Conversamos con Milton D’León, a dos meses y medio de haber transcurrido la elección del 28 de julio en la que el Consejo Nacional Electoral proclamara presidente reelecto a Maduro, un anuncio ratificado por el Tribunal Supremo de Justicia. En todo este tiempo nunca se hicieron públicas las actas que corroboraran tal triunfo electoral y solo se tiene como sustento las declaraciones oficiales de los organismos de Estado, controlados por el gobierno. A estas alturas no hay razones para considerar lo contrario de la consumación de un escandaloso fraude electoral. ¿Qué es lo que está pasando y hacia dónde se encamina Venezuela?
Lunes 14 de octubre 12:27
¿Para empezar podrías comentarnos por qué el gobierno de Maduro se ensañó tanto con las protestas que se desarrollaron en los sectores populares?
Las protestas post electorales que se desarrollaron el 29 de julio y días siguientes, mayoritariamente en las zonas populares, pusieron en relieve no solo el descontento ante lo que consideraron un fraude electoral, sino que expresaron de una manera más abierta y profunda el distanciamiento de la base social que históricamente venía acompañando al chavismo. Hablar de estas protestas no es un simple ejercicio de recuento de lo acontecido, sino de calibrar lo que expresaron políticamente y pusieron de relieve por primera vez en las últimas dos décadas. En esos primeros días los partidos de la oposición de derecha, sobre todo del sector de María Corina Machado y Edmundo González, habían llamado a no salir a las calles, limitándose casi una semana después a concentraciones de poco peso y en las regiones y lugares donde ejercían mayor control. Al desarrollarse en los que eran los bastiones históricos del chavismo, donde fue el grueso de la protesta, se trataba de disciplinar y cortar de cuajo, porque de permitir que se siguiese desarrollando esa dinámica se podría ir a una situación de muchísimo más convulsión social ya que la protesta podía crecer, lo que implicaba un riesgo serio para la estabilidad del gobierno una irrupción masiva de los sectores populares, que ha sido el sector que ha definido importantes acontecimientos en el país cuando se trata de luchas sociales. Hay que agregar que siempre que desde el Estado se ha reprimido a los sectores populares se permiten ser más brutales con con saldos fatales. De allí la descarga brutal represiva en esos días, produciéndose detenciones masivas y un amedrentamiento a gran escala. La hegemonía que podía ejercer en su tradicional base social, ya no era el consenso como en las primeras etapas del chavismo, sino la coerción directa con la represión desmedida, para buscar mantener su “estabilidad” gubernamental.
Dos meses y medio y el gobierno nunca mostró las actas, mientras tanto el sector que lidera María Corina Machado se muestra deslucido al menos a nivel de calle, ¿cómo evalúas esto?
Maduro nunca consiguió dar veracidad al resultado electoral, y a dos meses y medio el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha publicado una sola acta violando incluso sus propias normas de verificación, pasando todos los tiempos y actos estipulados por ley. La maniobra política de recurrir al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que supuestamente realizara la verificación, no fue más que una bufonada aberrante, para sostener lo insostenible, el escandaloso fraude electoral. Mientras tanto la derecha, que también se ha auto declarado ganadora, ha sido incapaz de mostrar fuerza como lo había hecho en 2017 y en su golpismo más abierto del 2019. Su argumento es por la represión que se ha ejercido, pero ésta ya estaba presente en esos años señalados y no con menos fuerza, suma a su narrativa la migración de gran parte de su tradicional base social. Esto influye, pero no lo explica todo. Este sector político, no solo ha mermado en su poder de convocatoria, sino que incluso sus últimos llamados a protestar han pasado prácticamente desapercibidos. Pero hay que señalar que la estrategia de María Corina, al menos como se ha expresado hasta el momento, no es recurrir a la movilización más frontal, porque está entrampada en que los grandes intereses que obedece que son los grandes intereses imperialistas que al momento, y con el gobierno de Biden en Estados Unidos no están apostando a un convulsión social en el país ni un cambio violento de régimen. Sean cual fueren las causas, quienes se decían que habían ganado con porcentajes cercanos al 70%, hoy se muestran débil, al menos a nivel de calle, y con Edmundo González exiliado en el Estado Español.
¿Quiere decir que Maduro consigue atornillarse y se termina de imponer?
