Una huelga de celo encabezada por los maquinistas que consiste en trabajar lo estipulado por la empresa y que pone de manifiesto las deficiencias inherentes del servicio de trenes. El pistoletazo de salida a nuevas convocatorias para febrero y marzo.
Lunes 1ro de febrero de 2021
Este lunes se han vuelto producir enormes aglomeraciones en las estaciones de Cercanías de Madrid. Como muchos de los días de entre semana miles de personas han tenido que viajar en trenes atestados y manejarse en andenes en los que es imposible mantener la distancia de seguridad.
En plena tercera ola y con récord de contagios esto ha desatado la indignación entre los usuarios. Desde primera hora de la mañana Twitter se incendiaba con imágenes y videos del caos y las aglomeraciones, especialmente en las estaciones del sur de Madrid, que es donde residen la mayoría de trabajadoras y trabajadores y que a esa hora se disponen a llegar a sus puestos de trabajo.
Renfe rápidamente ha emitido un comunicado por sus redes sociales en el que culpabiliza directamente a sus empleados y especialmente a los maquinistas por estar desarrollando una “huelga de celo” según esta empresa. Esta consistiría básicamente en que los trabajadores se limitan a realizar las tareas que estrictamente les corresponden, sin trabajar más horas o sin asumir la sobrecarga de trabajo que traten de imponerles Renfe. En otras palabras: es una huelga que, al consistir en trabajar estrictamente según lo estipulado por la empresa, precisamente pone de relieve las deficiencias del servicio, puesto que los trabajadores desisten de trabajar de más para solventar las carencias de la empresa.
Debido a la huelga de celo de maquinistas, se están produciendo demoras y aglomeraciones en casi todas las líneas de Cercanías Madrid.
Renfe pide disculpas y denuncia esta actitud irresponsable que perjudica seriamente a los usuarios.— Cercanías Madrid (@CercaniasMadrid) February 1, 2021
Desde los grandes medios de comunicación se ha dado eco a estas acusaciones y excusas de Cercanías Madrid. De esta manera TeleMadrid asumía abiertamente los argumentos de esta empresa, tanto en televisión como en su web.
Lo que Renfe, ni ninguno de sus voceros, explica es que este colapso se ha producido por el deterioro continuo de los trenes y la falta de personal, y son precisamente los propios trabajadores y sus organizaciones sindicales los que denuncian públicamente esta situación. Y en concreto el caos hoy ha sido especialmente intenso, porque como es habitual ha habido averías técnicas en Nuevos Ministerios, una de las estaciones principales de la red de cercanías madrileña.
Como denuncia el sindicato de maquinistas (SEMAF), se han perdido cerca de 700 puestos de trabajo en el último año y no se ha producido ninguna reposición de los trenes averiados. Es en realidad esta situación lo que explica el caos constante y contribuye a los contagios que hemos vivido en Madrid en este periodo de pandemia.
La respuesta de Renfe no solo muestra a una empresa profundamente anti sindical y que desprecia a sus propios trabajadores, sino también a sus usuarios, ya que durante todo este año ha demostrado que está dispuesta a que sus trenes y estaciones sean enormes focos de contagio con tal de mantener sus beneficios y que sus directivos sigan cobrando sueldos millonarios.
Casualmente esta respuesta tan airada se produce poco después del anuncio por parte de los sindicatos de convocar diversas jornadas de huelga a lo largo de febrero y marzo en protesta por esta situación. Por tanto, parece evidente que se trata de una especie de “vendeta” contra sus empleados para intentar amedrentarles y ponerles en el foco mediático culpabilizándoles y aprovechándose de la incertidumbre que genera el vertiginoso aumente de contagios en esta tercera ola.
Es necesario desmontar y denunciar esta impostura de las grandes empresas y los gobiernos. Solo la clase trabajadora mediante sus métodos de lucha y la movilización podrá conseguir que nuestras vidas estén por encima de sus beneficios y de esta manera no corramos el riesgo de contagiarnos solo por tener que ir a nuestro puesto de trabajo.
