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Red Internacional
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OPINIÓN. Marshall: entre el Black Lives Matter y el movimiento Me Too

El 16 de noviembre Netflix reestrenó el film "Marshal: el origen de la justicia", basada en un juicio histórico en 1940, que lleva un abogado afroamericano, miembro de una asociación que defendía personas negras injustamente acusadas por motivos de racismo.

Lunes 23 de noviembre de 2020 23:20

Netflix subió la película ’Marshall: el origen de la justicia’, una ficción en los años ’40 en EE. UU. basada en la vida de Thurgood Marshall, abogado afroestadounidense que viaja por todo el país, defendiendo personas negras injustamente acusadas, por la impunidad del racismo. Con banda sonora de soul, blues y jazz de salón, el ritmo del film es bien dinámico, combinando elementos de comedia y de policial, sin faltar climax emotivos. Con Chadwick Boseman como productor y protagonista y con las actuaciones de Josh Gad, Sterling K. Brown, Kate Hudson y James Cromwell, el film fue nominada a mejor película por NAACP Image Award. En ella, aparecen otros personajes históricos, como Langston Hughes, un reconocido poeta, novelista y periodista afroestadounidense.

En la vida real, Thurgood Marshall, inicia como abogado de la NAACP, Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, antes de llegar a ser el primer juez afroamericano de la Corte Suprema en 1967. Uno de los casos más emblemáticos que gana como abogado es el de Brown contra el Consejo educativo de Topeka en 1954, que dio por injusta la ley que dividía a niños y jóvenes en escuelas para blancos y escuelas para negros.

La película elige ficcionar otro caso real: el juicio a Joseph Spell (Sterling K. Brown), un joven negro falsamente acusado de violación e intento de asesinato por Eleanor Strubing (Kate Hudson), su adinerada patrona, miembro de la "alta sociedad", con sus clubes y negocios, esposa de un ejecutivo de publicidad y blanca.

Para poner en contexto, la película fue estrenada en la pantalla grande en 2017, mismo año en que seis actrices hicieron una denuncia colectiva por acoso y abuso sexual contra el productor de cine Harvey Weinstein. Naciendo así el movimiento Me too -popularizado por la activista afroamericana Tarana Burke- que invitó a miles a romper el silencio y fue una ola expansiva que señaló a personalidades del espectáculo y de la política, tanto a republicanos como a demócratas.

Y a dos años de la aparición del movimiento Black Lives Matter, que venía cuestionando las bases profundamente racistas de la democracia estadounidense, su Policía y su Justicia; y que este año, tras el asesinato de George Floyd por parte de la policía y luego de Jacob Blake, dio masivas movilizaciones y revueltas que pusieron en jaque el orden sobre el que se asienta el capitalismo norteamericano. La película se estrenó en la plataforma de Netflix el 16 de noviembre de este año, luego del reciente fallecimiento de su actor protagónico y productor, Chadwick Boseman.

’Marshall: el origen de la justicia’, tiene el mérito de presentar los litigios llevados adelante por la NAACP, como parte de una pelea histórica de los afrodescendientes, desde el plano de la legalidad y los derechos civiles. Las amenazas de linchamiento, el segregacionismo y el abuso policial están presentes en el film, cuyo protagonista encara con total seguridad y firmeza en sus argumentos frente a la prensa y frente a la Corte. Además, enmarcado en la II guerra mundial, denuncia el ascenso del nazismo y su la ideología de supremacía racial, establecimiento un paralelo y una advertencia hacia el racismo en los Estados Unidos, representado en el Ku Kux Klan.

Puede resultar controversial la coincidencia de que los realizadores de Marshall… hayan elegido mostrar la historia -verídica- de una falsa acusación de violación e intento de homicidio, el mismo año en que mujeres en los EE. UU. se animaron a alzar su voz, habiendo sido su palabra callada, ninguneada y puesta en duda frente a situaciones de violencia machista y abuso sexual. Sin embargo, cabe recordar que ya en El nacimiento de una nación, -película fundacional del cine norteamericano escrita en puño y letra del KKK- la hija de una familia esclavista y propietaria del Sur muere al caer de un barranco para evitar ser violada por un esclavo liberto. Y esta sí es una ficción completa. Desde los inicios del cine el odio racial se escuda en la invención de crímenes para justificar el orden supremacista, y esa es de la denuncia central de ’Marshall: el origen de la justicia’. Por otro lado, la violación a esclavas y libertas por parte de dueños y patrones blancos, fue una práctica sistemática, herencia de la dominación patriarcal que se combinó con esclavismo y la dominación de clase.

periódico de Nueva York, diciembre 1940
periódico de Nueva York, diciembre 1940

Probablemente Eleanor Strubing la mujer que en el film restrenado por Netflix, acusa a Joseph Spell, hoy se la conocería como una Karen, nombre con el que popularmente llaman a las mujeres supremacistas blancas de cierto nivel social en los EE. UU. Un ejemplo de la vida real: Amy Cooper fue filmada -el mismo día en que asesinaron a Floyd- increpando a un hombre, con dramatismo afectado: “Les diré a policía que hay un hombre afroamericano amenazando mi vida”. El video no deja dudas de la falsedad de la acusación.

Desde otro ángulo, Marshall..., la película, no pasa el test de Bechdel/Wallac, una prueba práctica para hacer visible la desigualdad de géneros en el cine, que indica que en un film debe haber al menos dos mujeres que en algún momento hablen entre sí y que no sea acerca de algún varón. En Marshall… los personajes femeninos, en su mayoría afro, carecen de un despliegue de personalidad propia, sino a través de ser esposa de, secretaria de o de seducir a algún personaje masculino y jamás se encuentra a más de una en una misma escena interactuando. Más aún, el argumento final que termina por resolver el caso, parte de una frase categóricamente sexista.

Como toda ficción, hay una elección ideológica y estética, sobre qué narrar y cómo hacerlo, incluso cuando la obra está basada en hechos reales o históricos. Marshall: el origen de la justicia, es un entretenido film histórico, que refleja la pelea de los afrodescendientes en EE. UU. contra la violencia y la desigualdad de etnia y de clase, pelea que hoy continúan las nuevas generaciones.
Queda la deuda con la cuestión de género y la lucha del movimiento de mujeres, que en cada tiempo histórico ha tenido a las mujeres afro como heroicas protagonistas.