Un recorrido por la historia política del intendente de José C. Paz y su accionar en uno de los distritos más pobre del conurbano.
Martes 28 de julio de 2020
En agosto de 1999 un grupo de sus militantes protagonizaron un enfrentamiento con armas de fuego y armas blancas contra otro grupo ligado a Glaría quien era el intendente de aquel entonces. El episodio sucedió en el Consejo Deliberante y quedaría como parte latente en la historia del distrito. Ese mismo año hubo elecciones en octubre y el 10 de diciembre, Mario Alberto Ishii, el hombre del poncho, asumió su primer mandato en una lista afín a Aldo Rico.
Un poncho de varios colores
Primero con Ruckauf y Duhalde, luego acérrimo seguidor de Kirchner y Cristina. Fue quien prometió salir a “cazar traidores” tras la derrota electoral del Frente para la Victoria en los comicios del 2009, cuando varios intendentes peronistas “cortaron boleta”.
En 2011 fue precandidato a gobernador contra Scioli y ocupó por el Frente Para la Victoria el cargo de senador provincial entre 2013 y 2015. En el 2014, lanzó un plebiscito para que se vuelva a crear el Servicio Militar Obligatorio. Expresaba en los medios "(...) un moderno Servicio Militar Obligatorio aparece como una gran herramienta social para darles un futuro a los que ni trabajan ni estudian(...)" . Su propuesta recibió el apoyo del entonces diputado nacional de Salta, el antiderechos Alfredo Olmedo.
En el 2015 volvió a la intendencia paceña. Cuando estuvo Vidal no dudó en cambiar el color del poncho. “Que se dejen de joder con apretar, con tratar de hacerle un golpe a este gobierno” dijo en 2016, brindando apoyo a la ex gobernadora.
En las elecciones legislativas del 2017, armó una lista propia dentro del Frente Justicialista Cumplir que encabezaba el ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo. “Lealtad y dignidad” se llamaba la lista en la que Ishii buscaba un lugar en el Senado bonaerense. Sin embargo, la Cámara Electoral la vetó por no cumplir los requisitos que se necesitan.
Pero también durante este trayecto fue investigado por corrupción en 2003 y por entregar casas de emergencia habitacional a familiares en 2010.
En el 2019, de la mano del Frente de Todos, vuelve al poder ejecutivo municipal hasta el 2022. Hoy cuenta con el apoyo de Sergio Berni, ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, el jefe de gabinete de Kicillof Carlos Bianco y el intendente de Ensenada Mario Secco quienes lo defienden ante el escándalo sobre sus dichos referidos a cubrir la venta de drogas.
¿El intendente de las obras… o de las sobras?
Así firma sus carteles “El intendente de las obras” pero la realidad es que José C Paz es uno de los distritos más pobres del conurbano con más de 70 barrios y 37 asentamientos. Un 12 por ciento de la población sin las necesidades básicas satisfechas. El Censo de 2010 muestra situaciones de vulnerabilidad socio-sanitaria: un 5,88% de población vive con hacinamiento crítico, un 17,3% accede a servicio de agua de red y sólo un 6,1% tiene conexión a cloacas. A esto se suma el basural a cielo abierto en San Atilio.
El sistema de salud lleva años sufriendo un vaciamiento sistemático. El cierre de centros de atención primaria es una muestra de ello. En las pocas salitas de primeros auxilios que quedan y en los hospitales municipales se ven los faltantes de insumos, personal e infraestructura.
Su gestión incluye la precarización del personal municipal. La mayoría contratado o monotributista. En abril de este año los trabajadores temporarios del área de salud, además de no estar provistos de los equipos de protección personal, percibían salarios básicos de $1500.
Si a ese mísero salario básico les sumamos los agregados, la remuneración total de las y los trabajadores no alcanza ni a media canasta básica. Un licenciado en enfermería cobra $16000, un enfermero profesional $14000, un auxiliar de enfermería $12000, el personal administrativo $9000 y los de limpieza, $8500. Cifras muy alejadas del sueldo del alcalde del poncho. Según la revista La Tecla en el 2019, Ishii cobraba $154.000 de sueldo neto.
Ishii durante la cuarentena
Durante la pandemia declaró que por el Covid-19 estimaba que iban a morir 5 mil paceños, que iba a vacunar casa por casa (aunque aún no existía vacuna) y en su twitter se pudo leer “ve a tu casa pueblo mío y pon cerrojo a tu puerta escóndete por un breve tiempo, hasta que haya pasado el enojo del señor. Isaías 26:20”. Al no tener vacuna, decidió mandar a rezar a los paceños.
Además responsabilizó a la comunidad de la crisis sanitaria y económica y pidió más policías y fuerzas federalesporque según él se viene un nuevo 2001. También se puso al frente de la secretaría de salud del municipio e intentó intervenir el Hospital Provincial Mercante. La lucha de los trabajadores logró frenar la intervención.
Lo cierto es que aunque le guste firmar todo con su nombre al estilo Ruckauf, como el arroz con gorgojos “gestión Mario Ishii”, durante todo el tiempo que estuvo al mando del distrito no solucionó ninguno de los problemas estructurales de José C Paz.
Ishii, patrón de estancia
Lo que muestrael video con los choferes de las ambulancias no es un caso aislado cargado de actitud patoteril ante la desesperación, sino que es parte de una impunidad construida a lo largo de años, es una de las formas de hacer política del peronismo, avalado por todos los gobiernos de turno desde que llegó al poder.
Podemos reírnos del grotesco repertorio de Mario Ishii pero que eso no nos distraiga de una reflexión profunda sobre las consecuencias que tienen estos personajes que se comportan como patrón de estancia.
Es parte de un sistema político y social donde un grupo minoritario vive como una casta privilegiada responsable de los padecimientos y necesidades de las grandes mayorías. Por eso se hace necesario confiar en nuestras propias fuerzas y organizarnos, los trabajadores, las mujeres y la juventud para revertir la situación y cambiarlo todo de raíz.