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Red Internacional
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Crisis política. Macron queda en ultra minoría: se abre un período de gran inestabilidad

Si bien se esperaba una caída de Macron en esta segunda vuelta de las legislativas en Francia, el resultado superó las peores previsiones. El gobierno no solo perdió la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, sino que quedó en ultra minoría. Se abre así una gran crisis política y un quinquenio explosivo.

Domingo 19 de junio de 2022 20:01

Cataclísmica. Se esperaba que la segunda vuelta de las elecciones legislativas debilitaría a Macron, pero el resultado final superó las peores expectativas. De hecho, el Gobierno perdió largamente su mayoría absoluta, con un estimado de 238 escaños. Un resultado que condena a Macron a gobernar en ultra minoría, buscando apoyarse en la derecha, y abre un periodo de profunda inestabilidad política.

Frente a él, la coalición centroizquierdista NUPES, liderada por La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, que agrupa entre otros al Partido Socialista, a los Verdes y al Partido Comunista, se convirtió en la primera fuerza de oposición. Sin embargo su resultado es mixto. Los resultados finales están muy lejos de la demagogia electoral de Mélenchon que, de nuevo el viernes, aseguró que sería primer ministro a pesar del sentido común.

Al igual que en la primera vuelta, el nivel de abstención que alcanzó el 54 % a pesar de la campaña de movilización realizada desde la elección presidencial, marca la dificultad de su coalición con partidos burgueses como el Partido Socialista o los Verdes para convencer a las clases trabajadoras y la juventud. Casi 3 de cada 4 jóvenes no votaron en estas elecciones legislativas.

Frente a NUPES, la extrema derecha hizo un gran avance y se constituyó como la segunda oposición al gobierno. Ressemblement Nacional (RN, Reagrupamiento Nacional) sí podría multiplicar por 10 su número de diputados, repitiendo su histórico resultado de la primera vuelta. El partido de Marine Le Pen capitaliza así el profundo odio al macronismo, pero también la incapacidad de NUPES para convencer a amplios sectores de las clases populares seducidas por la RN.

Estos resultados dibujan un quinquenio sumamente inestable, donde la capacidad de gobernar de Emmanuel Macron se verá duramente puesta a prueba. En medio de una guerra reaccionaria en Ucrania y mientras la presencia francesa en África está en crisis, esta situación debilitará aún más la posición del imperialismo francés, el pilar de la Unión Europea, en el escenario internacional.

En un discurso de crisis, la primera ministra Elisabeth Borne llamó a construir una "mayoría de acción", apostando a la posibilidad de acuerdos con la derecha. Pero esto podría ser más difícil de lograr de lo esperado y, en el mejor de los casos, podría obligar a Macron a gobernar más a la derecha de lo que desea.

Si la crisis sanitaria congeló temporalmente el impulso ascendente de la lucha de clases ininterrumpida entre 2016 y 2020, esta inestabilidad política, en un contexto internacional marcado por el aumento de las tensiones en el campo geopolítico, la profundización de la crisis económica y las tendencias recesivas, podría desembocar rápidamente en grandes explosiones sociales. Una situación en la que las "guerrillas parlamentarias" pregonadas por NUPES quedarán impotentes, mientras podría ponerse rápidamente a prueba la durabilidad de esta coalición. Fabien Roussel, líder del Partido Comunista Francés, ya ha comenzado a distanciarse este domingo por la noche.

Al revés de la perspectiva parlamentaria que está en el corazón del discurso de la izquierda institucional, es urgente prepararse para un combate en el terreno de la lucha de clases, buscando aprovechar las brechas que puede abrir la crisis política. Para ello, necesitamos una izquierda revolucionaria a la ofensiva, capaz de intervenir en las luchas por venir y construir un frente de resistencia contra Macron y la extrema derecha.