Una publicación realizada por la Universidad San Alberto Hurtado en conjunto con el Servicio Jesuita revela que esta cifra equivale al 0,4% del PIB y que además un cuarto de los trabajadores ocupados migrantes son venezolanos.
Sábado 28 de septiembre de 2019
El académico Nicolás Rojas, de la Universidad San Alberto Hurtado, y José Tomás Vicuña, director nacional del Servicio Jesuita Migrante editaron un libro llamado “Migración en Chile: Evidencia y mitos de una nueva realidad” que será lanzado el 2 de octubre. Esta publicación revela datos tales como que el aporte neto que los migrantes hace al fisco es de más de $1.000 millones de dólares producto de tributos y pagos de trámites en extranjería. Así mismo devela que los migrantes aportan más de $680 mil millones de pesos al Producto Interno Bruto, es decir un 0,4% del PIB.
Otro dato importante es que más del 75% de los trabajadores migrantes están sobrecalificados por competencias para su puesto de trabajo. También plantea que entre 2002 y 2018, del total de subsidios habitacionales entregados por el estado, la población migrante accedió a el 0,79%.
El libro además detalla que la fuerza laboral ha aumentado gracias a la incorporación de personas nacidas en el extranjero. En el caso de los ciudadanos venezolanos pasaron de representar el 3,3% de los trabajadores ocupados migrantes el 2017 a ser el 25,9% entre enero marzo del 2019.
Cifras que salen a la luz en el marco de una Ley de Migración en discusión en el Senado, dado el aumento de personas extranjeras que buscan entrar al país, con la que pretende lavarse la cara el gobierno de Piñera, pues desde un principio la respuesta fue el bloqueo, encarecimiento y burocratización de los trámites necesarios para el ingreso y permanencia en el país: encarecimiento de las visas, el “retorno humanitario” con el que llevaron de vuelta a cientos de ciudadanos haitianos a su país, la crisis que se desató en la frontera entre Chile y Perú, con cientos de migrantes venezolanos varados por semanas a la espera de la validación de su documentación, a causa del aumento en las restricciones para cruzar el paso fronterizo.
La publicación viene a desmontar uno de los principales argumentos antiinmigrantes, que los extranjeros vienen a aprovecharse de los derechos sociales en Chile, sin aportar en cifras económicas a dicho gasto, y segundo, evidencia la nueva cara de los trabajadores en Chile, ahora con un importante sector de inmigrantes.