×
×
Red Internacional
lid bot

PERÚ: TRAS LA SUSPENSIÓN DE LA HUELGA. Maestros del Perú aún no regresan a las aulas

El día de hoy, no habrá clases en memoria de los docentes asesinados por la represión policial tras los enfrentamientos en Lima: José Salazar Muñoz, Ángel Retuerto Quintanilla, Humberto Miraya Navarrete, Gilmer Ayra Justo.

Lunes 4 de septiembre de 2017 03:31

Luego de que se anunciara la suspensión temporal de la huelga magisterial, el dirigente Pedro Castillo sostuvo que los docentes no reiniciarán las clases hoy lunes 4 de septiembre como lo habían previsto, debido a que se ha declarado un duelo nacional por las víctimas de este conflicto social, en manos de la fuerza armada del Estado burgués.

Te puede interesar: Magisterio peruano suspende la huelga

"Mañana a nivel nacional se ha declarado un duelo con todo el magisterio por las víctimas, mártires de esta huelga nacional, y responsabilizamos al Gobierno no solamente por esto sino también por los cientos de maestros heridos", dijo Castillo en diálogo con La República.

El representante del SUTE confirmó que el lunes "no habrá clases". Y explicó que los docentes "tenemos 48 horas para regresar a nuestras aulas, no es fácil estar en Lima y no es fácil decir que mañana vamos a regresar". Con estas palabras el dirigente expresa el cansancio que produjo el Gobierno en las bases mediante la represión policial y la dilatación burocrática del conflicto, con las idas y venidas de la Ministra Martens.

Sin embargo, la desviación burocrática que se le exige ahora al dirigente Castillo y a todos sus representados para que accedan a una personería jurídica que los habilite a formarse como sindicato no merma la organización y la voluntad intacta para sostener los reclamos por parte de las bases. Al respecto, la vicepresidenta del Comité de Lucha de La Libertad, Elvia Villanueva, declaró a La Izquierda Diario: “Estamos en un proceso de reorganizar el sindicato, porque la Ministra Martens exige esa formalidad para recibirnos”. Y agregó, refiriéndose a la táctica clara del Gobierno en desgastar la lucha: “Me encuentro decepcionada, el pliego de reclamos sigue intacto, no nos sentimos representados por el Minedu, ni vemos en ellos una solución. Desconcertada por la humillación a la que nos sometió la Ministra, en 25 años que llevo de profesora nunca he recibido tal maltrato”.

El paro de hoy es una demostración de que, a pesar de las trabas por decreto y el terror policial impuesto por el Estado a la lucha de las y los maestros, no apagará tan fácilmente el fervor y la organización de las bases para que sean escuchados sus reclamos. A pesar del levantamiento indefinido de la protesta, sólo basta para volver a las calles la falta de cumplimiento del decreto. “Queremos que la opinión pública sepa que los maestros estarán vigilando el cumplimiento de los compromisos asumidos por el Gobierno, sino saldremos nuevamente a las calles”, acalaró Villanueva.

La amenaza concretada del Gobierno, tras de más de 60 días de huelga, resultó en un saldo de decenas de heridos y cuatro trabajadores muertos por la represión policial: José Salazar Muñoz (Lambayeque), Ángel Retuerto Quintanilla (Áncash), Humberto Miraya Navarrete (Lima), Gilmer Ayra Justo (Lima). Profesores y maestros de vocación a los que les arrebataron la vida las decisiones de Kuczynski y su gabinete antipopular que, bajo el yugo del imperialismo norteamericano, adopta las medidas represivas más feroces -típicas recetas del Estado burgués- para adoctrinar al conjunto de la clase trabajadora y descargar el ajuste sobre ésta. Pero los y las docentes peruanas seguirán expresándose, transformando el dolor y la bronca en lucha y organización.

Así como en Argentina, la desaparición de Santiago Maldonado, en manos de la Gendarmería, desencadenó un aparataje mediático para tergiversar el conflicto y aún más represión por parte de las fuerzas policiales en la ciudad Buenos Aires tras la manifestación del día viernes pasado; o el caso de Venezuela, donde tanto Maduro como la MUD golpean duro al pueblo venezolano en la calle -para callarlo o para hacerlo hablar a favor de las patronales-, o en Brasil, donde meses atrás se aplicó, también con represión, una reforma laboral que resucitó la esclavitud en el continente. Son hechos estos, por tomar algunos, que reflejan la necesidad de los gobiernos de usar a la policía que supuestamente existe para proteger al pueblo, para aplastarle la cabeza a éste ante cualquier expresión de descontento con las políticas de las clases dominantes.