×
×
Red Internacional
lid bot

150 AÑOS DE LA S.R.A.. Macri festejó con la oligarquía de la Sociedad Rural

Anoche, en el barrio porteño de Palermo, se congregaron más de 800 asistentes en la cena por el 150° aniversario de la fundación la Sociedad Rural Argentina (SRA). Ésta fue creada en 1866 durante la presidencia de aquella mítica figura política de la oligarquía argentina, Bartolomé Mitre.

Martes 12 de julio de 2016 10:44

El “festejo” (de pocos) contó con la presencia de diversos funcionarios de Cambiemos, como la vicepresidenta Gabriela Michetti, los ministros Buryaile (Agroindustria), Dietrich (Transporte), Frigerio (Interior) y la ministra Bullrich (Seguridad).

Además, se destacó la participación de dirigentes políticos del Frente para la Victoria –o lo que queda de él-: los gobernadores de Salta y Tucumán (Juan Manuel Urtubey y Juan Manzur respectivamente); también asistió el economista Miguel Bein, ex asesor durante la campaña presidencial del candidato por el FpV, Daniel Scioli, y el ex ministro de Seguridad de este durante su gobierno en la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados.

No pudo faltar la participación estelar de la conductora de TV, Mirtha Legrand, y hasta la concurrencia del ex presidente Fernando De la Rúa.

La noche tuvo como ejes centrales los discursos pronunciados por el presidente de la Nación y el presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere. Como ya nos tiene acostumbrados, la intervención de Macri se caracterizó por su impronta optimista que no se condice con la realidad. Respecto a los diversos festejos por el Bicentenario, afirmó: “No sé si se dieron cuenta del nivel de alegría y de esperanza que se vive en el país. (...) la mayoría siente que estamos construyendo algo distinto y perdurable”, claramente un nivel de cinismo propio de esta nueva derecha al poder que intenta tapar las acuciantes necesidades y miseria que sufre el pueblo trabajador argentino cotidianamente producto de sus medidas de ajuste.

Como ya nos tiene acostumbrados, la intervención de Macri se caracterizó por su impronta optimista que no se condice con la realidad.

Luego, destacó el rol central del campo como principal impulsor de la economía nacional que -según el discurso oligárquico tan arraigado en nuestro país- traccionaría, con su desarrollo, al resto de los sectores económicos al desarrollo.
No obstante, el discurso del presidente, con lo optimista que suene, deja entrever la compleja situación económica que atañe al agro argentino: Macri instó a que el campo sea el que recorra “el primer tramo” de la recuperación económica del segundo semestre, (que tanto tarda en llegar), a que los productores agropecuarios inviertan y paguen los impuestos, y hasta pidió que “el campo sea una fuerza imparable”.

Y, en su frustrado pero persistente intento por aplicarle una dosis de humor, la frutilla del postre del discurso presidencial: el calor. Sí, al presidente le hacía calor. En medio de un crítico panorama económico de tarifazos que desatan el descontento del pueblo trabajador, con procesos judiciales de por medios y boletas de miles de pesos. En medio de su discurso, en sintonía con los polémicos dichos que desataron la bronca de millones de argentinos de “Si están en sus casas en remera y en patas, es porque están consumiendo energía de más”, Macri intentó lavarse la cara y afirmó: “Hace un poco de calor, estamos desperdiciando energía”.

Finalmente, el presidente apeló a la teoría del derrame, de cuño neoliberal, asegurando que si al campo le va bien, al país le va bien, porque las ganancias de las patronales agrarias se traducirían –según el discurso del mandatario y, nuevamente, no la realidad- en recursos para educación, salud, vivienda... Merece recordarse entonces, que hace medio año las patronales agrarias tuvieron a su favor la quita y disminución de impuestos a las exportaciones, y, por otro lado, que aquellos recursos no se ven plasmados en la construcción y refacción de escuelas y hospitales públicos, ni en la construcción de viviendas para las decenas de miles de argentinos que no tienen techo.

Lo que cabe destacar de esta lujosa cena es que el tono del discurso presidencial no se condice con la realidad: se puso como eje el objetivo de instar al campo a invertir y producir para llevar adelante la reactivación económica del país. Sin embargo, este objetivo choca con las importantes caídas de precios de los últimos años de las commodities, desvalidando todo intento de depositar esperanzas de un futuro mejor en el campo argentino en medio de un panorama económico mundial poco amable para con los países agroexportadores.

Merece recordarse entonces, que hace medio año las patronales agrarias tuvieron a su favor la quita y disminución de impuestos a las exportaciones, y, por otro lado, que aquellos recursos no se ven plasmados en la construcción y refacción de escuelas y hospitales públicos, ni en la construcción de viviendas para las decenas de miles de argentinos que no tienen techo

.