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Red Internacional
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Política. Macri en Rosario: militarización y palos en un monumento vacío

El primer acto del Día de la Bandera de Macri como presidente será recordado por el gran operativo de seguridad para evitar que se expresen voces disidentes. Entre los asistentes pocos simpatizantes de Cambiemos.

Martes 21 de junio de 2016

Las escalinatas del Patio Cívico del Monumento a la Bandera solo pudieron ser ocupadas por un público previamente seleccionado y acreditado: niños de diferentes provincias acompañados con sus padres para jurar a la bandera.

Macri ocultó tras la inocencia infantil su necesidad de un acto restringido y breve para que no se expresara el profundo descontento que producen las políticas de ajuste, inflación y tarifazos.

Afuera, en cambio, una fuerte militarización bloqueó toda la zona lindante para que ningún invitado no deseado pudiera ingresar. Este operativo terminó en una represión por parte de la Gendarmería a una marcha opositora.

A Macri lo acompañó una comitiva integrada por todo su gabinete y la vicepresidente Gabriela Michetti. En el palco también hubo funcionarios y legisladores provinciales del Frente Progresista y la UCR y legisladores nacionales y provinciales del FpV, como el Senador Omar Perotti, recientemente elegido con el apoyo de sindicatos, La Cámpora y el Movimiento Evita en Santa Fe.

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Luego de dos discursos de corte histórico de la Intendenta de Rosario, Mónica Fein, y el gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, tomó la palabra Mauricio Macri que escuetamente reivindicó lo “logrado” en estos seis meses de gestión. En un discurso de tipo motivacional, con interacciones escolares con los chicos del público, volvió a repetir frases ya conocidas: prometió pobreza cero, prometió que bajaría la inflación, reivindicó las políticas sociales, prometió combatir el narcotráfico. Llamativamente no hizo mención al tema corrupción, a pocos días de la detención de José López.

Sobre la explanada menos de un millar de personas en la que se mezclaban simpatizantes de Cambiemos con personas que protestaban con carteles que denunciaban “Macri = hambre”. En el patio cívico frente al escenario estaban ubicados los niños que iban a jurar la bandera, quienes incentivados por el Presidente cantaban: “si, se puede” y soltaban globos celestes y blancos al finalizar el discurso. Estuvieron presentes los veteranos de Malvinas, además de funcionarios de todos los niveles.

Entre los seguidores de Macri -no llegaban a los 300- había una amplia mayoría de sectores medios pertrechados con chalecos Cardón y celulares IPhone, quienes aplaudían rabiosamente cada mensaje de alegría que el Presidente regalaba desde el palco. Unos pocos reprobaban desde los balcones de edificios aledaños las palabras de Macri.

Mientras Fein y Macri daban su discurso, en las calles aledañas al Monumento las fuerzas de seguridad impidieron el ingreso de los manifestantes al patio cívico desatando un despliegue y una reacción inusitada que terminaron con algunos heridos, entre ellos el concejal del FpV, Eduardo Toniolli. Además, finalizado el acto, simpatizantes de Macri y opositores cruzaron insultos y cánticos.