A pesar de que la historia las oculta, hubo maestras que, lejos del “contrato” vocacional que les imponía la escuela, lucharon. Ya en el famoso Congreso Pedagógico de 1882, según se cuenta, fueron las maestras delegadas quienes se quedaron cuando la Iglesia lo quiso levantar las sesiones para no debatir sobre la educación laica.
Virginia Pescarmona @virpes
Domingo 11 de septiembre de 2016 00:00
Entre tantas mujeres destacadas, estuvieron la santiagueña Francisca Jacques rechazó los recibos que falsamente constaban más dinero que el que realmente enviaba el Estado. La maestra Angélica Mendoza (1889-1960) quien participó de la huelga educativa de Mendoza de 1919. Allí ella comienza una vida política y gremial muy intensa. Abrazó el socialismo impactada por la Revolución Rusa y la Semana Trágica. En 1919 conoció al Partido Comunista, pero después del VII° Congreso en 1925, fue parte junto con Raurich del sector que enfrentó a la dirección del PC y formó el Partido Comunista Obrero. En 1927, cuando todavía la mujer no tenía derecho a voto, Angélica Mendoza fue presentada como candidata a la presidencia. Dirigió el periódico La Chispa, y junto a Mateo Fossa y J. Paniale con quienes impulsará la formación de un agrupamiento trotskista durante los ’30, al que se sumarán Pedro Milesi y Liborio Justo. En una huelga docente, durante la dictadura de Uriburu, se la encierra en la cárcel de mujeres del Buen Pastor de Mendoza. Florencia Fosatti también fue una destacada luchadora y pedagoga, que sería reincorporada a su cargo recién en los años 70 para su jubilación.
Más tarde desarrollarían una gran labor pedagógica, docentes como Olga Cossettini en Santa Fe y tantas maestras, que fueron cesanteadas por el peronismo y sus organizaciones declaradas ilegales. Sobre todo socialistas, anarquistas, comunistas.
Maestras del mendozazo
En 1972 no comenzó el ciclo lectivo porque las maestras declararon la huelga por tiempo indeterminado. Los trabajadores estatales y de la salud también estaban en conflicto. Los contratistas de viñas y frutales le exigían a la patronal y al gobierno ser reconocidos como trabajadores dependientes. La respuesta fue 3000 telegramas de despidos. La cementera CORCEMAR despedía a 300 obreros. En este marco el paro nacional de 48hs. llamado por la CGT para el 29 de febrero y 1 de marzo tuvo en Mendoza el mayor acatamiento en años. Pero fue el 4 de abril en que trabajadores, estudiantes y vecinos provocaron un terremoto que tiro abajo los cimientos de la dictadura en la provincia. El día comenzó con la represión a las maestras en la sede sindical del Magisterio, donde concentraban. El “Neptuno”, carro hidrante de la policía, disparaba agua azul contra sus guardapolvos blancos, convirtiéndolos en un símbolo del Mendozazo.
Los obreros frente a la represión, desbordaron a su dirección y se defendieron lanzando piedras bolas, que tapizaban las acequias de la época, haciendo retroceder a la policía. Mientras avanzaban por el centro, hacia Casa de Gobierno, levantaron barricadas. Allí se encontraron con los estudiantes que bajaban marchando desde la UNCuyo, la UTN y colegios secundarios, juntos enfrentaron la represión de la policía provincial y federal, de la gendarmería y finalmente del ejército que militarizó el territorio.
Las que siguen luchando
El caso de Soledad en la localidad de Lavalle en Mendoza tardó un año en investigarse, y fue cuando desapareció Johana Chacón de 13 años, que sus maestras se movilizaron, que salió a la luz que una mamá estaba desaparecida. Gracias a esas valientes maestras es que el pueblo de Mendoza conoce lo que pasa en Lavalle, localidad sospechada por tener redes de trata y exige desde hace años que aparezcan todas con vida. Fue también la comunidad educativa la que puso el alerta de la desaparición de Gissella, y como ella cientos de casos.
“Paso, paso, paso, se viene el Mendozazo”, se escuchó a principios de este año en las calles de Mendoza. Eran las maestras que salieron otra vez a luchar. Cornejo quiso pasar fácilmente un ataque a los derechos conquistados, para “ser el mejor alumno de Macri”. Pero las maestras le pusieron el freno, y aunque el decreto se votó, tuvieron que hacer un montón de modificaciones y flexibilizarlo.
Ahora las maestras mendocinas son la voz de alerta para todas las docentes del país que tienen que enfrentar los intentos de ataque a sus derechos. Desde la Corriente Nacional 9 de abril/Lista Marrón y las trabajadoras de la educación de Pan y Rosas, que venimos enfrentando estos ataques en las escuelas; en la calle; en cada lucha; también llevaremos nuestra exigencia de No al Ítem Aula y la denuncia de todos los maltratos a las mujeres trabajadoras de la educación, al XXXI Encuentro de Mujeres de Rosario, llamado a todas las docentes del país a estar alertas y organizadas para que no avancen sobre nuestros derechos.
Virginia Pescarmona
Docente, Corriente 9 de abril/Lista Bordó, Mendoza