El 31 de Diciembre caducaba el convenio colectivo de limpieza de edificios y locales de Aragón. Tras 15 meses de prorrogas y negociaciones, el convenio no se renueva. El consejero municipal de Servicios Públicos y Personal de Zaragoza se ha comprometido a “estudiar” los pliegos de estas empresas con el Ayuntamiento, pero no ofrece soluciones a las trabajadoras.
Nadia Celaya Zaragoza
Martes 5 de enero de 2016
Foto: El Ventano
La última negociación para firmar un acuerdo tuvo lugar antes de final de año en el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje), donde se reunieron los sindicatos que componen la mesa negociadora (UGT, CCOO y OSTA) y la patronales asociadas en el grupo Aspel, que reúne grandes empresas como FCC, Eulen, Grupo Note o Ferroser, y la asociación ASOAL, que agrupa otras empresas más pequeñas. Este acto de mediación concluyó a las dos horas sin resolver nada.
La propuesta de las trabajadoras y trabajadores de la limpieza era solo un ínfimo incremento salarial del 0,3% para 2015 y del 1% para 2016, cifras que rebajaron para el acto de arbitraje. Pero a las empresas les siguió pareciendo excesivo y bloquearon toda negociación usando el chantaje de la desaparición del convenio el 1º de Enero de 2016 para que firmaran un nuevo convenio dictado a voluntad de la patronal. Los sindicatos y las trabajadoras del sector decidieron no someterse a este abuso, para no legitimar dos años más de congelación salarial que sumarían a los que tuvieron lugar en 2012, 2013 y 2014.
Las empresas se amparan en la Reforma Laboral de 2012, según la cual pasados dos años de la ultraactividad del convenio y sin llegar a un acuerdo entre patronal y trabajadores, se llevaría el conflicto a un acto de arbitraje. Si no se llega entonces a una resolución, el convenio que regula las condiciones laborales del sector desaparece y los trabajadores quedan regulados por un convenio de ámbito superior. Es decir, vía libre para que los empresarios dejen pasar el tiempo en las negociaciones colectivas, rechacen las demandas de los trabajadores y los pongan entre la espada y la pared: o firman un convenio a su medida o cae el convenio.
En el sector de limpieza de edificios y locales en la provincia de Zaragoza trabajan 10.000 personas, que sumando todo Aragón, suman más de 13.000 trabajadoras, la mayoría de ellas mujeres, que tendrán que soportar una dura reducción en sus condiciones laborales y en su salario.
Al no existir un convenio de referencia, algunas podrían llegar a cobrar el salario mínimo de 655 euros que ha fijado el gobierno para 2016. Aunque ese es el caso de las pocas que tengan una jornada laboral de ocho horas, muy poco habitual en un sector que ya venía muy precarizado, con contratos de muy pocas horas y muy pocos días.
Después del fracaso del acto de mediación, UGT, CCOO y OSTA publicaron un comunicado en el que hacen un llamamiento a las instituciones y partidos políticos a tomar parte por las trabajadoras y trabajadores de la limpieza en el conflicto, instando al Ayuntamiento a dejar de contratar los servicios de estas empresas, que emplean a 1000 trabajadoras, e incluso planteando terminar con la subcontratación de dichos servicios para que a las empresas “se les acabe el ‘chollo’”, según el comunicado.
El consejero municipal de Servicios Públicos y Personal del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, ha respondido a esta petición después de reunirse con una delegación de trabajadoras, proponiendo el análisis de los pliegos de condiciones y el estudio de la forma para que estas empresas no vuelvan a trabajar para el Ayuntamiento. Sin embargo, el consejero municipal ha reconocido que ahora no hay pliegos a licitar, así que a lo único que puede comprometerse es a considerar a estas empresas “non gratas” y estar pendiente de los pliegos a partir de ahora. Una promesa que nada ayuda a la difícil situación que viven las más de 10.000 trabajadoras de la limpieza de Zaragoza.