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Red Internacional
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Francia. Una "retirada" táctica: Macron intenta salvar su “Ley de Seguridad Global” luego de las masivas manifestaciones

El Gobierno Francés intenta ahora "reescribir" la Ley de Seguridad Global, que tiene el fin de reforzar las fuerzas represivas del Estado. Es un intento de frenar las masivas protestas, pero mantener parte de la Ley.

Martes 1ro de diciembre de 2020 01:10

Esta Ley plantea por ejemplo la prohibición de filmar a policías sin el permiso del Estado. Las represalias podrían ser multas de hasta 45 mil euros y encarcelamiento. Para poner un ejemplo, con esta nueva Ley, en Francia no se podría filmar un caso como el asesinato de George Floyd.

La prensa política y la prensa alternativa son las más castigadas, ya que la prensa privada y estatal van a poder seguir filmando. Este punto es el que más destaca, pero hay otros puntos que plantea la ley: el rearmamento experimental de las fuerzas municipales, el derecho a la utilización del reconocimiento facial, un conjunto de ataques que vienen de la policía. Esto implica que no se pueden transmitir en vivo las represiones.

El Gobierno argumenta que esta Ley busca proteger a los policías. Si un manifestante se encuentra filmando un vivo en plena marcha, puede ser detenido, arrestado y hasta ser llevado a juicio. Es muy amplia la definición de esta ley, con lo cual es mucho lo que deja abierto para que la Policía actúe en este terreno.

Durante el fin de semana llevaron a acabo manifestaciones en contra de la aprobación e implementación de esta ley. La juventud es la que alió de forma más masiva, en especial la juventud estudiantil que proviene de barrios populares; fueron 500 mil personas en la calle en todo el país, una cifra importante para este momento de confinamiento social.

Macron está dirigiendo el país con un Consejo de Defensa y por decretos. La Policía reprime con una creciente brutalidad, como se dio con el caso de Michel Zecler, un productor de música negro, que estaba grabando a varios artistas, y salió un momento del local donde estaba trabajando sin su barbijo, y fue atacado brutalmente. La brutal escena dura 15 minutos: patadas, porrazos, puñetazos e insultos racistas. Este hecho recibió un enorme repudio en las movilizaciones.

Ante el inmenso desafío generado por la votación de la Ley de Seguridad Global, Macron opera una retirada táctica al anunciar la "reescritura" del artículo 24. En definitiva, hace un cambio de forma para mantener mejor la esencia. Se trata de una retirada táctica arrebatada por la movilización masiva de este sábado, una maniobra encaminada a mantener el conjunto de la ley de Seguridad Global. La lógica de esta ley apunta a darle más poder para la policía y a la vigilancia generalizada, pero también esconde sus artículos 23 y 25 que nada tienen que envidiar al artículo 24. Si "concede" esta reescritura es esencialmente porque el Ejecutivo está bajo presión, y que ’tiene miedo de perder más. Este es el momento de aclarar el punto y exigir ’la retirada TOTAL de la ley de seguridad global y todas las leyes que coartan la libertad’.

Cambia la forma pero conservan el contenido para intentar contener la bronca en las calles

En rueda de prensa convocada por los líderes mayoritarios, se anunció una reescritura del artículo 24 de la Ley de Seguridad Global. Luego de una movilización masiva el sábado 28 de noviembre, las autoridades reaccionaron con en un intento por poner fin a la crisis. Fue ante las cámaras que Christophe Castaner, Patrick Mignola y Olivier Brecht anunciaron que propondrían "una nueva redacción completa del artículo 24, en la propuesta de Ley General de Seguridad".

De este modo, el Gobierno intenta darle una salida a la crisis, proponiendo un abandono de la forma del artículo 24. Pero si el gobierno dice haber escuchado las preocupaciones, el discurso de Castaner no podría ser más claro, “No es ni un retiro ni una suspensión, sino una reescritura total del texto”. Por lo tanto, no se trata en modo alguno de un retiro del artículo 24 sino de una reescritura motivada por una falta de "comprensión" de la ley: "Sabemos que aún persisten las dudas y hay que acabar con estas dudas porque cuando tal malentendido sigue intensificándose sobre un tema tan fundamental tenemos el deber de cuestionarnos colectivamente”.

