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México

Debate. MORENA y la precarización del trabajo juvenil

Como planteamos en este artículo, el MORENA se presenta como la alternativa para la juventud pobre y trabajadora. En esta nota discutiremos en torno a las medidas que contra el trabajo precario propuso este partido.

Yara Villaseñor

Yara Villaseñor Socióloga y latinoamericanista - Integrante del MTS - @konvulsa

Miércoles 5 de agosto de 2015

Como planteamos en este artículo, el MORENA se presenta como la alternativa para la juventud pobre y trabajadora. En esta nota discutiremos en torno a las medidas que contra el trabajo precario propuso este partido.

MORENA se propone combatir el empleo juvenil precario y reformar los modelos de contratación. En México una abrumadora mayoría de la juventud labora en condiciones de precariedad. La media de permanencia en un empleo muchas veces no supera los dos meses y los contratos temporales van de 15 días a 6 meses, cuando hay contrato. Además, el índice de desempleo juvenil rebasa el 10%.

¿Cómo acabar con el trabajo precario en la juventud?

La precariedad en el trabajo implica no sólo pésimas condiciones laborales sino también cero representación sindical, no tener derecho a organizarse políticamente ni a protestar, outsourcing e inestablidad, jornadas de más de 8 horas, ritmos intensivos y salarios de miseria que hoy rondan los $70 pesos diarios.

La precariedad implica que el empleo no permite acceder a mejores condiciones de vida. La falta de oportunidades que enfrentan la clase trabajadora y los sectores populares impiden acceder a la vivienda, frenar la deserción escolar que orilla a jóvenes a trabajar para aportar a sus familias o para mantenerse. Es insuficiente para cubrir el acceso a un sistema de transporte público ineficaz y de altos costos, y una oferta alimenticia basada en productos importados, poco nutritivos y cuyos precios se disparan.

Frente a este panorama, atacar las precarias condiciones de vida de la juventud trabajadora requiere que las propuestas elementales que propone MORENA como becas alimenticias y los "boletos estudiantiles de transporte" se implementen de la mano de medidas que transformen radicalmente esta situación, de otra forma son impotentes para cambiar la realidad de fondo de los jóvenes.

En primer lugar, se requiere un aumento salarial de emergencia acorde a la inflación, que permita cubrir el costo de la canasta básica, e igual salario por igual trabajo, esto es, que los jóvenes y las mujeres no tienen que recibir salarios más bajos, que cuenten con plenos derechos laborales y sindicales. Tendría que garantizarse el empleo, pues la desocupación es un mecanismo que los capitalistas utilizan para presionar los salarios a la baja y permitir la rotación fugaz de la mano de obra en los puestos. Por eso, es elemental que las horas de trabajo se repartan entre los ocupados y desocupados, con igual salario, definiendo así la duración de la jornada. Si las patronales responden que no hay recursos, hay que exigir la apertura de los libros de contabilidad y luchar porque el control y la gestión de las empresas la realicen los trabajadores, priorizando sus intereses por sobre los de los capitalistas.

¿Cómo acabar con los ataques a la juventud?

Como planteabámos en el articulo mencionado, levantar reivindicaciones por mejores condiciones de vida nos lleva a cuestionar los privilegios de clase que los emrpesarios y sus políticos quieren que ignoremos para apretarnos el cinturón. Esto implica cuestionar sus políticas, sus gobiernos y su Estado.

La juventud mexicana tienen que denunciar que las Reformas Estructurales son el remate al capital extranjero de la riqueza que generan los trabajadores mexicanos. La principal oferta que el gobierno de Peña Nieto ofrece a las transnacionales es un legislación laboral que permite la super explotación, que ha eliminado la posibilidad de representación sindical, el derecho a huelga, que ha legalizado el outsourcing y la inestabilidad en el empleo. En realidad, la lucha por acabar con el trabajo precario debe ir ligada necesariamente al cuestionar a las trasnacionales y las grandes empresas.

Sin asumir esa perspectiva, las propuestas que hace la dirección de MORENA, más allá de que son diferentes de lo que proponen otros partidos del Congreso, son insuficientes para resolver la situación apremiante de los jovenes trabajadores y provenientes de los sectores populares. Se trata de una perspectiva que no cuestiona el sistema capitalista, y cuyos límites están expresándose en experiencias como la de Syriza, que bajo una perspectiva reformista está hoy aceptando y profundizando la subordinación a la Troika y a los intereses de los países imperialistas europeos.

En este panorama, para defender los derechos de la juventud pobre y trabajadora, así como de las mujeres y de la diversidad sexo genérica, es fundamental enfrentar a los grandes empresarios y el capital extranjero, así como al régimen político que los defiende. Así como soldar una gran unidad junto a los trabajadores del campo y la ciudad. Requiere luchar junto a las comunidades que enfrentan la paramilitarización y el despojo, como Ostula y Xochicuautla. Abrazar la lucha de los trabajadores contra las patronales y las burocracias sindicales, como la enorme pelea del SNTCAT o los combativos trabajadores de Honda en Jalisco. Pelear junto a las mujeres que se movilizan contra el feminicidio y las redes de trata, en defensa de sus derechos laborales y por el derecho al aborto.

Esa es la perspectiva que sostenemos quienes desarrollamos La Izquierda Diario e integramos el Movimiento de los Trabajadores Socialistas; a la par que consideramos que solo un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre puede resolver, hasta el final, las demandas y aspiraciones de las grandes mayorías del país.