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Red Internacional
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Gobierno. Malas noticias para Piñera: se debilitan los “tiempos mejores”

Si una promesa central de campaña fueron los “tiempos mejores” en economía, la desaceleración debilita al gobierno al chocar las expectativas con la realidad.

Miércoles 7 de noviembre de 2018 07:14

Se reducen los márgenes del gobierno; se debilitan las expectativas

"Yo llamo a la tranquilidad a todos” señaló Felipe Larraín ante los datos económicos. Si el primer trimestre creció 5,3% y el segundo 4,3%, el bajón del tercer trimestre de 2,9% se dejó sentir en Piñera y su gabinete. La curva de crecimiento se empieza a moderar y no augura repunte significativo. El 2019 sería más moderado.

Al dato anterior se suma el Informe de Percepciones de Negocios del Banco Central: "Los resultados han estado por debajo de lo esperado (…) las expectativas de recuperación estaban sobredimensionadas".

Preocupación en el gobierno, “sobredimensión” de los empresarios; desilusión de las expectativas económicas de amplias franjas de trabajadores y capas medias. Según el INE en los dos primeros trimestres hay congelación salarial. La tasa de desempleo no amaina (7,3%). “La percepción del desempleo sigue siendo alta, especialmente en la Macrozona norte” señala el Banco Central.

Preocupa al gobierno porque fue la principal promesa de campaña (junto a seguridad pública) y era hasta ahora un elemento "fuerte". Debilitándose el crecimiento, va erosionando (aun gradualmente) la frágil base de apoyo en que se asienta Piñera, debilitándolo.

Una enorme señal de alarma para la derecha

También los grandes empresarios discutieron esto en seminario titulado "Proyecciones Económicas Sectoriales 2019 ¿Creceremos contra viento y marea?". ¿Expectativas? Moderadas. El gerente de Estudios de SONAMI proyectó que crecerán 1% el 2019 (vs 5% este año): “no hay nuevas faenas mineras o incrementos relevantes de producción” dijeron.

Es importante: el capitalismo chileno basa gran parte de su actividad en los ciclos mineros, y en particular el cobre, y una desaceleración de 4 puntos en inversión puede afectar el ciclo de conjunto y también la recaudación fiscal, reduciendo los márgenes del gobierno.

Los sectores que empujarían el 2019 serían construcción (4,6% 2019), industria (3,7% ), agricultura (3,1%) y comercio (3,1%). Pero son expectativas, sin contar qué efectos tendrá la guerra comercial EE.UU–China y el aumento de las tasas de interés en EE.UU, con tendencia al reflujo de la inversión extranjera. No son muy buenas noticias, el "viento y la marea" pueden ser más movidos.

Giro a la “seguridad pública”

Si un flanco se debilita, Piñera busca otro que da réditos: seguridad pública. Tan así que conocido los datos económicos, el comité político rápidamente dio un giro: urgencia Aula Segura; “acuerdo de seguridad pública” (fortalecer la policía); comparando inmigración a “delincuencia” (“ordenar la casa”). Esa bandera más tipo “Bolsonaro” une a la derecha y le permite mantener la agenda. Sin embargo, es una agenda “coja” y débil.

Un gobierno débil, ¿de dónde saca su fuerza?

Según Adimark (cercana al gobierno) de octubre, el 48% aprueba al gobierno, pero 47% rechaza. Casi un empate técnico, en el marco del triunfo en La Haya. Dos datos son claves además: 1) desaprobación en segmentos bajos (50%) es más que en sectores medios (44%) y altos (39%); 2) comparado con octubre de 2010 la aprobación llegaba al 63%, y el rechazo 28%, una enorme diferencia. Se trata de un gobierno débil (sin contar que Piñera recibió el apoyo del 26,5% del padrón electoral total).

Pero entonces, ¿de dónde viene su relativa fortaleza política hoy? Primero: de una “oposición” de DC y radicales; el clan de la “cocina” y el “progresismo” que le dan los votos. Todos aprobaron salario mínimo de hambre; aula segura. Votarán a favor de la reforma tributaria en beneficio de los empresarios; y de la reforma que fortalece las AFP y de pensiones de miseria.

Pero también por el rol de “tregua” y pasividad de las burocracias sindicales y de los movimientos sociales, dirigidos en su gran mayoría por el PC y el Frente Amplio, que han dejado pasar todo tipo de ataques sin ninguna lucha seria: salario mínimo; estatuto laboral juvenil; Aula Segura; Quinteros; el asesinato de Alejandro Castro; ante despidos y cierres de empresas simplemente se callaron sin hacer nada.

