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Red Internacional
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ESCUELAS PARTICULARES. Maestras de privadas denuncian precarización, abusos, reducciones salariales…

A la ausencia de derechos de siempre y el hostigamiento laboral durante el confinamiento, ahora se suma que continuarán dando clases a pesar del fin del ciclo escolar.

Miércoles 10 de junio de 2020

Desde hace unos días docentes de la agrupación Pan y Rosas y de Nuestra Clase estamos recabando testimonios para visibilizar la situación que enfrentan nuestras compañeras maestras y maestros en el sector privado durante esta crisis sanitaria y económica ante los abusos de las y los dueños y directivos, que nunca les han otorgado plenos derechos laborales y mantienen condiciones de precarización laboral.

Ahora durante el confinamiento se profundiza el hostigamiento, la carga de trabajo, la ampliación del horario laboral, rebajas salariales de hasta el 50%, suspensiones sin goce de sueldo hasta el inicio del nuevo ciclo y despidos.

Consideramos necesario que las y los docentes del sector público nos unamos con nuestras compañeras y compañeros docentes del sector privado contra todos estos abusos y violaciones a sus derechos laborales.

Así mismo denunciamos que las autoridades de la Secretaría de Educación Pública guarden silencio ante esta aberración a la que someten a la planta docente en el negocio de la educación privada, mientras que con la continuidad de las clases tras el fin del ciclo violan también el derecho de las niñas, niños y adolescentes al descanso.

A continuación les presentamos una primera serie de testimonios de maestras:

Profesora de escuela privada:

En la escuela donde laboro nos están dando cursos de capacitación en horas de clase, al mismo tiempo debemos estar conectados en las aulas virtuales atendiendo alumnos, no podemos levantarnos hasta que termine el horario de clases. Hay juntas cada dos días en horarios que no corresponden, yo laboro en las tardes y las juntas son en las mañanas por ejemplo, hay días que tenemos de 3 a 4 juntas de dos horas cada una.

La entrega de formatos es mayor, hay que llenar reportes, cargar calificaciones, llenar un FDA diario, planeaciones diarias, trabajo presencial 4 horas y media diarias, en esta cuarentena estoy laborando bajo amenaza de no tener pago entre 8 y 10 horas por día. Es mi vocación dar clases pero me he cansado más y extraño a mis chicos de manera presencial. Tanta capacitación sin valor curricular me satura y mis compañeros están igual. Es difícil.

Profesora de un colegio privado en Cuernavaca:

El ciclo escolar lo dan por concluido el próximo viernes 19 de junio, la semana pasada nos llevaron a firmar nuestra renuncia anticipada. Nos liquidaron con $868 pesos.

Las siguientes dos semanas se laborarán y a nadie le consta que serán pagadas. Ya que como antes lo menciono la relación laboral de manera formal ya no existe. Son más de dos meses que estaremos sin percibir salario. Es una pena que profesionistas de este sector estemos tan desprotegidos.

Cabe mencionar que me encuentro frente a dos grupos, en uno tengo 20 alumnos y en el otro 25 alumnos. Sí terminamos aceptando firmar la renuncia y recibir esa grosería de finiquito es por el miedo de no tener nada seguro para el próximo ciclo escolar.

Profesora de escuela privada:

Por supuesto que desde que la cuarentena empezó se multiplicó el trabajo porque había que dar las clases virtuales y calificar, es muy laborioso en esta nueva modalidad, tenemos que calificar tarea por tarea y alumno por alumno, yo en particular tengo alrededor de 160 alumnos.

Tenemos un contrato de asimilados, nos pagan por hora, por lo que no nos pagan vacaciones, ni días feriados. Es decir, no nos pagaron el 1º de Mayo, el 15 de Mayo, ni todas las vacaciones.

El domingo después de las vacaciones de Semana Santa y pascua nos obligaron a enviarles el reporte de las clases agendadas para el regreso de vacaciones, sí, en domingo y después de dos semanas de no recibir ni un peso.

