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Red Internacional
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Ciudad de Córdoba. Marketing y anuncios generales en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante de la capital cordobesa

En el jardín botánico, el intendente Llaryora dio un discurso de apertura donde ratificó los principales ejes de una gestión que tiene mucho de marketing y poco de soluciones reales, prometiendo poner a “Córdoba de pie”.

Guillermo Torrent Asesor legislativo FIT - Córdoba @Guillotadas

Martes 2 de marzo de 2021 00:26

Fotos Prensa Concejo Deliberante

El acto se realizó de la manera mixta, con presidentes de bloques presentes en el recinto y el resto de los concejales conectados por vía remota. Entre los invitados presenciales se encontraban el Arzobispo Ñañez, el subjefe de policía, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Sebastián López Peña, el ministro de gobierno provincial, Facundo Torres y uno de los responsables del Tercer Cuerpo del Ejército José Berredo.

La principal conclusión política pasó por el fuerte alineamiento con el gobierno provincial, en momentos que se la hipótesis más posible para las elecciones legislativas es la de que vaya dividido el peronismo local, entre quienes apoyan al presidente Fernández y al gobernador Schiaretti. La semana pasada el intendente Llaryora se había mostrado con el Senador Caserio, referente del “albertismo” local y en varias ocasiones con Gabriela Estevez y otros dirigentes kirchneristas.

Llaryora comenzó un discurso, que duró poco más de una hora, recordando la pandemia y, como si fuera un cliché en la mayoría de los discursos de apertura, con un aplauso para los trabajadores esenciales. El comienzo fue errático saltando de un tema a otro sin mucha relación entre ellos.

Hizo un racconto sobre las medidas tomadas por la municipalidad, para enfrentar el covid, que a todas luces fueron insuficientes, y realizó unos anuncios generales sobre el sistema de salud. Luego se refirió al consumo problemático de drogas en la ciudad y de allí pasó a las condiciones en que recibió la municipalidad y el nivel de endeudamiento.

Se refirió a las 50 mil personas que no tienen agua potable, olvidando la responsabilidad del gobierno provincial, quién hasta hace un año era el poder concedente del servicio del agua y se lo dio a grupos privados como Roggio. Las alusiones a la “herencia recibida” fueron constantes en casi todos los puntos tocados.

Con relación al gobierno provincial resaltó la construcción del tercer carril de la avenida Circunvalación y otras obras que realiza la provincia en la capital. Resaltó que cuando “ciudad y provincia trabajan juntos Gana Córdoba”, algo más parecido a un slogan de campaña y todo un mensaje al gobierno nacional que apenas fue nombrado.

Al igual que en el discurso del año pasado hizo eje en la modernización, este año hizo alusiones a “la nube” y a una APP que se encuentra en “versión BETA” que serían usadas para mejorar la administración y los tramites a los vecinos.

Sobre educación habló de la transformación educativa, dando algunos trazos generales y anunciando la creación de las escuelas municipales “Alas”. Por lo que adelanto, estas escuelas tendrían una estructura similar a las PROA que existen a nivel provincial. Estas escuelas que supuestamente forman a jóvenes en las nuevas tecnologías, tienen como contracara una brutal precarización e inestabilidad en el régimen docente.

También anunció la construcción de 45 nuevas aulas, para 37 escuelas, lo cual es poco más de un aula por cada una de las escuelas, muchas de las cuales ya se encuentran saturadas. Recordemos que durante el año, el intendente Llaryora tuvo la intención de recortar el sueldo a los docentes municipales, cosa que no puedo realizar por el enorme rechazo popular que generó el anunció de la medida.

En un momento del discurso, reivindico a Taboada intendente colocado por los militares en nuestra ciudad, apenas unas semanas después del Cordobazo de 1969. No extraña la reivindicación, ya que Taboada llegó a ser diputado en los años 90 por el peronismo cordobés.

Se refirió a la planificación urbana, aduciendo que era una verdadera anarquía la ciudad en el punto. Pero no hablo de los especuladores ni desarrollistas, sólo denunció a los gobiernos anteriores, casualmente se olvidó una parte fundamental de la situación en la cuál se encuentra el desarrollo urbano de la ciudad. Anunció que enviara al Concejo Deliberante, para su tratamiento, una nueva ordenanza de uso de suelo.

En otro momento se refirió a otro de los ejes de su gestión que es el “ordenamiento” de las ferias, llamadas “Paseos de la economía popular”, señaló que hay 2700 feriantes y se vanaglorió de haber resuelto un problema histórico convirtiéndolo en un hermoso paseo. Si bien la cifra parece ser escasa, ante la gran cantidad de personas que todas las semanas salen a feriar debido a la profundización de la crisis. Lejos de ser un problema resuelto, cada vez son más los feriantes que denuncian la injerencia y la regimentación estatal sobre un espacio que surge de la autogestión de los propios feriantes.

En un momento Llaryora aludió a que los feriantes se conviertan en emprendedores y que en un futuro lleguen a tener Pymes. Este punto recordó a un lema del menemismo, tomado a su vez de Thatcher y Pinochet, que habla de pasar de ser proletario a propietario.

Sobre la violencia de género los anuncios fueron nuevamente pobre. Señaló que suma la ciudad de Córdoba a la “Red municipalista de violencia contra las mujeres”, una entidad que sufrió muchas críticas por el movimiento de mujeres, la adhesión a la Ley Micaela y la aplicación de la red de no violencia en la ciudad. Anunció la creación de una “Escuela de la igualdad dentro de la red de masculinidades”. Sobre refugios o presupuesto real no hubo anuncios.

Con el ambiente hizo eje en la recolección de residuos y la creación de un tribunal de faltas ambiental. Claramente los primeros “multados” de este tribunal deberían ser algunos de los amigos del gobierno, recordemos, por ejemplo, que el intendente Llaryora y su equipo se pasearon por la fábrica Porta, denunciada penalmente por los vecinos de los barrios Inaudi y San Antonio, por la contaminación y los daños a la salud de los mismos. Tampoco hizo anuncios sobre la ampliación de la reserva San Martín, como lo vienen reclamando desde “los Amigos de la Reserva”, una medida que contribuiría a mejorar la calidad ambiental de la ciudad frente al avance inmobiliario.

Apenas pocos minutos para uno de los servicios que más padecen cotidianamente los y las vecinas de Córdoba, como es el transporte urbano de pasajeros. Anuncio la geolocalización de las unidades, algo que existe, al menos en los papeles, hace alrededor de 10 años y la creación de un “Observatorio de Movilidad Urbana”. Sobre emplazamientos a las empresas para que aumenten las frecuencias no hubo ningún anuncio.

Sobre recomposición salarial a los trabajadores municipales, a los cuáles les recortó entre el 15% y el 40% del salario, no realizó tampoco mención alguna. Incluso promovió el programa de Servidores Urbanos que busca aumentar la precarización y es usado como ariete para empeorar las condiciones laborales de los empleados de planta permanente.

En definitiva, un discurso para apegarse al gobierno provincial y deslindando todas sus responsabilidades en los graves problemas que dejó el gobierno anterior. Una gestión que parece ser más útil para los power point y las presentaciones, pero que pocas soluciones trae para el pueblo trabajador de la capital cordobesa.