Lo que Maduro ha hecho hasta el momento es buscar justificar su fraude electoral y seguir proclamándose presidente reelecto. Aún faltan dos meses y medio para el 10 de enero, inicio del nuevo mandato, y si bien la crisis sigue abierta, los vientos parecen favorecerle, salvo que pase algo inesperado. Pero estamos ante un gobierno que, aunque se mantenga por la fuerza de la represión, sabe que ha perdido su base social. El sustento de los militares y el conjunto de las fuerzas represivas sigue siendo crucial para Maduro, y no por casualidad en ese salto autoritario habla de su gobierno como “cívico-militar-policial”, dándole un nuevo estatus gubernamental a las fuerzas policiales que no lo tenía antes. El aparato del gobierno se sigue articulando alrededor de diversas camarillas políticas con centro en Maduro. Lo que los ha unido en los últimos tiempos no ha sido tan solo el espanto sino también los grandes intereses materiales. Esto no quiere decir que no exista tensión interna, la hay y esto acelera sus elementos de descomposición y por qué no, el caos político interno –es importante resaltar que nadie se imaginaba la caída del sector liderado por Tareck El Aissami que representaba un sector clave del grupo de poder, hoy presos. Maduro da su salto mayor en el autoritarismo cuando más grande es el vacío hacia abajo. Pero el gobierno de Maduro no está suspendido en el aire, para lidiar con la pérdida de apoyo, el gobierno se ha sostenido cada vez más en los aparatos represivos, si bien la corporación militar y las policías no han dejado de ser parte del aparato de contención y represión. Pero es importante agregar en todo esto es el comportamiento de importantes sectores empresariales, incluso transnacionales imperialistas como Chevron, que es parte de lo que le permite una sobrevida, de allí que un importante sector capitalista su política viendo siendo un “dejar hacer” a Maduro, agreguemos además que Estados Unidos no está, al momento, en una política de derrocarlo, como sí lo intentó en otros años. Aunque la hegemonía aquí es directamente basada en el uso de la fuerza donde la coerción es fuerza militarizada y con una escala de mayor control político y social, por eso el eje del gobierno actual pasa por la policía, la burocracia y la camarilla militar, y ese dejar hacer empresarial porque lo beneficia. Un gobierno del sable, para parafrasear a Trotsky, donde la espada es el instrumento del “orden”. Por un lado, su “estabilidad” le deviene, además de la represión, en la poca capacidad de lucha del movimiento de masas, y por el otro, por tener a una derecha liderada por María Corina Machado que ha logrado arrinconar, y la va debilitando. Con respecto al movimiento de masas, sobre todo, por lo que se expresó en los sectores populares el 29 de julio, si bien consiguió aplastar la protesta por el despliegue represivo, nada indique que no pueda resurgir a futuro por algún viraje político o de cambios abruptos en la situación política, y puede estar latente. Puede atrincherarse más en el poder, y prevalecer su opción reaccionaria centrada en la represión y los militares, y asumir en esas condiciones el 10 de enero, consumando su golpe electoral, avanzando a un régimen abiertamente dictatorial policial militar.
Con respecto a esto que señalas de los sectores empresariales, luego del 28J, las cámaras patronales han llamado solamente a evitar las confrontaciones, ¿hay un cambio entonces en la ubicación de los grupos económicos con respecto a otras etapas políticas?
Esto es muy importante. Existe una situación muy distinta a otros momentos políticos, nos referimos a la orientación y la política económica del gobierno. El giro económico del gobierno ha sido brutalmente arrasador desde el punto de vista capitalista y con políticas donde la orientación neoliberal se queda corta. Los grandes sectores empresariales, grupos económicos y transnacionales están muy contentos con esa política del gobierno. Se les ha abierto las puertas de par en par. Existe una liberación completa de la economía, un proceso acelerado de privatizaciones, una oportunidad de negocios lucrativos en áreas claves de la economía como la petrolera, siderúrgica, eléctrica y otros sectores claves que han venido en la órbita del Estado, pero también en el área privada donde llevan a cabo grandes ganancias. Se han instalado relaciones laborales-patronales de inicios del siglo XX, y con esquema de política salarial prácticamente de trabajo a destajo. Son fuertes grupos económicos nacionales y transnacionales que se benefician. Y no les va mal en esta política, grandes sectores económicos se han lucrado, y no hablamos solamente de los nuevos grupos que surgieron con el chavismo, sino también de los viejos sectores de la burguesía tradicional. Recordemos que, en abril del 2002, Fedecámaras tuvo una ubicación abiertamente golpista y durante muchos años estuvo aferrada a esa política llegando a impulsar un paro saboteo, un lock out patronal, esta vez quieren “estabilidad” para sus negocios. Maduro se las está dando. Con María Corina Machado obviamente también se beneficiarían, tiene un plan privatizador más abierto y en la línea del presidente “libertario” argentino, que no va a cambiar en nada en lo avanzado por el actual gobierno, lo profundizará, en un caso hipotético de llegar a gobernar. Esto es lo que explica el posicionamiento de los grandes grupos económicos, financieros y empresariales, que hace el llamado “a la no confrontación”, nada que les perjudique sus negocios. Es que hoy, ambos sectores de poder político que se disputan la nación favorecen sus intereses.