El dueño busca cualquier motivo para no pagarnos días, por ejemplo, normalmente las últimas semanas de clase cuando ya casi no van niños a la escuela, se quedan de “guardia” los empleados de nómina y a los demás ya nos mandan de vacaciones para ahorrarse nuestro sueldo.

En cuarentena hemos trabajado con nuestros recursos: luz, computadora, internet, etc. Y por supuesto que no nos han dado ningún tipo de bono o algo parecido que nos ayude con esto.

No tenemos ningún tipo de prestación, a pesar de que el sistema de asimilados dice que deben de darnos reparto de utilidades, nunca lo hemos recibido. Y así podría seguir con mil irregularidades e injusticias.

La pregunta obligada es, ¿por qué sigo ahí? Desafortunada o afortunadamente tengo muchas horas y es difícil igualar mi sueldo en otro colegio, siempre me ofrecen menos horas, ese es mi caso, pero los profesores que tienen menos horas casi no duran, hay mucha movilidad de personal, pero es algo que al dueño no le interesa.

Maestra de escuela privada:

Así como aumentó la carga de trabajo en la cuarentena, no nos dieron utilidades y nos bajaron el sueldo, las clases terminarán el 26 de junio, sin embargo, nuestra labor hasta el 8 de julio, entendiendo que estamos a disposición de lo que la dueña considere.

Maestra de preescolar en escuela privada:

Soy recién egresada de una escuela normal y por desgracia en mi estado no otorgaron tantas bases, fui el número 117 grupo A, sin embargo no tuve la fortuna de obtener un lugar.

Me vi en la necesidad de buscar trabajo en el sector privado, todo iba bien pese al horario de trabajo que era de 7:30 a 3:00 de la tarde, en la escuela no contábamos con personal de limpieza y todos los días tenía que hacer el aseo de mi aula y entre las otras maestras y yo hacíamos limpieza de los baños y patios.

Todo empezó mal desde los horarios extremos en eventos navideños, los malos tratos y explotación por parte de las dueñas, trabajamos el horario normal de clases y por la noche participamos en un desfile navideños hasta las 9 de la noche, posteriormente en la posada de la escuela que duró hasta las 10 de la noche con el traslado y limpieza de los espacios.

Por desgracia al ser recién egresada no desconfíe de las dueñas, firmé un contrato por todo el ciclo escolar que no podía romper, actualmente los padres de familia y las dueñas retrasan el sueldo de todo mi equipo de trabajo, hasta por una quincena, no nos dejan concluir el ciclo escolar aún y hemos hecho todo por dar un trabajo de calidad.

Profesora de idiomas:

Trabajo en una escuela de idiomas, se llama American World Languages ubicada en Guadalajara, en este lugar se violan todos nuestros derechos laborales, no nos dan copia de contrato, no nos dan recibo de nómina, nos niegan el derecho a la seguridad social y no hay aumentos y nos cobran muy caros los uniformes.

Me bajaron el sueldo a más de la mitad, de $3000 que ganaba ahora ganó $1000, me han quitado dos grupos y estas semanas seguro cierran otro, dicen que no pueden pagar y además piden donaciones ya que como las señoras de intendencia no trabajan no se les está pagando y entre todos hay que ayudarlas y que a los que mejor trabajen en esta cuarentena les van a dar de "premio" prestaciones de ley o sea seguro social y demás.

Profesora de escuela privada:

Nosotras ya vamos a trabajar a partir del lunes, iremos a las casas a cuidar a los pequeños para que así podamos seguir percibiendo un salario, si no laboramos presencialmente los papás ya no pagarán y por ende no nos pagarán a nosotras.

También seguimos haciendo planeaciones con mayor número de actividades que antes, las enviamos por medio de una app. Diariamente dábamos una sesión de zoom de quince minutos para bebés y papás, cabe mencionar que nuestros bebés ya no son tan pequeños, están por cumplir 2 años.

Envíanos tu testimonio, necesitamos alzar la voz y organizarnos unitariamente contra la precarización que padecemos desde antes y que se profundiza durante la pandemia.

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  •  Pan y Rosas México
  •  Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase