En el marco del FILiC entrevistamos a la autora cordobesa con quien conversamos sobre la escena literaria cordobesa actual, sus próximos proyectos y su manera de construir personajes.
Martes 9 de agosto de 2016
¿Cómo llegaste al festival?
Llegué por una invitación de Javier Folco que es el coordinador general del Filic. El festival es muy amigable para los autores que vivimos en Córdoba. Me parece muy interesante porque es breve, con una selección interesante de invitados que aportan las distintas asociaciones culturales de distintos países, lo que permite que venga un escritor brasileño, una escritora francesa, un ilustrador español, etc., y que el público cordobés y nosotros los conozcamos.
Además, tiene un acceso muy sencillo para la gente y me parece que eso es muy bueno.
¿Cómo ves la escena de literatura cordobesa?
Yo veo que Córdoba está en un momento muy interesante de producción y edición. Hay escritores sumamente interesantes, un crecimiento de escritura muy grande, muchos emprendimientos privados, pequeños, individuales, familiares. Este festival es un ejemplo o el festival de poesía que se hace cada año en marzo. También está la feria del libro que es una feria tradicional. Hay muchas editoriales, hay más de 50 acá.
La literatura es una forma de creación que está muy vinculada con la industria, en la medida en que haya una industria editorial, aunque sean pequeñas editoriales, puede haber más posibilidad de edición. Se necesita tener el libro y eso necesita de un editor, necesita de alguien que lo ponga en la calle. Entonces el crecimiento de la industria editorial en Córdoba, de esas editoriales pequeñas, es muy importante. Quizás lo que falta es más soporte desde los espacios públicos para una mayor y mejor distribución de lo que se edita en Córdoba al resto del país. Tal vez una distribuidora que distribuya Córdoba fuera de ésta puede ser muy interesante.
¿Estás trabajando en algo actualmente?
Yo siempre estoy con muchas cosas, cosas diversas. Tengo un blog de narradoras argentinas, que coordino con otras dos mujeres, Juana Lujan y Carolina Rossi, y estamos a cargo de una colección de narradoras argentinas que edita Eduvim. Una editorial universitaria de Villa María. Es una colección de rescate de mujeres que han dejado de producir por fallecimiento y dejaron alguna obra inédita, o escribieron alguna obra que hace muchos años no se edita y les ponemos un prólogo actual. Se pone un ojo en el lector común y otro en el lector académico y especializado en cuestiones de género o Literatura Argentina.
También hice un libro de cuentos, no sé si voy a agregar algún otro o queda así. El título creo que va a ser “No a mucha gente le gusta esta tranquilidad”. Además tengo dos pequeños ensayos para un congreso al que estoy invitada y estoy borroneando algo para un libro de poemas pero todavía está muy verde.
Contabas que muchos de tus personajes se encuentran en un lugar de resistencia, ¿a qué se debe esto?
Muchos son distintos a mí, yo me considero alguien que ha resistido en muchos aspectos, también si miro hacia atrás en las mujeres de mi familia, o muchas mujeres que conocí, a muchas las vi en ese lugar de resistencia, y eso me atraviesa mucho y suele aparecer. Pero lo que más me interesa cuando escribo es intentar comprender por qué el personaje hace lo que hace. Porque hay un nivel de lo humano en el que cualquier cosa, no importa lo que uno haga, aún las cosas más terribles, hay una razón por la cual cada uno se hunde en la bancarrota, en el fracaso, el dolor, o en la resignación, o lucha, o desprecia al otro.
Entonces para mí la literatura ha sido un espacio para comprender al otro y romper con lo banal. Porque, ¿dónde está lo banal? En la superficie, en la repetición, en la no profundización. Hay una frase que me encanta de un poeta griego, Yorgos Seferis “Si quieres mejores resultados, prueba cavando en el mismo sitio”. Yo creo que lo que puede hacer la creación para llegar más hondo es eso, es cavar en profundidad, no es mirar en lo amplio, es ver en el fondo de cada quien, tomar algo, una pequeña partícula del mundo y mirar al fondo el porqué.