¿Cómo ha quedado la oposición luego de la salida de Edmundo González que se exilia en el Estado Español?
La salida de Edmundo González, como la propia María Corina Machado lo dice, ha debilitado la estrategia de la oposición, si es que tenía alguna. Edmundo se transformó en relevante en la medida en que la oposición lo proclamara presidente electo, pero en sí no es una figura de peso, ese papel le corresponde a María Corina. Fuera del país se trata de una figura simbólica, por más que la oposición afirme que el 10 de enero “asumirá” como presidente efectivo y que lo reconozcan como muchos países. Lejos estamos de un escenario como el del 2019 cuando Juan Guaidó se proclamó presidente interino con el apoyo de Washington y toda la derecha internacional y continental. Como comenté antes, los llamados de la derechista María Corina Machado no han tenido repercusión en Caracas, pero tampoco en el interior del país, a no ser en el exterior, en lugares como Madrid o Miami, y aquí en los últimos días han cesado. Basta mencionar el llamado del 28 de septiembre, cuando se cumplieron los dos meses de las elecciones, prácticamente no existieron. A quién le ha venido bien es a Maduro, por eso agilizó la salida de Edmundo una vez que se refugiara en la embajada del Estado Español, luego de estar semanas en la embajada de los Países Bajos que, dicho sea de paso, difícil creer que el gobierno no lo sabía. Ni el gobierno ni la oposición liderada por María Corina Machado habían revelado públicamente que Edmundo ya se encontraba refugiado desde los días posteriores al 28J, y luego en la residencia del embajador español en Caracas. Un “secretismo”, como mínimo negociado. Una vez ya en el Estado Español, salió a la luz pública las formas de la negociación, cada sector con su narrativa, por el lado de Edmundo afirmando que sufrió coacción para firmar un documento secreto del acuerdo, y el gobierno afirmando que fue un acto voluntario. Pero sea como fuere, un Edmundo fuera del territorio favorece a Maduro y perjudica a la oposición, y no están claros los pasos que dará María Corina en los meses restantes al 10 de enero y posterior a esa fecha.
¿Cómo quedaría el gobierno de Maduro en el plano internacional luego del 10 de enero?
Antes de esa fecha aún pueden acontecer muchas cosas. Si bien el escenario es que Maduro se declare presidente en esa fecha, dos meses y medio es bastante en tiempos políticos. La primera cuestión de peso será la elección presidencial en Estados Unidos el 5 de noviembre. Si observamos el tema de Venezuela está completamente ausente en la compaña electoral estadounidense, y no es la política de los demócratas traerlo a colación, incluso Trump no ha sido tan bullicioso con el tema como en otros momentos. Un eventual triunfo del expresidente podría implicar una política más agresiva sobre Venezuela que venga a reforzar la que se está encaminando la derecha europea –teniendo como cabecera de playa la española– y también del continente que, si bien no está en las condiciones del 2019, mantiene sus alfiles como Milei. Al momento la gran mayoría de los gobiernos le siguen reclamando al gobierno que publique las actas, algunos ya han reconocido a Edmundo como presidente electo, otros aún no lo declaran, pero tampoco a Maduro. Pero se apunta a un aislamiento mayor de Maduro en el nuevo mandato, al menos políticamente. Económicamente estamos ante un gobierno que poco le importa si hay una retomada de sanciones económicas, ya lo demostró en los últimos años en medio de la severa catástrofe económica y social que azotó al país, una vez decididos a atornillarse en el poder. Lo hizo con la consecuencia de la profundización de dicha catástrofe económica que asoló al pueblo trabajador, resistiendo al aislamiento político. No se sabe si se volvería al escenario de las sanciones económicas, y dependerá mucho de la política de Estados Unidos, dependiendo quien gane las presidenciales. Pero la situación mundial pareciera favorecerle, los ojos del mundo no están puestos en Venezuela. Vivimos tiempos convulsivos a nivel internacional con tendencias al guerrerismo, al armamentismo y guerras como la que se desarrolla entre Rusia y Ucrania, y en las puertas con una guerra a gran guerra regional en Medio Oriente. Siendo que Venezuela es un gran abastecedor energético, el país como mayores reservas mundiales de petróleo y a pocas millas de Estados Unidos. Por otra parte, con guerras en los principales países exportadores de petróleo y sobre todo en Medio Oriente, los precios ya están escalando y pueden aumentar vertiginosamente, lo que beneficia al gobierno, con aumentos considerables del ingreso económicos por el petróleo. Entonces, es un esperar y ver, pues los intereses políticos y económicos en una situación inestable a nivel mundial determinarán bastante.
