Varios ex MENAS (menores extranjeros no acompañados) llevan varias semanas viviendo en la mendicidad, al ser expulsados por la Comunidad de Madrid de sus servicios de protección al cumplir la mayoría de edad. Muchos viven a su vez verdaderos infiernos en sus centros.
Miércoles 22 de julio de 2020 14:00
La situación es dramática y se repite día tras día. En el parque de la Casa de Campo que rodea el centro de acogida de menores, donde antes vivían y del que fueron echados al cumplir 18 años, malviven varios adolescentes inmigrantes. Su situación legal no puede ser peor. Han perdido la “protección” y la tutela del gobierno regional, al cumplir la mayoría de edad, pero tampoco pueden trabajar ni estudiar, al no tener la residencia legal en el país. Incluso hay varias denuncias de que a pesar de poder demostrar mediante su documentación su condición de menor, son expulsados mediante resultados de pruebas médicas que dicen lo contrario.
Esto les obliga a vivir en la calle y a buscarse la vida como pueden. Actualmente hay menos, pero a mediados de junio llegó a haber entre 50 y 60 chavales durmiendo con mantas y entre la maleza, utilizando el arroyo como servicio. La mayoría eran procedentes de otros centros e incluso del mismo de la Casa de Campo, desamparados una vez que cumplieron la mayoría de edad.
Varios de ellos, relatan hoy, en elDiario.es, su terrible día a día. Osama, después de enseñar los dos únicos documentos que acreditan su identidad (un pasaporte marroquí y una tarjeta de residencia que le señala con mayúsculas como “ex mena tutelado, no autorizado para trabajar”) explica como: "Por el día busco comida y por la noche voy a dormir a un coche abandonado en Vallecas”. Otro compañero, Ibrahim (nombre ficticio), explica como por las noches se acercan al centro de menores, del que fueron expulsados, donde sus antiguos compañeros, aun menores, podían llevarles algo de comida que sacaban de dentro.
Centros de Menores Tutelados donde algunos viven un auténtico infierno
Si dramática es su situación actual, la vivida en estos centros no es mucho mejor. Hoy mismo la Fundación Raíces, una organización de apoyo a la infancia en Madrid, publicaba un informe en el que denuncia 55 agresiones a menores tutelados en Madrid recopiladas desde 2016. Aunque el informe solo habla de Madrid, advierte que estas agresiones pueden darse en el resto de los Centros de Menores Tutelados del país, ya que las carencias del sistema, que dan impunidad a los agresores, se repiten en todo el territorio nacional.
En el mismo se recogen testimonios terribles. Las víctimas, de entre 12 y 17 años, afirman que sus agresores fueron sobre todo los vigilantes de seguridad de los centros de primera pero también educadores y miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
K. T. un niño argelino cuenta que con 15 años, “Cuando la policía se marchó del centro, me llevaron al cuarto de los vigilantes, esposado, cerraron la puerta. Uno de ellos me pegó patadas hasta que caí al suelo boca abajo, los demás también me pegaron, pero no con tantas ganas como él. Ahí me tuvieron hasta que se cansaron. No sangré, pero sentía que me iba a desmayar, me dolía todo el cuerpo”. M. T., un adolescente marroquí, lo deja caro al afirmar que: “Los vigilantes no hablan, solo nos hablan con sus puños”.
Solo la mitad de los y las 55 adolescentes agredidas se atrevieron a denunciar. La mayoría de están denuncias, están todavía están a la espera de juicio. De las juzgadas hasta ahora, ha habido cuatro sentencias absolutorias y cinco casos se han tenido que archivar tras la desaparición de los menores. Todo ello a pesar de que, como muestra el informe, existieran fotos que muestran brazos escayolados, brechas en la cabeza y hematomas en todo el cuerpo.
VOX azuza la xenofobia y el racismo contra ellos
Esta situación de marginalidad de estos adolescentes y su contante presencia en los parques, al no tener otro sitio donde ir, por supuesto ha sido aprovechado por la extrema derecha para difundir su mensaje xenófobo. Mensaje que vincula a estos jóvenes abandonados con robos, delincuencia y violencia, aunque los datos y la realidad demuestren claramente que no es cierto.
Un empleado de este centro de menores, que pide no ser identificado, denuncia que: “Es injusto que se tache a todos de delincuentes cuando no es así. El porcentaje de menores que caen en estas actividades delictivas es muy bajo, menos de un 5%.”.
Sin embargo, ya sabemos, que a la derecha (PP-Cs) y la extrema derecha (VOX), les da igual los datos con tal de lanzar su discurso contra los inmigrantes. La aparición con gran fuerza de Vox no ha hecho más que endurecer por derecha un discurso antiinmigrante o de control absoluto de fronteras que ya estaba presente en gran parte de los gobiernos y partidos políticos del Estado español. En el caso de las 3 derechas, es muy claro su discurso. Quieren aparecer como los “campeones” de la defensa del territorio español, del control de fronteras, de las políticas que restrinjan al máximo tanto la llegada, como los derechos y libertades de la comunidad extranjera en el país.
Ningún ser humano es ilegal. Por el cierre de los CIES. Plenos derechos a los inmigrantes y refugiados
Ante esta dramática situación que esta sufriendo diariamente estos adolescentes, tanto el gobierno regional del PP-Cs apoyado por VOX, como el central del PSOE-UP, se “pasan la pelota” uno a otro. “Escurren el bulto”, alegando problemas burocráticos o legales y la falta de medios. Vemos como, ni a la derecha, cosa evidente, ni a la “izquierda” les importa el bienestar de estas personas abandonadas.
Evidentemente la solución no puede ser volver a internarlos en los mismos Centros de Menores o CIES de los que fueron expulsados. Estas “cárceles” para inmigrantes son lugares donde viven hacinados, sin las mininas condiciones, y donde además, como hemos visto, sufren torturas y malos tratos que, en muchas ocasiones, les llega a ocasionar la muerte.
La actual pandemia, no ha hecho más que empeorar, la dramática situación de las personas inmigrantes en el Estado español. Los que tienen “papeles”, han sido muchos de ellos despedidos y desahuciados de sus viviendas. Los “ilegales” han sufrido gravemente las condiciones inhumanas de trabajo a las que se ven sometidos. Condiciones, que como se ven en los casos actuales de las industrias cárnicas y del campo, les ha llevado a contraer masivamente el virus.
Por todo ello ahora más que nunca, exigimos a los sindicatos y al resto de las organizaciones sociales y políticas de izquierdas que levanten un verdadero programa que luche contra estas políticas racistas. Un programa que plantee un conjunto de medidas para unir las filas de la clase trabajadora, nativa y extranjera. Medidas como: ¡Abajo las reaccionarias leyes de extranjería!, ¡Por el cierre de los CIEs! ¡Regularización ya! Por plenos derechos a los inmigrantes y refugiados, papeles para todos con o sin contrato, así como la apertura irrestricta de las fronteras a todos los inmigrantes y refugiados entre otras muchas.