×
×
Red Internacional
lid bot

TECNOLOGIA. Manteniendo nuestras contraseñas seguras

Con este artículo damos comienzo a una serie de notas breves con las que nos proponemos brindar a nuestros lectores algunas herramientas, trucos y conocimientos básicos para manejarse de manera más segura en el ciberespacio. Esperamos les sean de utilidad.

Viernes 20 de marzo de 2015

Con este artículo damos comienzo a una serie de notas breves con las que nos proponemos brindar a nuestros lectores algunas herramientas, trucos y conocimientos básicos para manejarse de manera más segura en el ciberespacio. Esperamos les sean de utilidad.

Ya era la hora que José había acordado con su madre para verse un rato las caras después de muchos tiempo. Encendió la compu y cargó Skype; le extraño que le pidiera la clave, aunque le restó importancia. La ingresó, pero se la rebotó. Controló que los números se estuvieran escribiendo bien y probó una vez más… no había caso. ¿Cómo puede ser? –pensó– si es mi DNI… la misma clave que uso para todo.

Sin saberlo, José había incurrido en algunos de los errores más comunes a la hora de elegir una clave: usar datos fácilmente asociables al usuario (DNI, teléfono, nombre, fecha de nacimiento, etc.) y, más grave aún, usar la misma clave para todo. Pero es que, con la enorme cantidad de servicios a los que accedemos a diario, ¿cómo es posible mantener claves distintas y de cierta complejidad para proteger nuestra privacidad?

Gestores de contraseñas

Para quienes no poseen buena memoria o prefieren usarla para otros fines, una excelente solución es la utilización de un manejador de contraseñas. Hay disponible una gran cantidad de programas que cumplen con esta tarea. Mencionaremos algunos de ellos y expondremos sus ventajas/desventajas; intencionalmente dejaremos a un lado los sistemas que son pagos:

Keepass: Guarda las claves que administra en archivos encriptados con un alto grado de seguridad. Estos archivos se protegen con una clave maestra, de modo que para tener acceso a todas nuestras contraseñas basta con recordar sólo una. Es posible usarlo en diversos sistemas operativos (Windows, Mac, Linux) e incluso en dispositivos móviles (Android, iPhone/iPad, BlackBerry, etc.). Otra característica es que es de código abierto con lo cual cualquier programador puede ver su código y comprobar que no es malicioso. Su principal desventaja es que el dispositivo desde el que queramos acceder a nuestras claves debe tener instalado el programa, aunque esto puede ser subsanado mediante el uso de un pendrive que contenga el archivo de claves y la versión portable del sistema.

LastPass: A diferencia del anterior, este gestor se instala como complemento del navegador Web (soporta los más comunes) y mantiene el archivo de claves en la nube (en los servidores de internet de la empresa que lo desarrolla). Su principal ventaja es que al guardarse las contraseñas en la nube, se puede acceder desde cualquier PC que tenga instalados los complementos sin necesidad de llevar con nosotros un pendrive ni nada similar. Como contra se puede nombrar que es de código cerrado (nadie sabe qué hace efectivamente el software y sólo nos queda confiar en lo que la empresa dice) y que las contraseñas (si bien se guardan encriptadas) no están de nuestro lado sino en un servidor en Internet, si el servidor es vulnerable, nuestras claves podrían quedar expuestas.

Dashlane: Al igual que LastPass se instala como complemento del navegador web. A diferencia de los anteriores, está disponible para un número reducido de plataformas (Windows, Mac, iPhone y Android), pero por otro lado, si bien tiene una versión paga, la gratuita es completamente funcional en todas las plataformas. La particularidad de este gestor es que permite definir que contraseñas se guardarán en la nube y cuáles localmente brindando así un mayor control.

En conclusión

Muy bien, ahora que conocemos algunas de las opciones disponibles... ¿cuál usar? Si necesitamos el mayor nivel de seguridad, sin dudas la mejor opción es KeePass, puesto que es el único cuyo código fuente está disponible libremente. Si buscamos la mayor compatibilidad posible con distintos dispositivos y sistemas operativos, las opciones a usar son KeePass y LastPass; mientras que si queremos facilidad y practicidad, LastPass y Dashlane se llevan todos los laureles.