Si la reescritura del texto de la ley ilustra una retirada táctica, es solo en la forma, el espíritu de la ley y del artículo 24 permanece inalterado.

Para el Gobierno se trata de intentar poner fin a un período de crisis política. Es sobre la cuestión de la interpretación que el Gobierno ha decidido hacer su mea culpa, tratando de reafirmar su voluntad de no atentar contra los derechos de la prensa. Olivier Brecht afirmó más tarde la posibilidad de reciclar el artículo 24 en los proyectos de ley contra el "separatismo".

La estrategia de Macron: relegitimar el parlamento para desinflar la crisis política

Desde el domingo, las reuniones de crisis convocadas por el presidente de la República se han sucedido a gran velocidad en el Palacio del Elíseo. El domingo, al día siguiente de la enorme movilización del sábado 28 de noviembre, se realizó una primera reunión en un pequeño comité en torno al Presidente, el Primer Ministro y los líderes del grupo LREM. En la tarde del lunes, según Le Monde, una nueva reunión en con los líderes de la mayoría tuvo lugar nuevamente en el Elíseo. El presidente se mostró particularmente molesto, según Le Figaro, y habría presionado a sus tropas: "la situación en la que me pusiste podría haberse evitado". También habría dicho que ante los disturbios provocados por el artículo 24 sería obligatoria una respuesta política y que tenía que provenir de los parlamentarios, por eso tomó la decisión de convocar a los medios de comunicación.

Macron intenta, por un lado tranquilizar a su mayoría y a su electorado frente a las acusaciones de abuso de derechos, y a su vez, tratando de mantener una posición firme en temas soberanos.

Frente a los atentados contra las libertades, luchemos por el retiro absoluto de la Ley de Seguridad Global

Los anuncios del gobierno no son en modo alguno un paso atrás en la Ley de Seguridad Global, detrás de los discursos el objetivo sigue siendo el mismo, fortalecer las fuerzas de represión y atacar nuestras libertades. La reescritura de la sección 24 no cambiará su contenido. El retiro absoluto de la ley es innegociable, cabe recordar que, por ejemplo el artículo 21 propone retirar la garantía de que las imágenes de las “cámaras móviles” de los policías se utilicen en tiempo real y por tanto permitirán, mediante software de reconocimiento facial, brindar información directa a los agentes en el ámbito policial, sobre la identidad de los activistas que se encuentren en el lugar donde actúen. El artículo 22, propone la autorización del despliegue de drones y permitirá rastrear a cada individuo. La ley también permite el porte de armas para la policía en el ámbito privado. Además, el artículo 23 permite desentrañar "el arsenal disciplinario en prisión para satisfacer a la policía". Estos ejemplos muestran la necesidad de luchar contra todo el proyecto de esta ley liberticida.

Las protestas masivas contra la ley general de seguridad han mostrado la posibilidad de detener el proyecto de ley. Frente a este proyecto de ley liberticida y los efectos del anuncio del gobierno, la movilización debe continuar para obtener el retiro total del proyecto. Hoy más que nunca es necesario continuar expandiendo el movimiento contra las leyes que coartan las libertades y contra la ofensiva islamófobica del gobierno. En una situación explosiva, en el contexto de una crisis económica que solo promete desempleo y precariedad, las movilizaciones de las últimas semanas han mostrado la posibilidad de la victoria.

Macron se ve obligado a replantear el tema del Artículo 24 principalmente porque tiene miedo de perderlo todo. Más que nunca, debemos enfatizar el punto para obtener no solo la verdadera retirada del artículo 24 sino de toda la Ley de Seguridad Global. Pero también va en contra de la antigua ley de "separatismo" que posiblemente integrará nuevas medidas represivas a las que trata de extender la movilización. El Gobierno está bajo presión, ahora es el momento de doblegarlo.