A comienzos de los 70 la universidad fue el terreno ideológico en el que la Concentración Nacional Universitaria centró su intervención como grupo de choque contra un movimiento estudiantil radicalizado.
Viernes 21 de abril de 2017
El bautismo de fuego
El clima en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Provincial de Mar del Plata, junto con el de otras universidades estaba atravesado por un movimiento estudiantil que al igual que en los grandes puntos del país, se constituía como un actor radical y de peso desde 1969 en la ciudad costera. Comienzan a generar reclamos en torno a aspectos relacionados con los contenidos dictados y las formas pedagógicas cuestionando al sector docente (1). A partir de estas últimas demandas había comenzado a organizarse el CEAM (Centro de Estudiantes de Arquitectura Marplatense), relacionado con un movimiento de izquierda estudiantil denominado “Movimiento Mayo”. Había conseguido ciertas conquistas influenciando a un grupo de docentes que cambia sus métodos de enseñanza (2).
Durante estos años, la CNU (Concentración Nacional Universitaria), fundada por Carlos Disandro, aparecerá en el escenario político de las universidades de Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata. Tendrá principalmente dos afluentes, por un lado, un pequeño sector de alumnos de las mismas. Por otro lado, Disandro usará como base de reclutamiento la revista “La Hostería Volante”, donde la ortodoxia católica planteará el desconocimiento del Concilio Vaticano II y de la autoridad eclesiástica. A la cabeza de esta organización pondrá a Patricio Fernández Rivero, yerno suyo y estudiante de Derecho de la Universidad de La Plata.
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Algunos miembros de la CNU, con recelo de la actividad política del CEAM lanzan el CEAU (Centro de estudiantes de Arquitectura Unidos). El 3 de diciembre de 1971, cuando el profesor Horacio Chamorro de la Facultad de Arquitectura, de la materia Introducción a las Construcciones, se encuentra profesando los lineamientos del entonces Ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires (y luego Nacional), Oscar Ivanissevich, 50 alumnos llegan al aula cuestionando sus formas de enseñanza y los contenidos dictados, invitando al docente a retirarse. Chamorro venía cuestionado por el CEAM por sus autoritarias formas de enseñanza y el importante nivel de aplazos (3). Al negarse, los estudiantes lanzan en el aula una pastilla de gamexane. Chamorro denuncia a varios de los que habían participado del hecho. En ese momento, la CEAU “sale a la caza” y logran interceptar a dos, Rafael San Martín y Hugo Roberto Torrado, y se dicta la expulsión de ambos de la Universidad. Al correr la noticia, como respuesta, se decide convocar para el día lunes 6 una asamblea con el objetivo de exigir la reincorporación de los alumnos expulsados.
A esta asamblea asisten los miembros del CEAU-CNU que pese a mantener una actitud provocadora, al ser una pequeña minoría, no puede frenar su desarrollo. Sin embargo, llegando a la etapa de discusión de las resoluciones, un “grupo de colaboración” arroja una bomba de humo en la Universidad y abre fuego. Cae asesinada la estudiante Silvia Filler.
Oscar Héctor Corres quien realiza el disparo mortal, Raúl Arturo Viglizzo, Marcelo Arenaza, Ricardo Alberto Cagliolo, José Luis Piatti, Alberto José Dalmaso, Raúl Rogelio Moleón, Eduardo Salvador Ullua, Luis Horacio Raya, Eduardo Anibal Raya, Oscar Silvestre Calabró, Carlos Roberto Cuadrado, Ricardo Scheggia, Carlos Eduardo Zapatero, Martha Silvia Bellini y Beatriz María Arenaza son condenados a prisión por el asesinato. Obtendrán la liberación en la amnistía firmada por Cámpora en 1973.
De esta forma, la CNU entraba en acción en la ciudad costera. El 17 de septiembre había hecho su presentación oficial en la ciudad con un acto encabezado por José Ignacio Rucci. El 6 de diciembre, con el asesinato de Silvia Filler, esta fuerza toma un salto como la principal fuerza de choque del peronismo de derecha en la Universidad contra el movimiento estudiantil radicalizado.
Luego del asesinato de Silvia Filler se genera un repudio estudiantil a nivel masivo, con dos enemigos centrales visualizados. Por un lado, el movimiento estudiantil responsabiliza a “Tacuara y otras organizaciones” del hecho, aclarando que la CEAU estaba compuesta por militantes de la CNU (4). Por otro lado, también denuncia a la policía de haber liberado la zona, ya que tardan horas en llegar al lugar de los hechos.
En las manifestaciones callejeras hay más de 69 detenidos, muchos vecinos plantearon que jamás habían visto movilizaciones de tal talla en la ciudad hasta ese momento. Montoneros, FAR y FAP hacen su aparición en la ciudad con carteles anunciando que Silvia Filler será vengada.
El funeral de Filler es acompañado por cientos de militantes, con nutridas delegaciones estudiantiles de otras partes del país que llegan también para rendir homenaje.
