Un total de 306 policías británicos han sido acusados de aprovechar su posición para explotar sexualmente a personas, entre ellas víctimas de abusos sexuales o violencia machista.
Jueves 8 de diciembre de 2016
Foto: Getty
Según un informe conocido este jueves, el “abuso de autoridad con fines sexuales” es la forma "más grave" de corrupción que afrontan las fuerzas del orden en Inglaterra y Gales, las regiones incluidas en el documento.
Las cifras recopiladas por un organismo supervisor de las fuerzas policiales corresponden a los dos últimos años hasta finales del pasado marzo y el informe fue encargado en su día por la primera ministra británica, Theresa May, cuando era titular de Interior.
Algunos policías fueron incluso procesados por delitos sexuales, como la agresión a una mujer que viajaba en un furgón de la Policía o por haber tenido relaciones íntimas con una adolescente de 15 años que había sido víctima de una violación. Otras víctimas de esta explotación sexual son personas con problemas de drogas y alcohol.
La ministra de Interior, Amber Rudd, afirmó que este informe es escandaloso y "perjudica a la Justicia y la confianza de la población" en las fuerzas del orden.
De acuerdo al periódico británico The Guardian, a pesar de la cantidad de denuncias (más de 400), solo 40 policías han sido separados de la fuerza por uso indebido de su autoridad o por abusos sexuales en el período analizado.
En la mayoría de los casos, los policías se aprovechaban de personas en situación de alta vulnerabilidad, como víctimas de violaciones o abusos sexuales, víctimas de violencia machista, adictos o mujeres en situación de prostitución. Los policías ofrecían “ayuda” a los detenidos a cambio de explotación sexual.