¿Y específicamente sobre las relaciones económicas con las transnacionales que operan en el país?
En los últimos años los entendimientos económicos han avanzado de manera acelerada con las grandes transnacionales, se aliviaron las sanciones, e incluso retomando la ruta petrolera, con la carta blanca a grandes corporaciones como la Chevron, y no solo estadounidenses, sino también de Europa, como Inglaterra, Francia, Italia, el Estado Español, entre otras naciones. El 2 de octubre la OFAC de Estados Unidos renovó automáticamente la autorización de las operaciones de Chevron en Venezuela, y mientras se mantenía el conflicto diplomático con el Estado Español, en el palacio de gobierno, Miraflores, el gobierno se reunía con los representantes de Repsol, para asegurarles que la cuestión diplomática no interfería en los negocios. Aquí operan, además de las mencionadas, la italiana ENI, Indian Oil, la francesa Maurel & Prom, las contratistas internacionales Halliburton, Baker and Hughes y Schlumberger. en el sector gasífero como la Shell, en el petroquímico con la Mitsubishi, la colombiana Ecopetrol, y paro de contar. Es de tomar en cuenta también que Maduro mantiene el canal abierto con Rusia, China e Irán, países que ya lo han reconocido como presidente reelecto, y los negocios son fluidos. Son quienes le ayudaron a sortear las sanciones económicas, además de su fuerte presencia en el área petrolera como la China Petroleum, Rosneft, entre otras. Estados Unidos necesita incorporar crudos a sus mercados y aliviar la presión energética, y ante un eventual shock de precios, el petróleo venezolano puede cumplir ese objetivo, “estabilizar la oferta”. Y Maduro lo ha dicho: “los más importantes inversionistas de Estados Unidos están aquí trabajando ya. Así que, a los inversionistas de Estados Unidos, les digo: Nosotros somos la garantía de ustedes, de su inversión y vamos a seguir trabajando juntos”.
Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo, ¿qué política vienen sosteniendo?
Nosotros desde el primer momento hemos denunciado el fraude, no solo durante la consumación el 28J, sino que dijimos claramente que todo el proceso electoral fue fraudulento. Desde el primer momento exigimos el derecho a conocer los resultados reales, lo hacíamos desde un marco de independencia de clase. Vinculado a esto, en diversas declaraciones públicas, artículos y debates hemos planteado la política de impulsar un Polo independiente del gobierno de Maduro, la derecha y el imperialismo. Si bien, todo pareciera indicar que el gobierno de Maduro es el que se viene imponiendo, aún en una crisis política que aún no se ha terminado de cerrar. Los trabajadores y el pueblo venezolano tienen a su frente a dos grandes enemigos de sus intereses que se disputan el poder. Maduro con su brutal política represiva para imponer un fraude, que cayócon mayor saña sobre los sectores populares que protestaron sobre todo el 29 de julio y del otro lado, la derecha proimperialista con María Corina Machado, falsa demócrata, conocida golpista a quien no le importa, por ejemplo, los presos por manifestarse en los barrios. Aunque Maduro es el que está en el gobierno, ambos sectores son responsables de la tragedia que vive el país. Esto lo decimos porque, si por un lado Maduro en medio de la catástrofe económica impulsó una de los planes económicos más antipopulares y antiobreros que se haya conocido, por su parte la oposición de la derecha fue la que impulsó las sanciones económicas, así como la aplicación de las confiscaciones de grandes activos y cuentas líquidas extraterritoriales por parte de los países imperialistas, tanto Estados Unidos como los países de Europa. Dos brutales tenazas que acrecentaron el sufrimiento del pueblo. Un gobierno asentado con la represión, que continuará con los grandes negocios con transnacionales imperialistas, dispuesto a seguir negociando la deuda e incluso de volver con el FMI para obtener financiamiento internacional, avanzando con planes capitalistas más terribles contra los trabajadores. Al acecho, la derecha proimperialista dirigida esta vez por Corina Machado, trumpista, admiradora de los planes de Milei y de la derecha internacional, con su plan arrasador de privatizar todo tal como ha expresado públicamente, que mantendrá y profundizará lo implementado por Maduro, sirviente imperialista que ha reclamado intervención externa, sanciones y hasta la intervención militar.
