María Eugenia Vidal, actual vicejefa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y precandidata a gobernadora por el PRO, se “indignó” por la falta de urbanización en el conurbano en su recorrida por el Gran Buenos Aires, en el marco de la campaña electoral.
Sábado 25 de julio de 2015
En el día de ayer, jueves 23 de julio, la precandidata a gobernadora por el PRO recorrió barrios bonaerenses y pisó barro. Luego escribió en su cuenta de facebook: “El asfalto es más que algo estético” y colgó su foto cruzando un charquito por una calle del conurbano. Y continuó: “Me parece increíble la cantidad de lugares que aún tienen calles de tierra”, anonadada después de esquivar un poco de lodo.
Resulta irónico que Vidal se asombre de los problemas habitacionales y desconozca la realidad de los barrios más humildes y de la mayoría del conurbano. Así como mucho más irónico resultan sus declaraciones, pues provienen de quien fuera la Ministra de Desarrollo Social del PRO en la Ciudad de Buenos Aires durante un largo periodo.
Ejerció esa función, precisamente, durante los desalojos y represión en el Parque Indoamericano de Villa Soldati en diciembre del 2010. Esta persona, que era la encargada de velar por la protección y promoción de las necesidades elementales de los habitantes, como el derecho a una vivienda digna, fue funcionaria y cómplice de este crimen de Estado llevado a cabo por la policía metropolitana de Macri, que dejó un saldo de tres muertos y varios heridos. Claramente sin solución favorable para las personas que necesitaban urgentemente un hogar.
Y esa política no es privativa sólo de Vidal. A mediados de 2008, su actual compañero de fórmula, Mauricio Macri, había anunciado una propuesta de plebiscito en CABA para "erradicar las villas", pues el presupuesto de la ciudad “no alcanzaba para urbanizarlas”. Y como no era suficiente, en las mismas declaraciones se lamentaba por la falta de fuerza policial para limitar las viviendas en esos asentamientos: “Yo puedo mandar a los inspectores a verificar construcciones peligrosas en altura, que aparecen todos los días, pero no tengo poder de policía para ordenar el desalojo”. En esa ocasión tampoco se solucionaron las necesidades urgentes de vivienda para cientos y cientos de familias.
“Yo no pierdo la esperanza: pronto vamos a poner los recursos donde realmente se necesitan y con mucho trabajo vamos a ir solucionando de a una todas las deudas pendientes”, tratando de borrar con el codo un pasado en su administración que escribió y firmó con la mano.
Ni el PRO, ni el FpV cambian nada
Al igual que Vidal, los demás candidatos del ajuste en las distintas listas, tratan de presentarse como una alternativa novedosa, pero no lo son. Recorren las casas y se sacan fotos en los barrios pobres fingiendo interés por las problemáticas de sus habitantes. En su campaña electoral para gobernador, Fernando Espinoza, actual intendente de La Matanza, alardea con supuestas bonanzas de la década ganada en el municipio. Sin embargo, todos sabemos que esa década no ha llegado al partido con mayor población de la provincia de Buenos Aires: allí se convive con las condiciones de vida más precarias en materia de salud, educación y seguridad social.
En los grandes carteles que rodean Camino de Cintura, en el trayecto que cruza el distrito matancero, se afirma que el 80% del municipio tiene agua potable. Pero sólo hay que trasladarse algunos kilómetros hacia González Catán, por ejemplo, para descubrir no solo el barro que tanto desencaja a María Eugenia Vidal del PRO, sino que cientos de casas precarias no tienen agua corriente ni cloacas.
Por su parte, el precandidato a presidente del Frente Renovador, Sergio Massa, no es la excepción: En Tigre, partido de donde fue intendente hasta el 2013, se ha acrecentado la desigualdad social. La proporción de vecinos sin agua corriente, ni cloacas, asfalto y gas natural es notablemente alta para el presupuesto millonario que se maneja en el distrito. Más bien, mientras se mantienen en aumento los negocios inmobiliarios con los countries y los complejos de lujo -los cuales sólo concentran una mínima cantidad de habitantes-, casi el 90% de la población tigrense vive en zonas con suelos rellenados que se inundan ante cada crecida del Delta.
Todas estas declaraciones de campaña son parte de los “speech” de candidatos y funcionarios del FpV y del PRO que no sólo ganan fortunas y se hacen millonarios en sus años de función pública, sino que administra solo para los intereses de empresarios. Únicamente trabajadores y el pueblo pobre son los interesados en cambiar esta realidad y saben cómo hacerlo. La necesidad imperiosa de obras públicas y el saneamiento para evitar inundaciones en nuestros barrios cada vez que llueve, y un plan de vivienda urgente para todos los habitantes del municipio y de la provincia bonaerense no se pueden ocultar.
Por eso las listas de Renovar y Fortalecer el Frente de Izquierda están compuestas de trabajadores, mujeres y jóvenes que realmente conocen y representan los intereses del pueblo trabajador que estos candidatos omiten y mantienen. Nathalia González Seligra, precandidata a intendente, y Ariel Iglesias precandidato a primer concejal por la lista 1A “Renovar y Fortalecer el Frente de Izquierda” dieron a conocer el proyecto que impulsan para que se declare la emergencia habitacional en La Matanza por un período de cinco años, prorrogables en caso de no haberse cumplido con los objetivos del proyecto. Y junto a ello han participados distintas marchas, escraches, y todo tipo de reclamos desde las escuelas y zonas de trabajo, junto a todos los candidatos de esta lista, para hacer oír la voz de los trabajadores, las mujeres y la juventud.
Lejos de ser estético, los trabajadores apostamos a la única alternativa política en las PASO y seguimos organizándonos diariamente.