En la madrugada de este lunes 22 de marzo llegaron desde Cuernavaca, Morelos, al menos 4 camiones de maestras y maestros. Los docentes exigen el pago de varias quincenas adeudadas, hay casos en los que la falta de pago persiste desde 2019.
Lunes 22 de marzo de 2021
Varias decenas de docentes procedentes del estado de Morelos arribaron el día de hoy a la Ciudad de México, a las puertas de Palacio Nacional, exigen el pago de adeudos y la basificación. Denuncian que la falta de pagos se agudizó en medio de la pandemia. Se trata de docentes de secundaria, de todas las asignaturas.
La situación no es un caso aislado, en medio de la crisis sanitaria hemos visto casos similares, como las maestras en Guanajuato que a finales del 2020 denunciaban la falta de pagos. Igualmente denunciaron docentes de Tamaulipas y Chiapas hace un par de semanas.
En la misma situación se encuentran académicos de diversas facultades en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes precisamente hace una semana, se manifestaron igualmente en Palacio Nacional sin obtener alguna respuesta. Tanto en la UNAM, como en los casos de maestras de educación básica, un elemento común es la precarización, particularmente la inestabilidad laboral.
Te puede interesar: #UNAMNOPAGA: docentes de primaria y secundaria suman su apoyo
Te puede interesar: #UNAMNOPAGA: docentes de primaria y secundaria suman su apoyo
En solidaridad con las maestras y maestros de Morelos, por la mañana se hicieron presentes en el Palacio Nacional docentes de la Ciudad de México de la agrupación Nuestra Clase.
¿Para dónde va la educación?
Preocupa ver el panorama completo, pues a la falta de pagos y de basificaciones se suma un ataque generalizado a la educación pública y a los derechos de las maestras y maestros (del sector público y privado).
Los ejemplos más recientes de esto son el apresuramiento para el regreso a clases presenciales en condiciones inseguras, la imposición de las UMA en el pago de pensiones y el anunciado recorte de personal en la Secretaría de Educación Pública (SEP). Apenas tomó posesión la nueva secretaria, anunció la implementación de despidos, igual que en su pasada gestión en el municipio de Texcoco.
Te puede interesar: ¿Cómo te afecta el tope de pensiones en UMA que sancionó la SCJN?
Te puede interesar: ¿Cómo te afecta el tope de pensiones en UMA que sancionó la SCJN?
Lo anterior se acumula con los ataques previos, como la Reforma Educativa de la 4T que en los hechos rescata más del 90 % de la peñista, contra la que el magisterio luchó por años, costándole presos, la matanza de Nochixtlán e incluso atracos sexuales de la policía contra las maestras.
La bancarrota de al menos 11 universidades públicas, la nueva Ley de Educación Superior, el asfixiante recorte a las normales, el recorte a la educación en rubros como infraestructura, la constante precarización de docentes y trabajadores (manuales y administrativos) en educación media superior y superior o el despido masivo de maestras y maestros de inglés del PRONI, son palpables ejemplos de los duros golpes que enfrenta la educación pública y gratuita, a los que se suman las rebajas salariales y los despidos en escuelas privadas.
¿Cómo enfrentar los ataques contra la educación?
Es necesario tener claro que la falta de pagos en Morelos no es un hecho aislado, sino parte de una política educativa de la actual administración, una profundización del ataque contra la educación pública y gratuita.
Por esto, es una necesidad urgente que los trabajadores de la educación en sus distintos niveles y sectores empecemos a forjar la más amplia unidad, concentrando una mayor fuerza que se disponga a enfrentar dichos ataques, al mismo tiempo que nos articulamos con otros sectores en lucha, como las y los trabajadores en huelga de Notimex.
Como la propia historia del movimiento magisterial ha dado muestra, sólo podemos confiar en nuestras propias fuerzas, en la fuerza del gremio que echa a andar desde el preescolar más aislado en la sierra oaxaqueña, hasta las grandes universidades metropolitanas como la UNAM.
Sólo nuestra fuerza, sumada a la de estudiantes, las madres y los padres de familia, podrá proteger y verdaderamente dignificar la educación pública y gratuita para nuestros hijos y las futuras generaciones.