Este Polo, ¿cómo se articularía?
Esta propuesta, desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) se las hemos hecho a compañeros y compañeras del Partido Socialismo y Libertad (PSL), del PPT-APR, de Marea Socialista. Lo hemos hecho partiendo de la base de que conjuntamente, durante las elecciones, impulsamos la campaña “La clase trabajadora no tiene candidato”, en la que enfrentamos a ambos bandos en pugna desde una perspectiva independiente, así como también a todas aquellas y aquellos activistas que sumaron a dicha campaña. Hemos manifestado que, ante la imposición de Maduro, donde se redobla el carácter represivo autoritario, de asfixia de las libertades democráticas, de un régimen que oprime toda posibilidad de protesta social, de reclamo, hay que enfrentarlo con absoluta y total independencia enfrentando también a la derecha proimperialista, que está al acecho para dar su salida reaccionaria. Esto hace toda una situación más dramática para los trabajadores. Por ello planteamos que hay que hacerlo luchando por un polo independiente de ambos sectores en pugna, buscando que impacte en algún sector de la clase trabajadora y del activismo político la perspectiva de que sí hay una salida desde los trabajadores. Consideramos que solo con la movilización obrera y popular independiente de ambos bandos en pugna, podremos luchar por los plenos derechos democráticos del pueblo y de la clase trabajadora, así como por mejores condiciones de vida, por la libertad de los trabajadores presos y detenidos por manifestarse, contra el ajuste y los tarifazos vengan de cualquiera de los grandes factores en pugna, uniendo a los sectores que luchan en el marco de una perspectiva propia de los trabajadores. Desgraciadamente de los agrupamientos que he señalado, no han dado una respuesta afirmativa para luchar conjuntamente por esta perspectiva.
Actualmente están llevando una campaña nacional e internacional contra la represión y por la libertad de los presos por protestar, ¿cómo se viene desarrollando?
Es una iniciativa que surgió entre diversas organizaciones políticas de izquierda, activistas por los derechos de los trabajadores y los derechos humanos, a los que se han incorporado otros sectores, pues se parte de poner en pie un gran movimiento democrático por la libertad plena de todas y todos los que fueron detenidos por protestar luego del 28J, que son en su gran mayoría de los sectores populares. Tomó mucha fuerza con la incorporación de las madres y familiares de los detenidos, que inicialmente fueron las madres de los adolescentes que mantienen recluidos en el centro de menores Ciudad Caracas, pero que las últimas semanas se incorporaron de los que fueron detenidos en La Guaira, y se empieza a articular con los de otras partes del país, en lo inmediato con los del estado Carabobo. Lo hacemos con el despliegue de la “Campaña Basta de Represión - Libertad para los presos por protestar”, desde donde hacemos un llamado a las organizaciones de derechos humanos, a las organizaciones sindicales, comunitarias y políticas que defiendan los derechos democráticos a sumar esfuerzos por la causa de la libertad de las y los presos por protestar y/o vivir en una zona popular. Es fundamental sacar a esos jóvenes de la cárcel, incluso hablamos de adolescentes que les violan su más elementales derechos. Una campaña que también desplegamos a nivel internacional, y nos han llegado centenares de firmas de parlamentarios, dirigentes sindicales, intelectuales, referentes de los derechos humanos, y mucho apoyo solidario.