasó de hablar de “la Nueva Pillería”, a saludar que con Bachelet se abrió un “tiempo de reformas”. De rechazar cualquier diálogo con los partidos de la Concertación en nombre de una “discusión programática”, a reuniones sin programa de por medio y tanteando candidaturas comunes para las elecciones municipales y parlamentarias que antecederán a las presidenciales. De criticar que la DC no tenía problemas en juntarse con Carlos Larraín y no con el PRO, a recordar reivindicando la DC reformista de Frei Montalva. Rápido de piernas, hace pases aquí y allá. Pero no es un partido de fútbol.
Es que, a la vez que se fortalece como figura en las encuestas, se debilita políticamente: gran parte de su programa, sus declaraciones, están contenidos en el programa de la Nueva Mayoría.
Es el pragmatismo de, como se califican a sí mismos en el PRO, una “centroizquierda moderna que acepta el mercado”, incluyendo, como en su programa del 2009, la participación de privados en CODELCO. No está de más recordar que el cobre, hoy, ya está en un 70% en manos de los privados.