Un grupo de fundamentalistas católicos movilizó para exigir al intendente que “no vuelva a cometer el mismo error” en referencia a una obra de teatro escolar sobre diversidad sexual.
Sábado 3 de septiembre de 2016 18:50
El sur mendocino -un reducto de la medieval orden católica del Verbo Encarnado-, fue noticia días atrás cuando curas militantes de esa congregación en General Alvear, acompañados por pastores evangélicos, le exigió al gobierno del Frente Cambiemos que levantara una charla sobre diversidad sexual a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Cuestión a la que el municipio cedió.
Nuevamente, el oscurantismo sureño de la mano de los curas de la parroquia Nuestra Señora del Rosario y el Movimiento Pro Vida del Sur Mendocino, reeditó esa avanzada clerical en una marcha por las calles de Malargüe. Tal como lo hacen todos los primeros viernes de cada mes, en oposición al aborto, pero esta vez además repudiaron la puesta en escena el pasado miércoles de una obra teatral escolar denominada “Así me amas” que aborda la temática de la violencia en el noviazgo.
El fastidio de la militancia católica malargüina apuntó puntualmente a una de las escenas de la pieza teatral donde una madre acompaña a su hijo en la elección de su sexualidad. Embanderados en una agrupación autodenominada “Asociación Combatientes Testigos de la Única Argentina Conquistada”, han decidido interpelar al intendente Jorge Vergara (Cambiemos) exigiendo que nunca más pise Malargüe una charla sobre diversidad sexual.
“Muchos católicos se han reunido, han elevado esta nota al señor intendente y les pedimos que quienes quieran arrimarse pueden firmar estas planillas que tengo en mi mano para que no vuelva a cometer este error. No es un desliz, no se le pasó sin querer al intendente. Sino que venga, de la cara y diga qué pasó (…) El gobierno anterior nos aprobó; tenemos una placa que indica que muchos malargüinos queremos una cultura de la vida. Queremos una cultura de la vida, queremos una familia como dios la creó; de hombre y mujer, abierta a los hijos, no una cultura de la muerte”, afirmaba Alejandra Monroig, militante Pro Vida y la principal oradora de la marcha.
En una extraña, confusa y acientífica definición entre identidad de género y orientación sexual, Monroig, al finalizar la marcha abordó también el tema de la orientación sexual con una mirada nada envidiable por el sacerdote medieval Marcel Lefebvre. “Los jóvenes no van a encontrar la felicidad amándose corruptamente, perversamente, cayendo en el lesbianismo o en las distintas falsas sexualidades. Se nace varón o mujer; esto es ciencia, no es religión”, insistió.
En su alocución, con el mismo ímpetu se tomó el tiempo para exhortar a la comunidad homosexual “comprueben los homosexuales si existe científicamente su sexualidad; no existe, es una pequeña, grande y terrible enfermedad psicológica y seremos nosotros los primeros en ayudarles. La iglesia católica es la primera en estrechar la misericordia a los homosexuales”.
Fiel a “su estilo”, con el que censuró el filme Ángeles y Demonios en su momento, o a Lutherieces también en el escenario de la Fiesta del Chivo, la iglesia de Malargüe lanzó un claro mensaje al intendente “en Malargüe somos pro vida y el señor intendente Jorge Vergara sabe muy bien esto. Parece que otra vez habrá que llenarle la intendencia de firmas. Nosotros defendemos una verdad que no es nuestra; dios creo varones y mujeres, eso es lo que defendemos cada viernes. A nosotros no nos dejan quejarnos; si nos quejamos contra esa charla en vivo, nos tratan de discriminadores y ellos nos discriminan a nosotros”.
AUDIO: Católicos contra la diversidad sexual