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Estados Unidos. Más brutalidad de Trump: defendió la tortura por ahogamiento simulado

En un acto en Ohio el candidato republicano defendió el uso de la tortura conocida como “waterboarding”. “Me gusta mucho. No creo que sea suficientemente duro”, dijo frente al público.

Juan Andrés Gallardo

Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1

Jueves 30 de junio de 2016

El candidato republicano, Donald Trump, volvió a desoír el martes a la noche las recomendaciones de los jefes del partido, que lo llamaron a la moderación en sus incendiarios discursos. Durante un acto que se realizó en Ohio, y luego de los atentados en Estambul, Trump se refirió al waterboarding, como se conoce al método de tortura por ahogamiento simulado. Frente al público dijo “me preguntaron qué opinaba sobre el waterboarding, y dije que me gusta mucho, que no me parece tan duro”.

Las afirmaciones del magnate se esparcieron por las redes sociales generando una ola de indignación. El método de tortura por ahogamiento, que consiste en ponerles a los prisioneros una bolsa en la cabeza y arrojarles agua para ahogarlos, no solo es brutal, sino que fue repudiado por organizaciones de todo el mundo razón por la cual el propio Ejército de Estados Unidos y la CIA terminaron por prohibirlo como parte de los “interrogatorios”.

Este método aberrante salió a la luz luego de conocerse la tortura que la CIA y los militares aplicaban en cárceles clandestinas en Europa y Medio Oriente, como así también en la prisión de Abu Ghraib en Irak, y en Guantanamo, en territorio cubano, como parte de la "guerra contra el terrorismo".

Es por esto que, al menos públicamente, el Ejército estadounidense prohibió en 2006 el uso del waterboarding, y en el 2009 el gobierno también lo prohibió para la CIA, al clausurar el programa de interrogatorios a sospechosos de terrorismo, que habitualmente incluían todo tipo de torturas.

Tomando como excusa los atentados que acababan de suceder en Turquía, Donald Trump salió a defender la tortura, utilizando como argumento que mientras EE. UU. no puede torturar mediante waterboarding, el Estado Islámico puede hacer lo que quiera. Trump afirmó que no deben existir más restricciones que muestren al país como "débil", "estúpido" y "sin liderazgo", frente a los “terroristas”. Y finalizó con una frase aún más contundente: "El fuego debe combatirse con fuego", mientras sus votantes estallaban en aplausos.

Las nuevas declaraciones de Trump no hacen más que alimentar su perfil populista apelando a todos los odios, cómo lo demostró a lo largo de su campaña. La xenofobia, homofobia, islamofobia y el racismo son parte fundante de su discurso.

Si bien éste parece uno más de los “exabruptos” de Trump, la justificación de un método de tortura aberrante como el del waterboarding, es compartido por un sector de la derecha del propio partido republicano, aunque en época de campaña electoral lo prefieran callar en público.

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Juan Andrés Gallardo

Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario

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