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Red Internacional
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CRISIS EN CHILE. Marzo de terror: 300.000 trabajadores fueron despedidos en Chile

Sábado 18 de abril de 2020 01:19

La ministra del Trabajo de Chile, María José Zaldívar, confirmó que el aumento en las cartas de despido habría sido 38 % mayor al de marzo del año anterior, o sea, 299.508 cartas de despidos. 100.000 cartas más que el mes anterior.

Debido a la pandemia del COVID-19, aumentan los despidos, y los sectores de la economía más afectados son la construcción, servicios administrativos, comercio y con mayor cantidad al año anterior, el sector turismo y servicios de comida.

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En relación a las regiones, las más afectadas por despidos son la región Metropolitana, con 40 % en un año, Valparaíso con 26% y Bíobío con 51 % de despidos en los sectores más afectados.

También el gobierno confirmó que en abril ha habido un total de 81.087 solicitudes a la administración del Fondo de Cesantía (AFC) por casos de despidos. Esto significaría un aumento del 17 % con respecto al año anterior, sin considerar las empresas que se encuentran con la Ley de Protección de Empleo. Esa ley que permite la suspensión de contratos de los trabajadores para no pagar sus salarios, y que los trabajadores recurran al salario de cesantía, medida que han tomado la mayoría del comercio minorista.

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Plata para los empresarios, créditos subsidiados, baja de impuestos y rescate de empresas

El estado ahora permite a las empresas suspender a los trabajadores y que ellos mismos se paguen sus ingresos decrecientes con su propio fondo de cesantía. Esa es la "salida" para los trabajadores que puso en marcha el Gobierno de Sebastián Piñera.

Las rebajas salariales pueden ser "acordadas", claro bajo amenaza de despidos. Los "acuerdos" se facilitan de esta forma, aunque uno pierde ingresos y el otro ahorra dinero. Y luego despidos, empezando por las contratistas y los precarios e informales, como está haciendo ahora la gran minería.

Pero por si alguien tiene dudas y piensa en protestar, se decretó el toque de queda. De 22 de la noche hasta las 5 de la mañana. Que nadie salga de sus casas mientras duermen es la orden que a simple vista es la más absurda del mundo. Carabineros y milicos patrullan por las madrugadas con el único fin de amedrentar y "convencer" a los que tienen dudas, que lo mejor es aceptar su "plan". Eso sí, salgan de sus casas, todos juntos, cuando haya que amontonarse para ir a trabajar, y si se contagian, al Hospital Público donde los esperan las y los trabajadores de la salud que se desviven por el pueblo por dos pesos, algunos sin contrato.

De esta no se sale rápido y mucho menos se saldrá bien si no se lucha

La crisis para los empresarios es una oportunidad: para tener más desocupados y menos gente trabajando a mayor ritmo y salarios más bajos, más precarización y flexibilidad, más hambre. Una oportunidad para hacernos más esclavos.

Pero nosotras y nosotros ya mostramos la fuerza que tenemos. El 18 de octubre los hizo temblar y el 12 de noviembre, paramos el país en el Paro Nacional más grande de los últimos 30 años y ellos quedaron en el aire. Hay que retomar ese camino de lucha ahora, no cuando pase la pandemia como amenazan algunos. En el medio habrá muertos que los pondrá el pueblo. En el medio se perderán derechos que no recuperaremos, desocupados que no volverán a trabajar, chilenos con hambre, rebajas salariales que se sostendrán. Condiciones de vida que empeorarán. Y sobre todo es ahora. Dejar pasar ataques sin respuestas, como permite la CUT, busca golpear la moral de lucha que es el bien más preciado que tiene la clase trabajadora y el pueblo para evitar ser denigrados por los empresarios

La CUT y los grandes sindicatos tienen que dejar su maldita tregua y convocar a luchar. Nada, ninguna norma ni lógica, más que la mismísima sumisión, impide un paro de los sectores no esenciales ya. Los trabajadores de chile tienen planteado organizarse en los lugares de trabajo, coordinarse entre distintas empresas como se impulsa desde el Comité de Emergencia y Resguardo de Antofagasta, para pelear juntos frente a cada ataque, o como proponen los trabajadores del Hospital Barros Luco de Santiago. A las poblaciones a organizarse, a las asambleas territoriales, a todos.

Hay que unir fuerzas y luchar ahora antes que el Gobierno de Piñera siga y profundice su tarea de hacernos esclavos de las grandes empresas.