El aumento en el precio de las gasolinas ha pegado duro en el bolsillo de las grandes mayorías, las movilizaciones han sido muchas. En Jalisco comenzaron desde los primeros días de enero con tomas de gasolineras y de casetas, marchas con cortes a la circulación, aperturas de torniquetes en el tren ligero y están anunciadas nuevas convocatorias para los próximos días.
Viernes 6 de enero de 2017
En todo el país la noticia del aumento en los precios de las gasolinas y el diésel ha generado un ambiente de efervescencia que se suma al descontento que ya existía, las actividades de repudio convocadas principalmente por transportistas, campesinos y a las que se suman sectores populares, han sido cientos en todo el país en algunos lugares con enfrentamientos con la policía.
En Jalisco se convocaron acciones desde el lunes 2 de enero a la que asistieron cientos de personas, la actividad fue reprimida con gases lacrimógenos llegada la noche por la policía estatal al mando de Aristóteles Sandoval, las acciones continuaron con bloqueos de gasolineras, tomas de casetas al menos en 4 carreteras dejando el paso libre a los que por ahí transitaban, aperturas de torniquetes en las estaciones más concurridas del Tren Ligero.
Es muy claro que la aprobación de la Reforma Energética trajo consigo el desmantelamiento de Pemex y la entrega de los recursos energéticos a las grandes trasnacionales y ahora el resultado son grandes consecuencias para la clase trabajadora y los sectores populares.
El aumento en el precio de las gasolinas fue de los más altos en Jalisco llegando a los 16.53 magna, 18.41 premium y 17.26 el diésel sólo superado por Puebla y Chihuahua. El aumento rápidamente trajo consigo el anuncio del incremento del precio de varios servicios principalmente el transporte colectivo, donde los concesionarios de rutas camioneras exigen un aumento de 2 a 3 pesos en el precio del pasaje, además de esto el servicio de taxi Uber aumentó sus tarifas un 18%.
¿Un mal necesario?
Ante el descontento de amplios sectores los funcionarios de los diferentes partidos buscan capitalizar el descontento como lo hacen los gobernadores de Movimiento Ciudadano que han tenido que aparecer como opositores al gasolinazo al menos de pronunciamiento e intentando de manera contradictoria llamar a Aristóteles Sandoval a unirse a su “bloque opositor” después de que éste mandó a las fuerzas represivas a reprimir las protestas en Guadalajara.
Por su parte, el Gobierno Federal busca convencer a la población mediante comunicados en cadena nacional de que el gasolinazo es inevitable o como Enrique Peña Nieto lo llama, "un mal necesario" que responde a los incrementos del combustible a nivel internacional y que nada tiene que ver con la Reforma Energética.
El aumento en los salarios de los trabajadores es totalmente insuficiente lo que significa una pérdida aún mayor del poder adquisitivo de los millones de asalariados del país.
Lo cierto es que nada le creemos ya a Peña y su gobierno, pues es muy claro que la aprobación de la Reforma Energética trajo consigo el desmantelamiento de Pemex y la entrega de los recursos energéticos a las grandes trasnacionales y ahora el resultado son grandes consecuencias para la clase trabajadora y los sectores populares.
Algunas de las consecuencias son el aumento en el precio de los combustibles, el despido de miles de trabajadores petroleros, la reducción del presupuesto al menos los dos últimos años, el alza en los precios de los productos de la canasta básica y la lista parece no terminar. A la par de esto el aumento en los salarios de los trabajadores es totalmente insuficiente lo que significa una pérdida aún mayor del poder adquisitivo de los millones de asalariados del país.
Que la crisis la paguen los capitalistas y sus lacayos
La Reforma Energética como parte de las reformas estructurales aprobadas mediante el Pacto por México, un pacto en las alturas del PRI, PAN y PRD a favor de los intereses de la clase empresarial y en detrimento de las necesidades de las grandes mayorías a quienes no se les tomo en cuenta, muestra a cada paso que no tiene ningún beneficio para los sectores populares y las clases medias.
Ahora el Gobierno Federal busca descargar sobre las espaldas de la clase trabajadora y los sectores populares la crisis que traen consigo las reformas, con aumentos en los precios del gas, la luz y las gasolinas, también con recortes al presupuesto público.
Ante esto, los socialistas del Movimiento de los Trabajadores Socialistas proponemos que las principales centrales de trabajadores que se reivindican democráticas como la UNT la CNTE y la NCT así como el EZLN y el CNI llamen a un gran Encuentro Nacional donde de manera democrática construyamos un plan de acción para salir en Frente Único contra la Reforma Energética (la causante del gasolinazo) y todo el paquete de 11 reformas.
Leer:El gasolinazo de Peña y las trasnacionales ¡no pasará!
Es necesario forjar una gran alianza de trabajadores, mujeres, campesinos, sectores populares y estudiantes que de manera independiente de los partidos de la clase dominante, salgamos a las calles por la renacionalización de Pemex y los sectores estratégicos de la economía, por la caída de Peña Nieto, lo cual sólo será posible con un Paro Nacional que ponga freno a los ataques a los que menos tenemos.