El presidente señaló que Argentina busca “un Mercosur del Siglo XXI” en convergencia con la Alianza del Pacífico. Fue en la XI Cumbre de la Alianza del Pacífico que se desarrolla en el sur de Chile.
Viernes 1ro de julio de 2016
“Tras muchos años de una economía cerrada, debemos adoptar una transición ordenada y no crítica en la integración de Mercosur, espero en breve con la Alianza del Pacífico, y después con el mundo entero”, señaló Mauricio Macri, tras reseñar sus primeros seis meses al frente el gobierno y su visión regional integradora.
El evento empezó el miércoles en Puerto Varas y ayer jueves se trasladó al Teatro del Lago para diversos foros, entre los que se destacó el del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, y que contó con un plenario encabezado por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, con sus pares de la Alianza del Pacífico: Ollanta Humala (Perú), Enrique Peña Nieto (Méjico) y Juan Manuel Santos (Colombia).
Al exponer ante el foro empresarial el presidente argentino sostuvo que entre los cambios desarrollados por el gobierno nacional es prioritario “cuidar los empleos, sector por sector, para estudiar qué significa la integración”.
“Este es el mejor camino para todos, de integrar nuestras infraestructuras. En esto hay mucho para mejorar la logística en esta región. No cabe otro camino ante los nuevos descubrimientos que hemos tenido en energía no convencional, que pensemos en una matriz energética única, para la Argentina, Chile y esperemos integrar a Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay”, señaló.
En ese sentido, destacó la necesidad de “trabajar lo público y privado en conjunto, cada vez más con estos sistemas de contratación que aceleran, que facilitan, que permiten compartir el conocimiento en la región”.
“La oportunidad para Argentina es ser un jugador importante en lo que se llama el desafío del mundo, en términos de seguridad alimentaria. La Argentina puede duplicar su producción de alimentos, en los próximos cinco a seis años. Y para eso requiere de más puertos, de mejor aprovechamiento de las vías navegables, más caminos, más energía, o sea infraestructura productiva”, indicó.
Macri además explicó que “tendremos futuro aquellos que seamos capaces de construir redes y no paredes, que entendamos que hay que potenciar el intercambio y apoyar a la integración”, y destacó que la región tiene una “ventaja enorme” al estar lejos de los graves conflictos mundiales.
“Esta es una región sin conflictos bélicos entre los países, sin problemas religiosos, con maravillosas y abundantes materias primas, todavía en muchos casos no desarrolladas, y con un valioso recurso humano, que es nuestra gente. Eso nos abre enormes oportunidades de potenciar la integración”, expresó.
Al reseñar los primeros seis meses de su gobierno “de cambio político total”, el Presidente sostuvo que el país “quiere ser parte del escenario mundial, de las soluciones de los problemas globales y precisar nuestro esfuerzo en tres objetivos fundamentales”, en referencia a la pobreza cero, con educación y uniendo a los argentinos.
Indicó que ese camino implica la superación de un estancamiento económico de cinco años sin crecimiento, con alta inflación, problemas de infraestructura severos y el “sinceramiento de las variables de nuestra economía”.
Además habló de los “enormes aumentos de las tarifas” con mecanismos de inclusión social, y ponderó la independencia del Banco Central “para volver a tener una moneda estable, confiable, que ya muestra resultados en la reducción de la inflación”.
“Lanzamos el plan de infraestructura más importante de nuestra historia, al cual estamos convocando a todas las empresas del mundo, porque la buena ingeniería que tenemos en la Argentina no va ser suficiente para hacer toda la infraestructura que queremos y necesitamos a la velocidad que la precisamos”, expresó.
A su vez, argumentó que ese proceso aportó “mayor institucionalidad, mejores y más claras reglas de qué es lo que hay que hacer”, para “tener más inversión, empleo, igualdad de oportunidades y reducción de la pobreza”.
Al finalizar su exposición se dirigió a los empresarios de la Alianza del Pacífico expresando que el gobierno “cree profundamente en el espíritu emprendedor, en el desarrollo de la iniciativa privada, respetuosa de la leyes, del pago de impuestos, del cuidado del medioambiente”.
Viraje estratégico
Mientras se aleja política e ideológicamente de la idea de un bloque con los BRICS, el gobierno argentino practica el pragmatismo comercial y financiero multilateral. El acercamiento a la Alianza del Pacífico, integrada por México, Colombia, Perú y Chile, sigue esta lógica.
Dio un primer paso con la reciente incorporación de Argentina como “país observador”, condición compartida con otra cuarentena de estados. No significa una integración inmediata a la Alianza del Pacífico, pero marca una voluntad política.
El objetivo estratégico es incorporarse a la Alianza del Pacífico, o, más lejanamente, al Tratado Trans Pacífico (TTP) que promueve Estados Unidos. Pero esta perspectiva está atravesada por contradicciones con el vecino Brasil.
Te puede interesar: PROimperialismo