Todas luchas no dadas por las conducciones sin plan de lucha nacional, sin coordinación, sin movilizaciones masivas y unitarias. Cuando las hacen, son "hitos" de presión. Cada lucha que no se da, pasan los ataques y se fortalece la derecha. Si retrocede la lucha de clases, avanza la derecha.

¿Qué estrategia para enfrentar a la derecha?

No estamos ante un gobierno invencible, que basa su fuerza más en apoyo "externo" (triunfo derecha en A. Latina, relación con Trump) y en falta de opositores que en fuerza propia. Es posible derrotar sus ataques. Hay fuerzas latentes para ello: el movimiento de mujeres, NO+AFP y sindicatos. El movimiento estudiantil está debilitado, pero no ha sido derrotado, y puede reaparecer como oposición social.

¿Por qué esa fuerza no está activa?

En gran parte porque las direcciones burocráticas en la CUT, Confech y movimientos sociales (donde dirigen o tienen peso el PC y FA) o NO+AFP, no ponen la fuerza en función de una gran campaña que busque organizar y movilizar a millones, para enfrentar los ataques y reformas neoliberales con la coordinación activa y un plan de lucha nacional avanzando a movilizaciones, huelgas y paros nacionales activos reales. Su tregua con el gobierno y su política de "presión" al parlamento lleva a la impotencia. Los llamados a "paro nacional activo" sin organizarlo activamente es un llamado "pasivo" (donde después se culpa a la "pasividad" de los trabajadores). Este 8N estaremos en las calles movilizándonos contra las reformas y ataques de Piñera, con una política independiente a la burocracia.

La estrategia del PC y del Frente Amplio, en vez de buscar organizar la fuerza electoral que obtuvieron (más de 1,2 millones de votos) y poner sus tribunas parlamentarias para preparar el terreno de la movilización extra-parlamentaria, ponen su centro en puros métodos parlamentarios e institucionales de interpelaciones, acusaciones constitucionales, recursos en la justicia, completamente impotentes en un régimen anti-popular de una casta millonaria al servicio de los capitalistas.

Su centro no está en las calles ni en organizar los lugares de estudio y trabajo para poner esa fuerza en movimiento, sino en la acción de 28 parlamentarios (entre el PC y FA), totalmente impotentes frente a un parlamento plagado de derechistas y concertacionistas (28 de 198).

Lo que no se gana con la lucha de clases, no se recupera ni con maniobras parlamentarias ni institucionales impotentes, y menos con esperar… a un 2020 y 2022 (en unidad con el progresismo) mientras pasarán cada vez más ataques de la derecha.

Hay que superar esa estrategia, forjando una alternativa de izquierda y anticapitalista que en los lugares de trabajo, estudio y en las calles, se proponga la movilización unitaria e independiente de trabajadores, jóvenes y mujeres, exigiendo a las direcciones que rompan la “tregua” y convoquen asamblea en los lugares de trabajo y un plan de lucha nacional. Los ataques y reformas o se derrotan mediante la lucha, o pasarán por el parlamento, y así la derecha ganará fuerza.

Esa pelea que es para hoy debe ir unida a un programa, que partiendo del rechazo a las reformas o ataques (aula segura, estatuto laboral juvenil, no mas despidos) junto a demandas como NO+AFP y salario acorde a la canasta básica, avance a enfrentar el saqueo y explotación empresarial, por el no pago de la deuda externa o la lucha contra la entrega del litio y el cobre y por su estatización bajo gestión de los trabajadores, y para que la crisis que se avecina la paguen los capitalistas. Un programa de ruptura con el imperialismo y los capitalistas, con la fuerza de la movilización de los trabajadores, mujeres y la juventud.

Para dar esta pelea, estamos convocando a un gran acto internacionalista, por una izquierda anticapitalista de las y los trabajadores, que reunirá cientos de personas de todo el país, con invitados de Brasil, Argentina, Bolivia, Perú. Una cita de honor para todas y todos los luchadores, este 17 de Noviembre, a las 17:00 horas en la Universidad de Santiago.


Pablo Torres

Dirigente nacional del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR). Autor y editor del libro Rebelión en el Oasis, ensayos sobre la revuelta de octubre de 2019 en Chile, Edición Ideas Socialistas, 2021.

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