Surge la Coordinadora de Repudio y Justicia, de la que forman parte la UCR, PJ, PRT La Verdad, Partido Socialista de Izquierda Nacional, ENA, Frente de Izquierda Nacional, PSD; PSA , PC; los centros de estudiantes de Humanidades (UP y UC), de Terapia Ocupacional, Económicas, Ingeniería, Derecho, Arquitectura y Fonoaudiología, y también algunos sindicatos combativos.
En las conferencias de prensa organizadas por el Centro de Estudiantes de Humanidades y el de Arquitectura los estudiantes plantean que muchos están recibiendo amenazas por escrito, con mensajes como “bolches cuidado”. Sin embargo, las acciones de la CNU mermarán, ya que luego del asesinato de Silvia Filler, en el que la mayoría de la organización había jugado algún tipo de rol, queda con poco margen para continuar con las intervenciones como fuerza de choque.
Es importante tomar nota que diversos estudios dedicados o en relación al tema plantean que la fuerza militante de la CNU como organización es bastante limitada en el arco de la Universidad Provincial de Mar del Plata. Ni siquiera en la Universidad Católica de Mar del Plata, donde acumulaban la mayoría de sus cuadros políticos lograrían ser una fuerza que desarrolle una influencia real y orgánica. María Fernanda Díaz plantea que “Postulándose en las elecciones del Centro de Estudiantes de Derecho con el nombre “Martín Fierro”, la CNU no alcanzó a reunir la veintena de votos”. Por estos hechos mencionados por la autora tiene lógica que una vez mermado el poder de fuego de la CNU no haya tenido una continuidad bajo ninguna forma política en las universidades, dado que las acciones realizadas como fuerza de choque no lograron atraer sectores estudiantiles hacia su política universitaria.
1972, el gran levantamiento de la “Ciudad Feliz”
La lucha por el esclarecimiento del caso Silvia Filler va tomando un vuelo importante durante el mes de diciembre de 1971 y los primeros meses de 1972. Se realizan innumerables actos y movilizaciones, en primer momento organizados por la Coordinadora de Repudio y Justicia.
A los seis meses del asesinato de Filler, el 6 de junio, se realiza un acto en el que están presentes la mayoría de las organizaciones de izquierda de la Universidad Provincial Marplatense y familiares de Silvia Filler (que en un principio muchos rechazaban la posibilidad de inmiscuirse en la lucha callejera). Al finalizar el acto se plantea movilizar, pero la policía lo impide y detiene a 7 estudiantes. Mónica Fernández y Patricia Acuña describen:
“[…] la decisión de los centros de estudiantes universitarios no se hizo esperar se convocó a un paro total activo por tiempo indeterminado hasta que fueran puestos en libertad todos los detenidos.
Por primera vez, en la historia de la ciudad, y como resultado de la política represiva, los estudiantes universitarios y también los secundarios, representados por los Centros de Estudiantes y autoconvocados, golpearon las puertas de la CGT local para pedir la realización de un paro general por la libertad de los detenidos.
[…] así como los estudiantes franceses se convocaron frente a las fábricas para unir sus reivindicaciones a las de los trabajadores, y los cordobeses hicieron lo propio, los estudiantes marplatenses vieron la necesidad de concretar la unidad obrero estudiantil” (5).
Para el 14 de junio la ciudad amanece completamente cercada por el Ejército. Eso no impide la salida a la calle de miles de estudiantes y trabajadores que, ocultando los puntos de reunión, se colocan desde las afueras del centro marplatense para generar un combate abierto con las fuerzas represivas, en el que hubo detenidos, con el objetivo de avanzar mediante un “efecto tijeras”. El peso y la masividad obligarán a liberar no solo a los detenidos de la jornada, sino a los que habían sido detenidos anteriormente.
De esta forma, la unidad obrero estudiantil toma peso como fuerza en la ciudad de Mar del Plata. La búsqueda de justicia frente al asesinato de la estudiante Silvia Filler será un motor que provocará la profundización del giro radical del movimiento estudiantil, el rol de la comisión interfacultades y la confluencia con el movimiento obrero pondrán en jaque a la ciudad protagonizando las mayores movilizaciones de su historia vistas hasta ese momento.
Notas.
1. Para profundizar más sobre el movimiento estudiantil marplatantense en estos años ver: “Elementos para una sociología del movimiento estudiantil de Mar del Plata. Del golpe de Onganía al gobierno de Cámpora”
2. "Nosotros pretendíamos otro tipo de enseñanza, menos académica y más horizontal. Desde el golpe de (Juan Carlos) Onganía y la Noche de los Bastones Largos la enseñanza se había transformado en algo autoritario". Plantea el en ese entonces militante Luis María Rafaldi.
3. Waisberg, Pablo y Celesia, Felipe, “La noche de las corbatas”, Ed. Aguilar, Mar del Plata, 2016.
4. Bonavena Pablo, “Elementos para una sociología del movimiento estudiantil de Mar del Plata. Del golpe de Onganía al gobierno de Cámpora” P.16.
5. Fernández, Mónica y Acuña Patricia “Mar del Plata y las luchas estudiantiles en la década de los ´70”, P.12.